Ley del silencio en el Gran Ducado
Luxemburgo protege a empresas y bancos con un tratamiento ventajoso Con medio mill¨®n de habitantes, el pa¨ªs alberga un total de 140 bancos
Cae la noche en el barrio de Kirchberg, al norte de Luxemburgo capital. Es el epicentro de la industria financiera del Gran Ducado y milla de oro para toda empresa que quiera establecerse aqu¨ª, donde los edificios de oficinas de grandes bancos y consultoras se disputan el espacio con las instituciones europeas. Las luces del edificio de Deutsche Bank se apagan poco a poco y los trabajadores m¨¢s rezagados se retiran como un jueves cualquiera, ajenos al en¨¦simo esc¨¢ndalo fiscal, que vuelve a traer el foco de atenci¨®n a este diminuto pa¨ªs inscrito en el coraz¨®n de la Uni¨®n. M¨¢s de 300 multinacionales de la talla de Ikea, Amazon, Accenture, Pepsi, Heinz y el propio Deutsche Bank ¡ªmetido en todos y cada uno de estos l¨ªos¡ª se beneficiaron entre 2008 y 2010 de acuerdos fiscales ad hoc con el Gobierno luxemburgu¨¦s que les permit¨ªan pagar apenas un 2% en concepto de impuesto de sociedades, frente al 28,6% que rige oficialmente en Luxemburgo. El pa¨ªs tiene una bien ganada fama de para¨ªso fiscal; quiz¨¢ porque se encierra en un silencio herm¨¦tico cuando aparecen ese tipo de historias.
El Ejecutivo y los empleados de las firmas afectadas cierran filas
Unas pocas voces rompen ese sigilo. ¡°Luxemburgo es un buen lugar para hacer negocios. ?La fiscalidad? Influye¡±, reconoce Dorit Hermann, una empleada que abandona las dependencias del gigante financiero alem¨¢n en Luxemburgo. La conversaci¨®n termina de manera abrupta cuando se le pregunta por la implicaci¨®n de su empresa en el caso. ¡°Trabajo en el departamento de pagos, no en temas fiscales¡±, a?ade. Un grupo de empleados perfectamente trajeados sigue sus pasos, tambi¨¦n aparentemente ajenos a lo publicado, a pesar de que L¡¯Essentiel, el diario gratuito m¨¢s le¨ªdo en el Gran Ducado, ha despertado a los luxemburgueses informando en primera p¨¢gina del Luxleaks: ¡°Una bomba sobre Luxemburgo¡±.
El orden de este tranquilo micropa¨ªs permanece inalterado pese al alud de informaci¨®n sobre las artima?as fiscales de Luxemburgo, que todo el mundo aqu¨ª parece conocer y de las que pr¨¢cticamente nadie quiere hablar. Apenas ocho kil¨®metros al sur de Kirchberg, en el barrio de Gaasperech, se levanta la flamante sede de PwC, la consultora que se ha convertido en una de las protagonistas del caso por haber asesorado a muchas de esas empresas en sus maniobras de ¡°optimizaci¨®n fiscal¡±. Nadie abre la boca: es un asunto demasiado sensible; todos y cada uno de los trabajadores interpelados por este diario se remiten al escueto comunicado en el que la empresa estadounidense asegura haber cumplido en todo momento con la legislaci¨®n fiscal ¡°local, europea e internacional¡±.
"Preg¨²ntele a Juncker", alega una mujer en la 'milla de oro' financiera
Hasta 140 bancos tienen oficinas en este parad¨®jico Estado con apenas medio mill¨®n de habitantes, uno de los seis fundadores de la Comunidad Europea, germen de la UE actual, a la par que principal alcantarilla fiscal de la Uni¨®n por la que se escapan miles de millones de euros cada a?o. El Gran Ducado tambi¨¦n es la segunda plaza mundial de fondos de inversi¨®n y hedge funds (fondos de alto riesgo), solo por detr¨¢s de EE UU. Bruselas considera que ese grado de concentraci¨®n est¨¢ directamente relacionado con el hecho de que en Luxemburgo no hay ninguna voluntad pol¨ªtica para acabar con un esquema fiscal que es la gallina de los huevos de oro para empresas e instituciones financieras, y que a la vez resta recursos fiscales a otros pa¨ªses de la UE.
En pleno casco hist¨®rico, una de esas calles serpenteantes que ofrecen las mejores vistas de Luxemburgo termina en un complejo de oficinas de escasa altura que acoge la sede europea del gigante del comercio electr¨®nico Amazon, otra de las empresas que firm¨® un acuerdo fiscal con el Gobierno luxemburgu¨¦s y que ya est¨¢ siendo investigada por la Comisi¨®n. Sophie, una trabajadora belga del departamento de personal de la multinacional estadounidense que prefiere no dar su apellido, dice no saber nada sobre los acuerdos fiscales. ¡°Lo he le¨ªdo en la prensa¡±, afirma mientras apura un cigarrillo en el patio central que hace las veces de vest¨ªbulo exterior de entrada a las oficinas. ¡°De todas formas, la mejor persona para hablar de esto es Juncker. Le conoce, ?no?¡±, deja caer en referencia a Jean-Claude Juncker, reci¨¦n nombrado presidente de la Comisi¨®n y primer ministro de Luxemburgo entre 1995 y 2013, en los a?os en los que su pa¨ªs firm¨® los acuerdos que beneficiaron a 340 multinacionales. ¡°Preg¨²ntele a Juncker. Quiz¨¢ ¨¦l tenga la respuesta¡±, cierra.
Los involucrados
- Entre las 340 multinacionales que ten¨ªan acuerdos con Luxemburgo que les permit¨ªan reducir notablemente sus facturas fiscales figuran compa?¨ªas como Ikea, Deutsche Bank o Pepsi.
- La Comisi¨®n ya estaba investigando el posible trato fiscal favorable del Gran Ducado a Amazon y Fiat.
- La sociedad de capital riesgo espa?ola Mercapital, que en 2012 se fusion¨® con N+1, cre¨® dos fondos de inversi¨®n en Luxemburgo, uno en 2002 y otro en 2009, seg¨²n consta en documentos publicados por The Guardian tras la indagaci¨®n del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigaci¨®n. La compa?¨ªa no ha querido hacer comentarios.
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