?Influir¨¢ esta vez la corrupci¨®n en el voto de los electores?
Existi¨® siempre la idea de que para los brasile?os votar era una rutina m¨¢s, convencidos de que los pol¨ªticos no cambian y tanto vale elegir a uno o a otro
Los analistas pol¨ªticos est¨¢n dando marcha atr¨¢s de la idea de que estas elecciones estaban dejando pasivos e indiferentes a los brasile?os, que se estar¨ªan refugiando, por desencanto, en la comodidad del voto de abstenci¨®n, blanco o nulo.
Al contrario, parece cada d¨ªa m¨¢s claro que esta vez los electores est¨¢n concediendo a su voto un peso especial que no se observaba en el pasado. ?Reflejar¨¢ ese hecho, cada d¨ªa m¨¢s en evidencia en las redes sociales, que los brasile?os est¨¢n madurando y comprendiendo la importancia que cada voto puede tener en el presente y en el futuro de sus vidas?
Hay algo tangible en este caso, ya que en la primera vuelta se ha podido ver a la gente acudir a las urnas llevando en sus manos un voto con la seriedad de quien est¨¢ decidiendo los destinos del nuevo Brasil, en el que tienen puestos los ojos muchos otros pa¨ªses del mundo por el peso que este l¨ªder latinoamericano tiene hoy en la pol¨ªtica mundial.
?Hasta qu¨¦ punto el voto del pr¨®ximo d¨ªa 26 estar¨¢ o no influenciado en todo el pa¨ªs por las revelaciones de corrupci¨®n en Petrobras?
Era f¨¢cil observar en diversos colegios electorales como brasile?os de todas las edades, generalmente festivos, que convierten en alegr¨ªa y bullicio hasta las manifestaciones c¨ªvicas m¨¢s sagradas, entraban de prisa, sin ganas de conversar, como a qui¨¦n le urge tomar una decisi¨®n que cuenta y debe hacerlo con seriedad y sin distracciones.
¡°Ahora, no, que el voto es una cosa seria¡± me respondi¨® un amigo m¨ªo que entraba a depositar su papeleta y al que me hab¨ªa permitido hacerle una broma. Y a?adi¨®: ¡°Vente despu¨¦s a casa y all¨ª nos divertimos. Aqu¨ª, no¡±
Existi¨® siempre la idea de que para los brasile?os votar era una rutina m¨¢s, convencidos de que los pol¨ªticos no cambian y tanto vale elegir a uno o a otro. Hab¨ªa una especie de fatalismo de que el voto serv¨ªa para poco porque la suerte estaba ya echada y muchos votos comprados, a veces hasta a precio de saldo.
Pocas veces como esta he o¨ªdo en Brasil, sin embargo, discutir tanto de pol¨ªtica y de las elecciones en los mercados, en las filas de las loter¨ªas y hasta en la calle. Esta tarde en mi farmacia se cre¨® una trifulca entre un jubilado y una se?ora de media edad que se enzarzaron en si el esc¨¢ndalo de corrupci¨®n de Petrobras era mayor, distinto o igual que todos los otros del pasado. La discusi¨®n casi acaba en pelea.
Y esta es una pregunta que revolotea en el aire y de dif¨ªcil respuesta. Se dice que en el pasado los candidatos se preocupaban poco en las elecciones del tema de corrupci¨®n. Exist¨ªa la idea que los brasile?os hab¨ªan aceptado ya que todos los pol¨ªticos roban y que lo importante es si adem¨¢s de robar, 'hacen'. M¨¢s a¨²n, explicaban los antrop¨®logos, la corrupci¨®n hac¨ªa ya parte del subconsciente colectivo brasile?o pues, de un modo u otro, todos se corrompen alguna vez en beneficio propio y permiten as¨ª que los dem¨¢s lo hagan tambi¨¦n.
La inc¨®gnita es si esa herencia del pasado sigue viva o si algo ha cambiado despu¨¦s del despertar de las protestas callejeras del 2013 ?Ha iniciado o no una nueva conciencia de que la pol¨ªtica puede ser diferente, que se puede gobernar sin corromperse y robar y que se puede llegar a la pol¨ªtica no para enriquecerse sino para empe?arse en mejorar el pa¨ªs y defender los valores de la ¨¦tica, la convivencia pac¨ªfica y ese viejo pero cada vez m¨¢s actual sentimiento de la honradez?
El diario Folha de S. Paulo ha insinuado que la derrota en S?o Paulo del PT se ha podido deber al esc¨¢ndalo de corrupci¨®n del 'mensal?o', cuyos responsables acabaron en la c¨¢rcel y eran l¨ªderes del partido que m¨¢s hab¨ªan influenciado la pol¨ªtica en en aquel Estado.
?Hasta qu¨¦ punto el voto del pr¨®ximo d¨ªa 26 estar¨¢ o no influenciado en todo el pa¨ªs por las revelaciones de corrupci¨®n en Petrobras, con cifras escalofriantes que afecta al parecer a personajes gordos del partido del Gobierno y de otros aliados a ¨¦l?
La presidenta y candidata Dilma Rousseff ha asegurado que desea que se hagan p¨²blicas todas las denuncias para que ella pueda tomar las medidas necesarias. Es una decisi¨®n correcta, pues si la corrupci¨®n corroe la democracia, no es menos grave la impunidad que envuelve los esc¨¢ndalos bajo un blindaje protector.
Y tan grave como la impunidad ser¨ªa el seguir condenando al mensajero, es decir, a la prensa, por destapar la corrupci¨®n en vez de colocar ante los jueces a los que han sido descubiertos con la masa en las manos o en sus bolsillos.
El voto del 26 ser¨¢ m¨¢s que nunca esta vez un test importante para descubrir si ha cambiado la conciencia c¨ªvica de los brasile?os o si siguen creyendo que la corrupci¨®n pol¨ªtica hace parte de la idiosincrasia nacional y que poco o nada afecta a los valores de la democracia.
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