Holanda reclama a EE UU y Rusia datos de sus radares sobre el MH17

El Gobierno holand¨¦s ha asumido oficialmente que la tragedia del vuelo MH17 de las l¨ªneas a¨¦reas malasias no fue un accidente, sino un atentado terrorista, y ha pedido ayuda a Estados Unidos y Rusia para probarlo. De Washington, reclama los datos obtenidos por sus sat¨¦lites. Concretamente, los diez minutos anteriores y posteriores al derribo del avi¨®n sobre Ucrania, que caus¨® la muerte a 298 personas, 196 de nacionalidad holandesa. La Fiscal¨ªa General del Estado piensa hacer otro tanto con Mosc¨², pero con la informaci¨®n captada por sus radares. La primera entrega podr¨ªa demostrar si el aparato fue abatido por un misil tierra-aire disparado por rebeldes prorrusos. Es la tesis estadounidense. La otra aclarar¨ªa si, como sostiene Rusia, la culpa pudo tenerla un avi¨®n de combate ucranio. El problema es que Holanda no ha obtenido todav¨ªa respuesta de sus interlocutores, y la espera puede ser larga.

As¨ª lo acaba de admitir el propio Ejecutivo en una nota remitida al Parlamento donde se?ala que, ¡°desde el punto de vista jur¨ªdico, ¡°resulta muy complejo para Estados Unidos desvelar informaci¨®n secreta¡±. ¡°De todos modos, los fiscales conf¨ªan en obtener el material relevante necesario¡±. La Haya depende m¨¢s que nunca de la colaboraci¨®n estadounidense y rusa porque el este de Ucrania, y en especial la provincial de Donetsk, donde cay¨® el MH17, sigue siendo escenario de combates entre tropas ucranias y prorrusas.

De momento, el ¨²nico informe oficial sobre lo ocurrido es provisional y firmado por el Consejo Holand¨¦s para la Seguridad. Seg¨²n sus expertos, ¡°no hubo fallo t¨¦cnico y la nave estall¨® en el aire debido, probablemente, al impacto de varios objetos externos con alta energ¨ªa que atravesaron el fuselaje¡±. Dada la magnitud de lo ocurrido y el trauma nacional sufrido por Holanda, las familias guardaron un respetuoso silencio para no entorpecer la labor de los forenses (ya han sido identificados 284 cad¨¢veres). A principios de octubre, sin embargo, una frase del anterior ministro de Exteriores, Frans Timmermans (hoy vicepresidente primero de la Comisi¨®n Europea), produjo un esc¨¢ndalo. Dijo que uno de los pasajeros llevaba una mascarilla de ox¨ªgeno puesta cuando recogieron su cuerpo. Dado que el informe preliminar aseguraba que ¡°no tuvieron tiempo de hacer nada¡± antes de morir, los parientes se horrorizaron. Desde entonces, reclaman al Gobierno nacional mayor rapidez y resultados en las investigaciones. Una actitud reforzada por las declaraciones de los servicios germanos de inteligencia, que han concluido que ¡°el atentado fue perpetrado por rebeldes aliados de Rusia¡±. En la misma nota parlamentaria, el Gobierno de La Haya subraya que prefiere ¡°sacar sus propias conclusiones¡±.