Italia y Francia presionan a Berl¨ªn para reorientar la pol¨ªtica econ¨®mica
La cumbre evidencia el debate entre la Europa de los acreedores y la de los deudores
EE UU, Reino Unido y Jap¨®n est¨¢n en mejores condiciones econ¨®micas que la UE por varias razones, pero sobre todo una: Europa tiene tambi¨¦n una sensacional crisis de deuda, pero en el Viejo Continente los acreedores y los deudores tienen pasaportes diferentes. En Europa los acreedores est¨¢n al mando y han impuesto sus reglas: austeridad y reformas, y menos est¨ªmulos que en el resto de grandes econom¨ªas. Avanzado ya el octavo a?o de la crisis, sin embargo, cada vez hay m¨¢s indicios de que esas recetas no terminan de funcionar, y los problemas empiezan a afectar incluso a los grandes pa¨ªses del club. Francia e Italia est¨¢n en el ojo del hurac¨¢n. Y escenificaron este mi¨¦rcoles en la cumbre sobre el desempleo de Mil¨¢n el choque entre esas dos Europas, de acreedores y deudores. Roma est¨¢ a punto de aprobar una reforma laboral, y Par¨ªs ha anunciado un fuerte recorte del gasto y promete reformas. El italiano Matteo Renzi y el franc¨¦s Fran?ois Hollande se agarraron a ese nuevo rumbo, y a los rigores de una recuperaci¨®n crepuscular, para reclamar a Berl¨ªn que cumpla su parte del trato y remate el viraje en la pol¨ªtica econ¨®mica del euro.
¡°Necesitamos inversiones¡±, reconoce la canciller alemana
La canciller Angela Merkel recogi¨® el guante: asegur¨® que Alemania ya empieza a aplicar medidas de est¨ªmulo, prometi¨® flexibilidad ¡°si todo el mundo asume sus responsabilidades¡±, y habl¨® m¨¢s de invertir que del d¨¦ficit. ¡°Necesitamos inversiones¡±, dijo Merkel en un mensaje teledirigido al nuevo presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, que trabaja en un plan ¡ªa¨²n difuso¡ª de 300.000 millones. El discurso de la canciller no var¨ªa, pero anoche ten¨ªa una inflexi¨®n distinta: estuvo m¨¢s constructiva, m¨¢s positiva, menos vehemente que otras veces. Quiz¨¢ porque todos los organismos internacionales ¡ªOCDE, FMI, G-20, BCE y hasta los m¨¢s destacados economistas alemanes¡ª insisten en que Berl¨ªn debe permitir un giro. O quiz¨¢ porque le ve las orejas al lobo: la recesi¨®n empieza a llamar a las puertas de Alemania, seg¨²n las ¨²ltimas estad¨ªsticas.
Ese ser¨¢ el debate clave de las pr¨®ximas semanas en Europa. Pero Merkel dio un mensaje inequ¨ªvoco en el norte de Italia de por d¨®nde pueden ir los tiros: ¡°Tanto en Francia como en Italia vemos compromisos serios. Y tambi¨¦n Alemania ha empezado a tomar medidas para estimular su demanda y es favorable a usar la flexibilidad del pacto de estabilidad¡±, explic¨® ante la prensa. Apenas minutos antes, Renzi le hab¨ªa recordado que tambi¨¦n Berl¨ªn incumpli¨® las metas del d¨¦ficit hace 10 a?os. En otras circunstancias, la respuesta de la canciller pod¨ªa haber sido demoledora; este mi¨¦rcoles, Merkel ni se inmut¨®, pese a que el primer ministro italiano fue incluso m¨¢s all¨¢ y se adentr¨® en uno de los grandes tab¨²es de la pol¨ªtica europea: ¡°Italia tiene que hacer sus deberes, recuperar la credibilidad. Pero el nuevo Consejo Europeo y la nueva Comisi¨®n tambi¨¦n: el 3% del d¨¦ficit es algo de otra ¨¦poca, de hace m¨¢s de 20 a?os, casi de otro mundo¡±.
En ese choque entre las dos Europas, el presidente espa?ol, Mariano Rajoy, se situ¨® una vez m¨¢s en el bando de Merkel y de las pol¨ªticas de austeridad, aunque con matices. El presidente asegur¨® a la salida que ¡°hay que mantener las pol¨ªticas de consolidaci¨®n fiscal con la flexibilidad que ha aceptado la Comisi¨®n, pero hay que mantener asimismo las reformas estructurales¡±, y tambi¨¦n reivindic¨® ¡°las ¨²ltimas decisiones del BCE¡±. Rajoy confi¨® adem¨¢s en que la nueva Comisi¨®n Europea empiece a trabajar cuanto antes para activar ¡°a la mayor celeridad posible¡± el programa de 300.000 millones de euros en inversiones anunciado por Jean-Claude Juncker. Rajoy, en fin, defiende m¨¢s est¨ªmulos e inversi¨®n p¨²blica, pero a cambio de que los pa¨ªses hagan reformas impopulares como lo fue la reforma laboral en Espa?a. Merkel respalda exactamente lo mismo. Al igual que el presidente del BCE, Mario Draghi, que reclama reformas, pero tambi¨¦n flexibilidad fiscal y est¨ªmulos monetarios y fiscales. Ese parece el nuevo consenso europeo, pero para que arraigue es imprescindible que Merkel remarque con claridad las l¨ªneas b¨¢sicas del discurso que esboz¨®.
Rajoy se al¨ªa con Merkel pero aboga por acelerar el gasto p¨²blico
El debate sobre la moribunda recuperaci¨®n europea y el cambio en la pol¨ªtica econ¨®mica se col¨® en una cumbre centrada, en principio, en la lucha contra el desempleo juvenil. Ah¨ª hubo grandes palabras y pocos, escas¨ªsimos avances. Los Merkel, Renzi, Hollande y Rajoy constataron que las cifras de desempleo siguen siendo ¡°dram¨¢ticas¡±, ¡°inaceptables¡±, con tasas de paro superiores al 35% en media docena de pa¨ªses (y con Espa?a y Grecia por encima del 50%). Reconocieron que las medidas anunciadas a bombo y platillo en cumbres similares no funcionan: los 6.000 millones destinados a la denominada garant¨ªa juvenil (para dar empleo o formaci¨®n a los j¨®venes menores de 25 a?os en las regiones m¨¢s castigadas) no se han gastado. Berl¨ªn y compa?¨ªa se comprometieron a usar esos fondos con m¨¢s flexibilidad. Y poco m¨¢s: no habr¨¢ m¨¢s dinero, al menos por ahora, y los detalles de ese cambio se dejan para m¨¢s adelante.
Toda Europa coincide en que el gran problema es el paro, pero a la vez toda Europa est¨¢ metida en un debate que solo afecta tangencialmente al desempleo: el de las nuevas recetas en Fr¨¢ncfort (que apunta a m¨¢s est¨ªmulos monetarios), Bruselas (que ha se?alado que suavizar¨¢ las metas fiscales y rebusca entre sus fondos para presentar un paquete de inversi¨®n cre¨ªble), en Berl¨ªn (que apunta t¨ªmidamente hacia est¨ªmulos de demanda) y en Roma y Par¨ªs, que juran y perjuran que esta vez s¨ª habr¨¢ reformas. Puede que todo eso confluya y la sombra de la tercera recesi¨®n pase de largo. O puede que la crisis vuelva a la casilla de salida si ese choque entre las dos Europas, la de los acreedores y deudores con distintos pasaportes, no cicatriza definitivamente. ¡°Son tiempos muy delicados para Europa¡±, resumi¨® el presidente de la Comisi¨®n, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, tratando de acercar las dos orillas, francoitaliana y alemana.
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