Razones ocultas y confesas de votantes discretos

Contenidos, moderados y de perfil bajo. No hay nada menos exuberante que un uruguayo, como si el car¨¢cter nacional se hubiera forjado como contraposici¨®n a los argentinos y brasile?os. En periodo electoral, lo que habitualmente es parco se vuelve casi secreto. As¨ª, en un colegio electoral de Malv¨ªn, zona montevideana de clase media, Pablo, 58 a?os, de profesi¨®n comerciante, considera que despu¨¦s de dos mandatos del Frente Amplio ¡°un cambio es bienvenido y puede ser positivo¡±. Pero interrogado sobre cual ser¨¢ su opci¨®n en estas elecciones, la respuesta es inmediata: ¡°El voto es secreto¡±.

Seg¨²n los sondeos, desde su llegada al poder en 2004, el Frente Amplio habr¨ªa perdido hasta un 7% de su electorado, sobre todo en la clase media. Pero en las calles no hay ni rastro de ese votante de izquierdas que se habr¨ªa pasado al Partido Nacional.

Lo m¨¢s cercano es Adriana, de 48 a?os, cuidadora de ancianos y votante ¡°por defecto¡± del Frente Amplio. Agobiada por los impuestos, decidi¨® mudarse de barrio y entrar en alg¨²n plan de ayuda social porque no lograba llegar con su sueldo a fin de mes. ¡°Pero no era suficientemente pobre¡±, dice de forma ir¨®nica, ¡°y pude ver todos los abusos y excesos que hab¨ªa dentro del sistema¡±. As¨ª que decidi¨® volver al Partido Blanco (o Nacional), al que votaban su padre y su abuelo, pero al cabo de poco tiempo volvi¨® a cambiar de opini¨®n. ¡°Los partidos tradicionales no van a cambiar. El que tiene m¨¢s quiere m¨¢s; y el que tiene menos no importa. Detr¨¢s de los j¨®venes encantadores hijos de presidentes est¨¢n los cuervos¡±.

S¨®lo aquellos que llegan con banderas y vestidos de los colores de su partido tienen algo que declarar, y su respuesta es previsible. En general esos votantes son blancos, colorados o frenteamplistas de padres a hijos y nunca han cambiado de parecer.

Marianela Fern¨¢ndez, de 49 a?os, empleada del hogar, es de las que afirman tajantemente que votar¨¢ al izquierdista Frente Amplio. Tambi¨¦n se muestra determinado Juan, abogado de 27 a?os, quien votar¨¢ por Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional, porque tiene esperanzas en el joven candidato.

La jornada electoral en Uruguay es todo beneficio para un joven que cuida los coches que llegan a los centros de votaci¨®n. Tiene 20 a?os, no quiere dar su nombre y no piensa votar a pesar de que es obligatorio y puede acarrear una multa, adem¨¢s de dificultades para hacer cualquier tr¨¢mite. Es uno de esos j¨®venes que ni estudian ni trabajan y que han sido el centro de los debates electorales sobre educaci¨®n y seguridad.