El socialismo portugu¨¦s elige candidato
La inquina entre los dos aspirantes a encabezar el partido en las legislativas de 2015 dispara el inter¨¦s de las votaciones
Seguro o Costa. Los socialistas portugueses eligen hoy a su candidato a las elecciones generales de 2015 en un ambiente de lo m¨¢s crispado. A juzgar por las conversaciones de caf¨¦, las p¨¢ginas de los peri¨®dicos y los tres debates televisivos, pudiera parecer que la elecci¨®n afecta a todo Portugal.
Los dos candidatos, el natural, el secretario general del Partido Socialista (PS), Ant¨®nio Seguro, y el aspirante, el alcalde de Lisboa, Ant¨®nio Costa, han atrapado la atenci¨®n de la ciudadan¨ªa hasta niveles insospechados. M¨¢s de 250.000 personas se han apuntado para votar hoy, de las que solo 74.000 son militantes (podr¨¢n participar aunque no est¨¦n al corriente del pago de las cuotas del partido).
Los tres debates televisivos han obtenido audiencias sorprendentes (32% el primero, 26% el segundo y 20% el del pasado martes), sobre todo porque han competido con los programas prime time de las cadenas rivales. Sin embargo, esa expectaci¨®n ha tenido un inter¨¦s m¨¢s morboso que ideol¨®gico. Siendo ambos socialistas de toda la vida, sus propuestas sobre el modelo de sociedad no pueden diferir en mucho.
Antonio Costa: ¡°Es necesario ofrecer ahora una alternativa s¨®lida¡±
Ant¨®nio Costa (Lisboa, 17 de julio de 1961) tiene un problema: la tele le ama. El rebelde socialista tiene gancho ante las c¨¢maras, lo sabe y, por eso mismo, a veces peca de arrogante. Es alcalde de Lisboa desde 2007, pero en las municipales de hace un a?o consigui¨® el 60% de los votos. Sin duda, un ¨¦xito que le ha animado a ambiciones m¨¢s elevadas: gobernar el pa¨ªs. Aunque su contrincante se lleve la etiqueta de oficialista y ¨¦l la de disidente, est¨¢ en el aparato tanto como su oponente. Sin embargo, cultiva con ¨¦xito una imagen populista e intenta en sus campa?as arrastrar a gente alejada de la pol¨ªtica
Licenciado en Derecho, ejerci¨® la abogac¨ªa antes de dedicarse a la pol¨ªtica, en donde empez¨® a los 40 a?os. Le ha dado tiempo a ser cuatro veces ministro y diputado durante 11 a?os, adem¨¢s de parlamentario europeo. En esta larga carrera electoral ha participado en 77 actos frente a los 44 de Seguro. Su contrincante le ha puesto la etiqueta de candidato de los lisboetas y de la beautiful people, mientras que Seguro representar¨ªa al sufrido portugu¨¦s del interior.
Costa ha surcado esta campa?a sin lanzar promesa alguna, m¨¢s all¨¢ de que har¨¢ una oposici¨®n m¨¢s fuerte, que contar¨¢ con todos y que ¡°es necesaria una alternativa s¨®lida¡± que, al parecer, no la ve en su secretario general.
La repercusi¨®n de esta campa?a electoral casera tiene m¨¢s que ver con la inquina personal que se profesan que con sus planes de futuro para un pa¨ªs que est¨¢ sufriendo como pocos en Europa (el IVA m¨¢s alto del continente para tomarse un caf¨¦, por ejemplo) los efectos de la crisis econ¨®mica.
Reelegido hace solo un a?o secretario general, Seguro se siente traicionado por Costa, que le apoy¨® entonces sin cr¨ªtica alguna. El eje de su campa?a, alargada casi cuatro meses, se ha centrado en la divisi¨®n y en la crisis que Costa ha abierto en el partido por la ¡°ambici¨®n personal¡± de querer disputarle la candidatura a las elecciones legislativas de 2015.
Seguro se sent¨ªa casi primer ministro. Bajo su direcci¨®n, el PS hab¨ªa ganado las europeas, las encuestas daban al partido el apoyo de la ciudadan¨ªa y, en esas circunstancias, un camarada de partido le disputa la foto del cartel. De ah¨ª, que lo m¨¢s suave que Seguro ha dicho de Costa es que se trata de un ¡°traidor¡±.
Para argumentar su candidatura, Costa ha esgrimido la, en su opini¨®n, d¨¦bil oposici¨®n de Seguro ante un Gobierno que se ha cebado con las clases m¨¢s modestas en su pol¨ªtica de recortes de gasto p¨²blico. Es cierto que con Seguro en el partido, el PS gan¨® las elecciones europeas, pero, para Costa, los cuatro puntos de diferencia frente a la coalici¨®n gobernante de centroderecha PSD-CDS fueron apenas unas migajas.
En los sucesivos debates televisados, las agresiones verbales han ido a m¨¢s. ¡°De ti no pienso recibir ni una sola lecci¨®n de moral¡±, le espet¨® Seguro en el ¨²ltimo. ¡°Pues falta te har¨ªa¡±, le contestaba Costa. ¡°Si hubieras empleado en el Parlamento la d¨¦cima parte de la agresividad que empleas conmigo, el Gobierno ya habr¨ªa ca¨ªdo¡±, le atacaba el alcalde de Lisboa.
En principio, el favorito a la victoria es Costa. Domina en Facebook (357.000 seguidores frente a 9.000 de Seguro), en los sondeos (60,9% frente a 26,4%) y tambi¨¦n en las federaciones territoriales (10 frente a 9). Pero la decisi¨®n final depender¨¢ de la avalancha de simpatizantes que se ha inscrito para votar. Se sabe de d¨®nde proceden (en principio la mayor¨ªa son de Oporto, donde domina Seguro), pero no c¨®mo respiran.
La animadversi¨®n entre los dos aspirantes se ha ido enconando con el paso del tiempo y tambi¨¦n la de sus respectivos apoyos. El hist¨®rico l¨ªder socialista M¨¢rio Soares ha dicho p¨²blicamente que ¡°Seguro es inseguro¡± y le ha pedido que dimita como secretario general para facilitar, cuanto antes, un partido y una candidatura electoral fuerte ante la previsible convocatoria anticipada de elecciones. Sea cual sea el resultado de las primarias, el PS portugu¨¦s parece estar partido en dos.
Dado el encono de los contrincantes y sus seguidores, se prev¨¦ que al d¨ªa siguiente de la votaci¨®n, y pese a las promesas de ambas partes, habr¨¢ m¨¢s venganza que reunificaci¨®n. Tocar¨¢ formar las listas electorales para las legislativas de 2015 y la generosidad con el perdedor no ha sido una palabra muy o¨ªda en esta campa?a fratricida. O Seguro o Costa, pero los dos juntos, imposible.
Ant¨®nio Seguro: ¡°Dimitir¨¦ si me veo forzado a subir la carga impositiva¡±
Ant¨®nio Seguro (Penamacor, 11 de marzo de 1962) tiene un problema: la televisi¨®n no le quiere. El secretario general del Partido Socialista aparece ante las c¨¢maras como un hombre gris, cabal, serio, pero en permanente estado de irritaci¨®n. Se le nota demasiado que su contrincante le saca de quicio, pero tambi¨¦n gracias a ello ha demostrado que tiene sangre. Ha sacado lo mejor de s¨ª mismo y ha peleado hasta el ¨²ltimo momento en una situaci¨®n que le cogi¨® de improviso y que, por momentos, le super¨®.
Seguro ha sorprendido al p¨²blico por su genio y arrojo. Suya ha sido la ¨²nica promesa de la campa?a: si llega a gobernar ha anunciado que dimitir¨¢ si se ve obligado a aumentar la ¡°carga impositiva¡±, que no es lo mismo que decir que no subir¨¢ impuestos.
Licenciado en Relaciones Internacionales, casado y con dos hijos, Seguro ha consagrado su vida al partido. ¡°Desde peque?o quer¨ªas ser secretario general¡±, le espet¨® Costa en un debate. Fue secretario general de las juventudes socialistas (1990-94), ha sido diputado durante 20 a?os y tres veces ministro, adem¨¢s de parlamentario europeo. Es un cl¨¢sico de la pol¨ªtica portuguesa, aunque solo lleg¨® a lo m¨¢s alto del partido tras la debacle de Jos¨¦ S¨®crates en las elecciones de 2011. Ahora es su ¨²ltima oportunidad para aspirar a ser primer m
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