Los ciudadanos se vuelcan con las elecciones
La votaci¨®n se ha desarrollado sin graves incidentes en Brasilia, S?o Paulo y R¨ªo de Janeiro
En la capital del pa¨ªs, Brasilia, los comicios empezaron tranquilos este domingo. El ¨²nico problema fue la suciedad que se acumulaba junto a los centros de votaci¨®n. Durante la madrugada, seg¨²n el Tribunal Regional Electoral, fueron recogidas tres toneladas de panfletos esparcidos por las calles. Por la ma?ana, hab¨ªa un intenso movimiento de electores con camisetas de los candidatos o envueltos en banderas. Llamaba la atenci¨®n tambi¨¦n los ciudadanos que vest¨ªan camisetas amarillas o de la selecci¨®n brasile?a. Seg¨²n esos electores entrevistados, hab¨ªa dos motivos para vestirse con los colores que representan el equipo nacional: el patriotismo y la oposici¨®n a la presidenta Dilma Rousseff. ¡°Vest¨ª amarillo porque le¨ª en Internet que quienes estuvieran en contra del actual gobierno deber¨ªa demostrarlo de esa manera en las calles", explic¨® Tainara Ribeiro, funcionaria p¨²blica que vota en la zona sur de Brasilia. Shirley Jorge da Silva, una ama de casa electora del Partido de los Trabajadores (PT), us¨® otro argumento al votar en la zona norte. "Estoy de amarillo porque amo mi pa¨ªs", afirm¨®, apuntando hacia su pegatina con la estrella roja del PT, fijada en el pecho.
En S?o Paulo, el clima de d¨ªa electoral se sent¨ªa ya dentro del autob¨²s. Tan abarrotado como un d¨ªa de trabajo, los pasajeros necesitaban dar leves codazos para alcanzar la salida. Afinando el o¨ªdo, se perfila la conversaci¨®n entre un se?or con uniforme del S?o Paulo F¨²tbol Club y el joven moderno de gafas Ray-Ban sobre las ciclovias, los hospitales y los impuestos. El cobrador tarda 30 segundos en preguntar si ya vot¨® y aprovecha para explicar que ¨¦l solo va a poder ¡ªvotar en blanco¡ª tras el servicio, poco antes de que cierren las urnas. Al fondo del autob¨²s, una conversaci¨®n por tel¨¦fono revela que una joven no va a votar por falta de tiempo.
¡ªNo, da igual, tengo que trabajar. ?Qu¨¦ puedo hacer?
S?o Paulo amaneci¨® m¨¢s tranquilo de lo habitual, con comercios, bares y panader¨ªas cerradas. A primera hora de la ma?ana solo era posible conversar con camareros que no participaron en los comicios por vivir lejos de sus ciudades.
Ciclistas, familias y parejas comenzaron a ocupar la avenida Paulista solo despu¨¦s del mediod¨ªa, tras registrar sus votos. En la puerta de uno de los centros de votaci¨®n se mostraban encantados al conversar sobre sus expectativas. Sin embargo, la mayor¨ªa mostraba frustraci¨®n. "Esperamos un cambio y una alternancia, que es lo que hace una democracia m¨¢s fuerte. Esta campa?a fue profundamente decepcionante, hubo m¨¢s acusaciones y juegos de magia de los expertos en mercadotecnia que presentaci¨®n de propuestas", expone Eduardo Bernini, un economista de 58 a?os. Acompa?ado de su mujer, Bernini defiende el cambio en el Gobierno Federal como algo saludable para la democracia, aunque quiera la continuidad del Partido de la Social Democracia Brasile?a (PSDB) en S?o Paulo, que lleva 20 a?os en el poder. "Ellos cambiaron sus liderazgos en todo este tiempo, no como el PT que mantiene la hegemon¨ªa desde hace 12 a?os", explica.
El mismo cambio espera la profesora de May?un El-Kadre, de 62 a?os, pero con la esperanza puesta en otras siglas. "Me gustar¨ªa que se renovara el Gobierno del Estado, pero quiero que contin¨²e el Federal. Como profesora, entiendo la necesidad de los cambios. Tenemos muchas luchas abiertas para mejorar los servicios que tienen que continuar", dice respecto al Gobierno de Dilma. "Aqu¨ª ya vimos como es dif¨ªcil", lamenta.
All¨ª tambi¨¦n se encuentra David Lojudice, de 34 a?os, el perfil de joven con estudios superiores y m¨¢s de cinco salarios m¨ªnimos que dar¨¢ su apoyo a candidatos minoritarios, seg¨²n un sondeo de Datafolha. "Voto a Eduardo Jorge porque tiene ideas claras y actualizadas y, principalmente, por sus valores de respeto a las personas en temas como el aborto, la sostenibilidad o su pol¨ªtica de drogas". Lojudice, de hecho, volver¨¢ m¨¢s tarde para inspeccionar las urnas electr¨®nicas. Es voluntario de un proyecto creado por un profesor de la UNICAMP que, con una aplicaci¨®n, pretende reducir los riesgos de fraude en las urnas. "La elecci¨®n no va a cambiar mucho, pero espero que Eduardo Jorge y Luciana Genro logren ganar m¨¢s atenci¨®n. Estar¨ªa muy contento".
Las votaciones se desarrollan sin incidentes destacables en R¨ªo de Janeiro, la tercera mayor circunscripci¨®n electoral de Brasil despu¨¦s de Sao Paulo y Minas Gerais. M¨¢s de doce millones de votantes (el 8,5% del total nacional) desfilan por los 5.049 centros de sufragio diseminados por todo el Estado, equipados con m¨¢s de 38.000 urnas electr¨®nicas. Seg¨²n el Tribunal Regional Electoral (TRE) de R¨ªo, 137 de ellas han tenido que ser sustituidas por problemas t¨¦cnicos. Los centros de votaci¨®n m¨¢s sensibles, como aquellos instalados en el complejo de favelas de Mar¨¦, ocupado hace meses por el ej¨¦rcito para intentar extirpar la enquistada presencia de grupos narco, cuentan con la vigilancia de 3.000 fusileros navales y efectivos del ej¨¦rcito de tierra para garantizar el derecho al voto libre. Existe el temor de que en estas y otras favelas las facciones criminales y las milicias puedan obligar a la poblaci¨®n local a que vote por un determinado candidato. Coches blindados y tropas fuertemente armadas mantienen retenes de control en varios puntos del complejo, donde los veh¨ªculos son aleatoriamente registrados.
En general, las votaciones se desarrollan dentro de la normalidad. El candidato a la reelecci¨®n como Gobernador de R¨ªo, Luiz Fernando Pez?o, del Partido del Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o (PMDB), vot¨® a las diez de la ma?ana en el municipio de Barra de Pira¨ª, en el interior del Estado. A su vez, Anthony Garotinho, del Partido de la Rep¨²blica (PR), deposit¨® su sufragio en la localidad de Campos, donde mantiene su reducto electoral. El pastor evang¨¦lico Marcelo Crivella, del Partido Republicano Brasile?o (PRB), hizo lo mismo en un centro de votaci¨®n de Copacabana, en la zona sur R¨ªo; y el senador Lindbergh Farias, del PT, deposit¨® su voto en el municipio de Nova Igua?u, en la zona norte de la periferia carioca. Seg¨²n el ¨²ltimo sondeo realizado por Datafolha en la v¨ªspera, Pez?o lidera la carrera con el 36% de los votos v¨¢lidos, pero necesitar¨ªa recurrir a una segunda vuelta para revalidar su cargo de Gobernador. Le siguen Garotinho, con el 25% de la intenci¨®n de voto, y Crivella, con el 22%. Esta situaci¨®n de empate t¨¦cnico entre Garotinho y Crivella deber¨¢ resolverse en esta primera vuelta. El gran perdedor de esta cita electoral es, seg¨²n todos los sondeos, Lindbergh Farias, que no ha conseguido despegar en toda la campa?a debido a la ausencia una coalici¨®n s¨®lida y de un apoyo firme del aparato de su partido a nivel nacional.
Seguridad
En 279 municipios brasile?os, las elecciones comenzaron con refuerzo de seguridad. En total, 40.000 profesionales se desplazaron a 12 Estados de la federaci¨®n para actuar como fuerza auxiliar de los polic¨ªas locales. Una de las regiones que m¨¢s preocupa a la Justicia Electoral es Santa Catarina. Hace m¨¢s de una semana diversas regiones del Estado sufrieron ataques a bases policiales y edificios p¨²blicos. Cerca de 100 fueron llevados a cabo por la facci¨®n criminal Primeiro Comando Catarinense. En la madrugada de este domingo, cuatro salas de un lugar de votaci¨®n fueron asaltadas, aunque esta ma?ana ya estaban arregladas y la votaci¨®n ocurre con normalidad en ellas.?
En la capital del Estado, Florian¨®polis, un coche oficial de la Polic¨ªa de Tr¨¢fico Federal fue incendiado, pero seg¨²n el Tribunal Superior Electoral (TSE), el caso no tiene relaci¨®n con las elecciones. Hasta el ¨²ltimo viernes, a solicitud del Ministerio de Justi?a y del Gobierno de Santa Catarina, 20 l¨ªderes del grupo criminal fueron transferidos a las c¨¢rceles federales. En el Estado de Maranh?o tambi¨¦n hubo problemas en una zona electoral. Cuatro urnas resultaron da?adas y tuvieron que ser sustituidas. Una secci¨®n electoral de S?o Lu¨ªs tambi¨¦n fue incendiada, seg¨²n el TSE.
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