Obama elige a una afroamericana para el puesto de Fiscal General

El de Lynch es, en definitiva, un nombramiento que refleja los nuevos aires que soplan por Washington y la inagotable capacidad de Obama para manejar los gestos. Muy castigado, entre otros motivos, por ser el rostro m¨¢s visible de una pol¨ªtica empantanada durante los ¨²ltimos a?os en luchas partidistas, el presidente aporta al escenario de la capital un rostro nuevo, fresco y con un marchamo de eficacia. Lynch, desde ese punto de vista, encaja en la necesidad de acuerdos expresada por el presidente tras su cat¨¢strofe electoral y reclamada por los republicanos tras su gran triunfo no exento de obligaciones. Entre ellas, la de demostrar que son capaces de llegar a consensos como partido que aspira a Gobernar desde la Casa Blanca.

"Loretta debe ser la ¨²nica fiscal que lucha contra mafiosos, terroristas y narcotraficantes que conserva uan reputaci¨®n de buena persona", brome¨® Obama en el acto convocado en el Sal¨®n Roosevelt de la Casa Blanca. "En todas las etapas de su carrera, Loretta ha seguido los principios de igualdad y justicia que aprendi¨® desde ni?a. No puedo pensar en otra servidora p¨²blica mejor para que sea nuestra pr¨®xima Fiscal General", a?adi¨® m¨¢s en serio. ¡°Voy trabajar cada d¨ªa por la seguridad, los derechos y las libertades de los ciudadanos de esta gran naci¨®n, que tanto me ha dado a m¨ª y a mi familia", proclam¨® la fiscal de Nueva York tras ser designada.

El deseo del presidente es que Lynch sea ratificada por el Senado "sin dilaci¨®n", es decir, antes de que la nueva mayor¨ªa republicana tome posesi¨®n del mismo en enero del pr¨®ximo a?o. Est¨¢ por ver que vaya a ser as¨ª, ya que el futuro l¨ªder de la c¨¢mara, Mitch McConnell, ha advertido que es un asunto que debe resolver el nuevo Congreso. La reacci¨®n republicana al nombramientgo ha sido, hasta el momento, cautelosa, pero no negativa. El senador Charles E. Grassley de Iowa, el republicano de mayor rango en el Comit¨¦ Judicial, dijo en un comunicado que Lynch recibir¨ªa "un muy justo, pero a fondo, escrutinio de sus antecedentes". Y a?adi¨®: "Tengo la esperanza de que su mandato, si se confirma, permitir¨¢ restablecer la confianza en el fiscal general como una voz pol¨ªticamente independiente para el pueblo estadounidense".

Nombrada en 2010 por Obama, Lynch ejerc¨ªa hasta el momento como fiscal en el distrito Este de Nueva York, lo que supone dirigir todas las investigaciones federales en Brooklyn, Queens, Staten Island y Long Island. Sirvi¨® en el mismo puesto entre 1999 y 2001, bajo la presidencia de otro dem¨®crata, Bill Clinton. En ambos casos fue confirmada por el Senado por aclamaci¨®n, lo que ha sido clave en su elecci¨®n. Tampoco tiene v¨ªnculos personales con el actual presidente, todo un activo dada la baja valoraci¨®n del otrora adorado l¨ªder. Durante su etapa fuera de la Administraci¨®n, en 2008, contribuy¨® economicamente a la campa?a de Obama. Otros nombres que hab¨ªan sonado como candidatos al puesto de Fiscal General, como el secretario de Trabajo, Thomas E. Perez, o el fiscal general ante el Supremo, Donald B. Verrilli, habr¨ªan resultado casi una provocaci¨®n para los republicanos.

Desde su puesto en Nueva York, Lynch ha asumido casos criminales de corrupci¨®n, narcotr¨¢fico y terrorismo, entre otros, que le han dotado de conocimientos en seguridad nacional, otro elemento muy importante para su elecci¨®n. Muy reconocido fue en su d¨ªa su exitoso trabajo como supervisora de un delicado caso que conmocion¨® a la opini¨®n p¨²blica. En 1997, un inmigrante haitiano, Abner Louima, fue sodomizado con un palo de escoba y brutalmente golpeado por agentes de la polic¨ªa de Nueva York. Justin Volpe, autor de la agresi¨®n, fue condenado a 30 a?os de prisi¨®n. Su compa?ero Charles Schwarz recibi¨® 15 a?os como colaborador. Este antecedente supone un gran aval para Lynch en un momento en que la brutalidad policial vuelve a estar en el debate pol¨ªtico tras los incidentes de Ferguson (Misuri) por la muerte a tiros injustificada de un joven negro a manos de un agente.

Otro caso sonado que Lynch ha dirigido recientemente, y que puede acarrearle alg¨²n problema en los sectores m¨¢s conservadores, es el planteado contra el congresista republicano de Staten Island Michael Grimm por presunto fraude fiscal. Pese a estar bajo investigaci¨®n, Grimm logr¨® ser reelegido en las recientes elecciones. En reiteradas ocasiones ha denunciado que su investigaci¨®n tiene motivaciones pol¨ªticas, pese a que Lynch se ha empleado a fondo tambi¨¦n contra pol¨ªticos dem¨®cratas como los senadores estatales John L. Sampson y Pedro Espada, y el miembro de la Asamblea de Nueva York William F. Boyland Jr..

Entre las muchas virtudes que sus defensores destacan de Lynch est¨¢ la discreci¨®n. Pese a haberse enfrentado a terroristas de Al Qaeda y a jefes de carteles mexicanos de la droga, nunca utiliz¨® su puesto para la promoci¨®n p¨²blica. Quienes esto afirman siempre ponen el ejemplo contrario, el del fiscal federal de Manhattan, Preet Bharara, muy conocido por haber llevado sonados casos de delincuentes de cuello blanco de Wall Street. Bharara tambi¨¦n figuraba en las quinielas para Fiscal General.