Juncker anuncia un adelanto del plan de inversi¨®n por miedo a la recesi¨®n
La nueva Comisi¨®n Europea recibe el respaldo mayoritario del Parlamento
El Parlamento Europeo ha otorgado este mi¨¦rcoles el aval pol¨ªtico a la Comisi¨®n Europea "de la ¨²ltima oportunidad". La expresi¨®n no procede de ning¨²n euroesc¨¦ptico con instintos alarmistas; la acu?¨® el propio presidente del nuevo Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, al pedir el voto de la Euroc¨¢mara para su equipo. Juncker expuso con crudeza los retos que tiene por delante en los pr¨®ximos cinco a?os: "O logramos acercar a los ciudadanos a la UE o fracasamos; o logramos reducir el paro de manera draconiana o todo se ir¨¢ al traste". La eurozona encara un largo periodo de estancamiento o, a lo peor, una tercera recesi¨®n. Para evitar ese escenario cuando van ya m¨¢s de siete a?os de crisis, Juncker tiene que salir airoso de dos desaf¨ªos: anunciar un plan de inversiones cre¨ªble, que materialice los gaseosos 300.000 millones de euros ¡ªen tres a?os¡ª que ha prometido, y permitir una aplicaci¨®n "inteligente" de las reglas fiscales para no ahogar la marchita e incipiente recuperaci¨®n con una dosis adicional de austeridad en Estados como Francia o Italia, dos pa¨ªses del coraz¨®n del euro.
A falta de los detalles, Juncker anunci¨® un adelanto de su paquete inversor, que estar¨¢ listo antes de fin de a?o. Ese y el resto de los planes que esboz¨® para revertir esa situaci¨®n le valieron el apoyo mayoritario de los eurodiputados. El brazo pol¨ªtico de la UE recibi¨® 423 votos a favor (de los populares, de la gran mayor¨ªa de socialdem¨®cratas y liberales y de una parte de los euroesc¨¦pticos), 209 en contra y 67 abstenciones, entre ellas la de los socialistas espa?oles, que hab¨ªan amagado con votar en contra. Ese apoyo, a¨²n as¨ª, es inferior al cosechado por su predecesor, el conservador portugu¨¦s Jos¨¦ Manuel Barroso.
Los socialdem¨®cratas, claves para que Juncker haya podido sacar adelante su equipo, conf¨ªan en que el n¨²mero dos de la Comisi¨®n, el holand¨¦s de centroizquierda Frans Timmermans, aleje las pol¨ªticas comunitarias de la austeridad y favorezca el crecimiento. La principal palanca de ese giro ser¨¢ el plan de inversiones prometido para sacar a la UE del estancamiento, reclamado por todo tipo de organismos internacionales ante la ca¨ªda a plomo de la inversi¨®n, en torno a un 20% en lo que va de crisis. Consciente de que la marchita recuperaci¨®n atenaza al continente, el nuevo mandatario se comprometi¨® a adelantar el plan inversor, que se conocer¨¢ antes de Navidad.
El presidente busca la compleja tarea de aplicar las reglas con m¨¢s flexibilidad
El Ejecutivo comunitario persigue un dif¨ªcil equilibrio entre impulsar la aletargada econom¨ªa y mantener las reglas de disciplina fiscal. Para granjearse el apoyo de todos, Juncker promete ambas cosas, de momento sin concreci¨®n. "La inversi¨®n es fundamental. Los intentos para apartarme de este camino han sido en vano. Acometer¨¦ este plan. Y no ser¨¢ en los tres primeros meses, como anunci¨¦, sino antes de Navidad. Hay que actuar cuanto antes", proclam¨® el socialcristiano.
Ni en la c¨¢mara ni ante la prensa quiso Juncker desgranar los detalles, que siguen siendo una inc¨®gnita; especialmente el dinero fresco incluido en ese paquete. S¨ª aclar¨® que esa inversi¨®n millonaria no se har¨¢ a costa de m¨¢s deuda p¨²blica: "No puede financiarse con m¨¢s endeudamiento. Tenemos que procurar un uso inteligente de fondos p¨²blicos para movilizar la econom¨ªa privada. No solo los Estados est¨¢n llamados a crear empleo. Me dirijo a los dirigentes privados para que asuman su papel, para salir de este empantanamiento".
El populismo apunta al n¨²cleo de la UE
La atrofia econ¨®mica no es la ¨²nica amenaza para la Comisi¨®n Juncker. El discurso de los populistas de diversa ¨ªndole puede complicar las cosas por su capacidad de movilizaci¨®n ciudadana. Una buena muestra la ofreci¨® ayer el euroesc¨¦ptico l¨ªder de la formaci¨®n brit¨¢nica UKIP, Nigel Farage. El pol¨ªtico exhibi¨® su conocido mensaje de la falta de legitimidad de la Comisi¨®n Europea, un argumento que pasar¨ªa desapercibido si no fuera porque lleva aparejado un riesgo de fragmentaci¨®n en la UE, con la salida de Reino Unido en 2017 si triunfa esa opci¨®n en el refer¨¦ndum previsto. "Esta ser¨¢ la ¨²ltima Comisi¨®n que gobierne Reino Unido. Dentro de cinco a?os nos habremos ido de aqu¨ª", clam¨® Farage, que suscit¨® abucheos, pero tambi¨¦n algunos aplausos.
Esas pinceladas dan a entender que el paquete consiste en movilizar fondos de los veh¨ªculos inversores con los que cuenta Europa (el Banco Europeo de Inversiones) y recolocar otros fondos para involucrar el cr¨¦dito del sector privado y multiplicar esos recursos. Juncker conoce las dudas que esta propuesta genera entre los socialdem¨®cratas. El presidente de ese grupo, Gianni Pittella, ya le advirti¨® en el debate de que el plan "no puede ser una simple operaci¨®n cosm¨¦tica". Por eso Juncker quiso resaltar el otro prop¨®sito que se ha marcado el nuevo equipo para los pr¨®ximos cinco a?os: aplicar las reglas con m¨¢s flexibilidad.
Ese ser¨¢ el equilibrio m¨¢s complejo del arranque de la legislatura; de no lograrlo, el choque pol¨ªtico est¨¢ asegurado. Berl¨ªn insiste en la necesidad de mantener la senda de reducci¨®n del d¨¦ficit, pero Par¨ªs y Roma claman por una relajaci¨®n en las pautas que alumbre la recuperaci¨®n. "No habr¨¢ cambio de reglas, pero se usar¨¢n con flexibilidad. La austeridad a ultranza no lleva al crecimiento. Tampoco el endeudamiento excesivo en pos del crecimiento. Necesitamos las dos cosas", dijo Juncker tratando de aunar dos estrategias que en muchos casos resultar¨¢n antag¨®nicas. Uno de los ¨²ltimos movimientos de la Comisi¨®n saliente da a entender que nada ha cambiado demasiado: Bruselas anunci¨® este mi¨¦rcoles "consultas" con varios pa¨ªses por los presupuestos enviados a Bruselas. En el caso de Francia e Italia, la Comisi¨®n pide abiertamente m¨¢s recortes. Par¨ªs, en boca de su primer ministro, Manuel Valls, se neg¨® este mi¨¦rcoles en redondo a usar m¨¢s la tijera. Nueva bronca a la vista: la Comisi¨®n dio a entender que esas consultas, el paso previo a devolver los presupuestos a los pa¨ªses, se han hecho con el pl¨¢cet de Juncker.
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