El asesinato de un general refleja la violencia sin fin en Tamaulipas
Un militar, tres hermanos y una tuitera son las ¨²ltimas v¨ªctimas en un estado convertido en tierra de nadie
Un grupo de sicarios mat¨® a tiros al general mexicano Ricardo C¨¦sar Ni?o Villarreal y a su esposa en Tamaulipas, al norte de M¨¦xico, la semana pasada. El militar ten¨ªa a su cargo la seguridad de una de las regiones m¨¢s peligrosas del pa¨ªs, a la que el Departamento de Estado de EE UU recomienda viajar solo por motivos excepcionales. No era la primera vez que hab¨ªa sufrido un atentado. Hace menos de un mes, el 9 de octubre, pudo repelir un ataque porque viajaba en un coche blindado y con escolta. Pero el s¨¢bado pasado Ni?o Villarreal iba sin escolta, en un coche civil, y los cuerpos no fueron hallados hasta 24 horas despu¨¦s por viajeros que paseaban por Vallecillo, uno de los pueblos que atraviesa la carretera de 200 kil¨®metros que une a Monterrey (una boyante urbe del norte) con Nuevo Laredo (una ciudad fronteriza sometida al terror de Los Zetas), donde el general ten¨ªa su sede.
Ni?o Villarreal hab¨ªa sido destituido en marzo como encargado de la seguridad de Cadereyta, un municipio vecino de Monterrey, por un esc¨¢ndalo desatado en las redes sociales: un grupo de agentes a su cargo fue retratado prest¨¢ndole armas de fuerte potencia a ni?os. Acto seguido, le enviaron al norte de Tamaulipas, punto fundamental de la estrategia del presidente Enrique Pe?a Nieto, que anunci¨® en mayo el env¨ªo de m¨¢s tropas al estado. Ni?o Villarreal era uno de los cuatro generales enviados especialmente para esa misi¨®n.
Nuevo Le¨®n y Tamaulipas, al noroeste de M¨¦xico, son dos estados vecinos que comparten m¨¢s de 800 kil¨®metros de frontera, pero con discursos de seguridad tan opuestos como el d¨ªa y la noche. Mientras que el gobierno regional de Nuevo Le¨®n presume de haber limpiado sus cuerpos municipales de polic¨ªa ¡ªuno de los mayores dolores de cabeza del Gobierno mexicano¡ª, las muertes, extorsiones y asesinatos en Tamaulipas la han convertido en sin¨®nimo de tierra de nadie.
El terror en Tamaulipas se resume con una r¨¢pida revisi¨®n de los cr¨ªmenes cometidos recientemente,en menos de un mes. En octubre, una mujer que utilizaba Twitter para denunciar cr¨ªmenes fue asesinada. A los sicarios no les bast¨® con matarla. Subieron fotos de su cad¨¢ver desde su cuenta y escribieron un macabro mensaje: ¡°Cierren su cuenta, no arriesguen a sus familias como lo hice yo¡±.
Hace apenas unos d¨ªas los cuerpos de tres hermanos estadounidenses de origen mexicano fueron hallados en Tamaulipas. Se llamaban ?rica, Alejandro y Jos¨¦ ?ngel Alvarado Rivera, y los tres eran veintea?eros. Agentes de la polic¨ªa bajo el mando de la alcaldesa de Matamoros, Leticia Salazar (del conservador Partido Acci¨®n Nacional, PAN), han sido interrogados por su presunta implicaci¨®n en el crimen, que ocurre en medio del esc¨¢ndalo nacional desatado por la desaparici¨®n de 43 estudiantes en Iguala, Guerrero, al sur del pa¨ªs y a 1.100 kil¨®metros de Matamoros. El principal acusado de lo ocurrido en Iguala, el alcalde Jos¨¦ Luis Abarca (del izquierdista Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica, PRD), fue detenido esta semana despu¨¦s de una larga b¨²squeda.
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