El reba?o disperso del papa Francisco en Estados Unidos
El pont¨ªfice viajar¨¢ a un pa¨ªs con 30 millones de fieles perdidos y obispos conservadores
Un reba?o disperso y unos pastores en estado de conmoci¨®n son los grandes desaf¨ªos que Francisco deber¨¢ afrontar en su primera visita a Estados Unidos en septiembre de 2015. El viaje, anunciado por el propio Papa el lunes de forma discreta, inopinada casi, encierra alguno de los retos m¨¢s importantes que la Iglesia de Roma afronta estos d¨ªas. Unos 30 millones de estadounidenses han abandonado la fe cat¨®lica en los ¨²ltimos a?os, mientras buena parte de sus conservadores obispos, acosados por los esc¨¢ndalos de pederastia, aguardan al Papa con respeto pero tambi¨¦n con un indisimulado escepticismo, cuando no oposici¨®n, por su aperturismo hacia cuestiones hasta hace poco tab¨², como las parejas de hecho, los matrimonios homosexuales o la comuni¨®n de las personas divorciadas.
¡°Francisco ha provocado una enorme esperanza, especialmente para los cat¨®licos de Estados Unidos, de los que el 90% abraza las conclusiones y reformas del Concilio Vaticano II. Los cat¨®licos americanos se sent¨ªan decepcionados con Benedicto XVI. Ahora tienen la sensaci¨®n de que estamos de nuevo en el camino. La visita del Papa es muy necesaria¡±, comenta a EL PA?S Thomas Groome, profesor de la Escuela de Teolog¨ªa del Boston College.
El Papa visitar¨¢ Filadelfia para atender un encuentro internacional y se especula si aprovechar¨¢ su viaje para acudir a otras ciudades, como Nueva York. Francisco visitar¨¢ un pa¨ªs que le admira (el 80% de las cat¨®licos y el 50% de la poblaci¨®n en general ten¨ªa una opini¨®n muy favorable de ¨¦l en el primer a?o de mandato, seg¨²n una encuesta de la cadena CBS), pero en el que la Iglesia acusa un marcado retroceso en un mercado espiritual muy din¨¢mico por las pujantes comunidades evangelistas. Solo la presencia de una poblaci¨®n inmigrante mayoritariamente cat¨®lica ha mitigado este efecto.
Pero los 78 millones de cat¨®licos de EE UU son una realidad menguante. ¡°El 70% de los que han dejado de ser cat¨®licos lo atribuyen a que no reciben el aliento espiritual que necesitan. Algo, sin duda, se est¨¢ haciendo mal. El Papa debe estar muy preocupado porque lo que demuestran los datos es que la Iglesia est¨¢ fuera de la realidad¡±, a?ade Groome.
Los cat¨®licos constituyen el 24% de los casi 320 millones de habitantes de Estados Unidos. Los protestantes, muy fragmentados, son el 51%. El catolicismo es la religi¨®n que m¨¢s adeptos ha perdido. Un tercio de los que crecieron como cat¨®licos asegura haber dejado de serlo. Esto significa que el 10% de los estadounidenses, unos 30 millones, ha abandonado la Iglesia de Roma. La inmigraci¨®n ha suavizado este retroceso: entre la poblaci¨®n adulta extranjera el 46% se declara cat¨®lico frente a un 24% de protestantes.
Los 54 millones de hispanos de Estados Unidos, una poblaci¨®n m¨¢s numerosa que la de cualquier pa¨ªs suramericano con la excepci¨®n de Brasil y M¨¦xico, no son ajenos a este fen¨®meno. Casi un cuarto de los adultos que crecieron en el catolicismo han abandonado tal afiliaci¨®n, mientras que solo el 2% de lo que nacieron en otra fe han hecho el camino inverso, seg¨²n un reciente estudio del centro Pew de investigaci¨®n.
¡°Aunque es cierto que hay un retroceso en la Iglesia en Estados Unidos, no creo que el viaje del Papa responda a una preocupaci¨®n por el n¨²mero de cat¨®licos. Creo que tiene m¨¢s que ver con la autenticidad del mensaje, con renovar la fe¡±, se?ala a EL PA?S Dennis Doyle, te¨®logo de la Universidad de Dayton, experto en el Concilio Vaticano II y unos de los que vaticin¨® la llegada de un Papa latinoamericano. Sean cuales sean las intenciones de Francisco, la semana pasada la archidi¨®cesis de Nueva York anunci¨® que 122 parroquias se reducir¨¢n a 55, y que 31 templos cerrar¨¢n.
Como en Am¨¦rica Latina, muchos hispanos de EE UU han dejado el catolicismo para unirse a las iglesias protestantes, que acogen al 22% de esa poblaci¨®n. En la actualidad, el 55% de los latinos son cat¨®licos, frente al 67% del a?o 2010.
En medio de esta realidad, los obispos estadounidenses se reunieron la semana pasada en Baltimore. El encuentro permiti¨® constatar la inquietud que el mensaje de Francisco ha generado entre sus filas. Superada, de momento, la tormenta de los esc¨¢ndalos de pederastia, que llevaron a muchas di¨®cesis a declararse en suspensi¨®n de pagos como consecuencia de las indemnizaciones que tuvieron que pagar, el problema ahora es c¨®mo digerir las propuestas innovadoras del nuevo Papa.
¡°Sin duda hay m¨¢s tensi¨®n en la Iglesia y entre los obispos, pero en el buen sentido de la palabra. Antes todos estaban en un mismo sitio, ahora hay un debate mucho m¨¢s din¨¢mico sobre cuestiones que para algunos son dif¨ªciles de aceptar. Quiz¨¢ el p¨¦ndulo ha estado demasiados a?os en un lado y ahora se mueve hacia otra direcci¨®n¡±, opina Doyle.
De momento, algunos obispos de EE UU se han mostrado desafiantes con Francisco. El arzobispo Charles Chaput, de Filadelfia, afirm¨® que una reciente conferencia con el Papa celebrada en el Vaticano le hab¨ªa producido confusi¨®n, ¡°y la confusi¨®n es del diablo¡±. El cardenal Raymond Burke afirm¨® que existe la sensaci¨®n de que la Iglesia es ahora un ¡°barco sin tim¨®n¡±. Su actitud con el nueva Papa ha supuesto para Burke ser relevado como prefecto del m¨¢s alto tribunal del Vaticano.
¡°Francisco ha levantado el veto sobre muchos temas de los que antes no se pod¨ªa hablar. Es un gran mensaje para la Iglesia, pero genera controversia. Algunos obispos americanos est¨¢n en estado de shock, confundidos. Es l¨®gico, pues los anteriores papas nombraron obispos muy conservadores, de forma desproporcionada¡±, afirma Thomas Groome.
En la reuni¨®n de Baltimore, todos los presentes aclamaron al cardenal Francis George, antiguo presidente de la conferencia episcopal que cesa ahora como arzobispo de Chicago. Entre los que aplaud¨ªan estaba Blase J. Cupich, quien ocupar¨¢ el puesto de George desde su modesta di¨®cesis de Spokane (Washington), pasando por delante de otros obispos m¨¢s conocidos por expresa decisi¨®n del papa Francisco.
La reuni¨®n de Baltimore se produjo semanas despu¨¦s del s¨ªnodo celebrado en Roma sobre el matrimonio y la familia. El pr¨®ximo a?o, despu¨¦s de su visita a EE UU, est¨¢ previsto otro. La divisi¨®n entre obispos progresistas y conservadores est¨¢ m¨¢s viva que nunca. Superados los 20 primeros meses del pontificado de Francisco, muchos obispos est¨¢n reclamando m¨¢s claridad en los mensajes. "El Papa dice cosas maravillosas, pero ?qu¨¦ es lo que quiere que hagamos?¡±, se pregunta el cardenal Francis George, de 77 a?os. ¡°Me gustar¨ªa sentarme con ¨¦l y decirle: Santo Padre, en primer lugar, le doy las gracias por dejar que me jubile. ?Podr¨ªa hacerle algunas preguntas acerca de sus intenciones?".
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