Los ¡®astronautas¡¯ del ej¨¦rcito iraqu¨ª
El fen¨®meno de los j¨®venes que se alistan para asegurarse un salario pero luego desertan o pagan para eludir la batalla es tan com¨²n que tiene un apodo popular
Ahmed es un astronauta iraqu¨ª. No es que Bagdad haya conseguido colocar a un hombre en alg¨²n proyecto espacial; as¨ª es como el ¨¢cido humor local denomina a los soldados que, deseosos de vivir en otro mundo, pagan a sus superiores para librarse del campo de batalla. Esas ausencias parecen estar detr¨¢s de algunos embarazosos incidentes en los que el grupo Estado Isl¨¢mico (EI) ha logrado hacerse con cuarteles menos protegidos de lo que indicaban sus organigramas. La Comisi¨®n de Seguridad y Defensa del Parlamento ha abordado recientemente el asunto aunque no ha facilitado cifras de su alcance.
¡°S¨ª, es una traici¨®n, pero no me importa¡±, admite sin reparos Ahmed (nombre figurado). De hecho, este licenciado en Ciencias de la Educaci¨®n, de 25 a?os, casado y sin hijos, nunca tuvo vocaci¨®n militar. ¡°No me gusta nada de ese mundo; entr¨¦ en el Ej¨¦rcito porque no encontraba trabajo en otro sitio¡±, conf¨ªa a este diario.
En un pa¨ªs con elevadas tasas de paro (aunque la cifra oficial es de un 15%, el subempleo alcanza el 60%), s¨®lo el sector p¨²blico garantiza un trabajo decente y un salario regular. Para muchos j¨®venes, las fuerzas de seguridad son la ¨²nica alternativa. Pero una vez asegurado el sueldo, a la falta de entusiasmo se le suma la corrupci¨®n que plaga las fuerzas armadas iraqu¨ªes.
Ahmed ha evitado la movilizaci¨®n sin soborno porque su padre es general
¡°El fen¨®meno de los astronautas est¨¢ destruyendo al Ej¨¦rcito iraqu¨ª¡±, declar¨® recientemente un militar identificado como Kadhim al Shamari a la web Niqash. ¡°Hay altos oficiales que est¨¢n haciendo acuerdos con decenas de sus hombres, d¨¢ndoles vacaciones durante meses, a cambio de una parte de sus sueldos¡±, explicaba.
Para Ahmed ha sido f¨¢cil porque es hijo de un general. As¨ª que ni siquiera tiene que pagar el soborno con que otros astronautas evitan el frente. No va al destacamento que en teor¨ªa le corresponder¨ªa y se queda en casa fingiendo ser guardaespaldas de su progenitor, aunque en realidad no hace ninguna labor de protecci¨®n. ¡°Debido a la posici¨®n de mi padre, nadie se atreve a preguntar d¨®nde estoy¡±, se?ala tranquilo.
El absentismo no es nuevo entre los militares iraqu¨ªes. EE UU ya tuvo que hacer frente a esa realidad durante los a?os de la ocupaci¨®n (2003-2011), en los que invirti¨® 17.000 millones de d¨®lares (unos 13.300 millones de euros) para entrenar y equipar a esas fuerzas armadas. Pero el asunto se ha agudizado desde la ofensiva lanzada por el EI el pasado junio.
Los medios iraqu¨ªes se han hecho eco de la escasez de efectivos en las provincias donde se concentran los combates como Al Anbar, Saladino o Diyala. La presencia de menos soldados de los que el Ministerio de Defensa contabilizaba pareci¨® haber influido en la retirada del cuartel del Heet el pasado d¨ªa 14, o semanas antes en el de Saqlawiya, a las afueras de Faluya. El Gobierno ha recurrido a la movilizaci¨®n de voluntarios, pero eso s¨®lo compensa parcialmente la falta de soldados profesionales y da pie a que las milicias sectarias adquieran m¨¢s poder.
La Comisi¨®n de Seguridad y Defensa del Parlamento abord¨® el asunto en una reuni¨®n a puerta cerrada. De lo all¨ª debatido ha trascendido que hay miles de soldados como Ahmed, aunque los diputados parecen incluir tambi¨¦n a quienes abandonaron sus posiciones ante el avance del EI y se fueron a casa. En cualquier caso, la reducci¨®n de efectivos en una unidad aumenta la carga de trabajo de los que quedan. El militar Al Shammari contaba que algunos soldados s¨®lo pueden tener una semana de descanso tras 40 d¨ªas seguidos de servicio, en vez de tras los 21 establecidos.
Ahmed no cree que el Ej¨¦rcito iraqu¨ª est¨¦ preparado para mantener la seguridad de Irak. Opina que ¡°la mayor¨ªa de sus miembros son enchufados, a quienes interesa m¨¢s el sueldo que defender su patria¡±. ¡°Les falta voluntad y leatad¡±, asegura. Sabe de lo que habla.
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