Una joven reta al Gobierno iran¨ª con un osado baile en el metro de Teher¨¢n
La Rep¨²blica Isl¨¢mica proh¨ªbe los bailes en p¨²blico La chica deja caer el obligatorio pa?uelo ante la at¨®nita mirada de las viajeras
Que el v¨ªdeo de una joven bailando en el metro sea noticia lo dice todo sobre el estado de las libertades en Ir¨¢n. La Rep¨²blica Isl¨¢mica proh¨ªbe, entre otras muchas cosas, que se baile en p¨²blico. Adem¨¢s de violar esa norma, la muchacha deja caer el pa?uelo que debiera cubrirle la cabeza por imperativo legal. Pero el verdadero desaf¨ªo no es tanto el lugar, al fin y al cabo el vag¨®n solo para mujeres del metro, como difundir la grabaci¨®n.
Muchos j¨®venes iran¨ªes de ambos sexos bailan y se divierten, incluso juntos (otro anatema), pero lo hacen de forma privada en sus casas, y las im¨¢genes, algunas subidas de tono, solo circulan entre los amigos. Una parte creciente de la poblaci¨®n hace tiempo que no comulga con la rigidez moral impuesta por los gobernantes tras la revoluci¨®n de 1979. De hecho, dos tercios han nacido despu¨¦s de esa fecha y su mero peso demogr¨¢fico est¨¢ forzando un cambio social y pol¨ªtico al que se resiste la vieja guardia.
A¨²n as¨ª, hay que ser muy valiente (o muy joven) para semejante lance, en especial despu¨¦s de que el pasado septiembre un juez condenara a seis meses de c¨¢rcel y 91 latigazos a los tres chicos y tres chicas que participaron en el clip Happy in Tehran. De hecho, cuando la muchacha, que baila al ritmo de Salute de Little Mix, intenta implicar al resto de las ocupantes del vag¨®n haci¨¦ndoles sujetar el reproductor de m¨²sica y m¨®vil con el que se graba, la mayor¨ªa mira a otro lado.
Su osad¨ªa, difundida a trav¨¦s de la p¨¢gina de Facebook My StealthyFreedom (Mi libertad oculta), es el ¨²ltimo ejemplo de la guerra que los j¨®venes iran¨ªes han declarado al sistema clerical. Esa p¨¢gina, creada por la periodista Masih Alinejad, muestra centenares de fotos de mujeres que se retratan con el cabello al aire, hartas de que les digan c¨®mo tienen que vestirse o cu¨¢nto tienen que taparse.
¡°Cada vez que [las mujeres] hemos querido abordar el asunto del hiyab, nos han parado¡±, explic¨® Alineyad a EL PA?S el pasado mayo. ¡°Los gobiernos conservadores acus¨¢ndonos de no creer en el islam y los reformistas con el pretexto de que no era el momento adecuado. ?Cu¨¢ndo va a serlo? Llevamos tres generaciones sufriendo esa imposici¨®n. Ya no pueden censurarnos m¨¢s. Tambi¨¦n somos iran¨ªes y gracias a las redes sociales podemos tener voz¡±, conclu¨ªa.
Es cada vez m¨¢s frecuente ver a chicas que dejan resbalar el pa?uelo y se demoran en recoloc¨¢rselo, sobre todo si est¨¢n dentro de un coche. Ese peque?o gesto de resistencia, favorecido en parte por el clima de mayor tolerancia desde la llegada a la presidencia de Hasan Rohan¨ª, irrita sobremanera a los m¨¢s conservadores. Cuando hace unos meses se produjeron varios ataques con ¨¢cido a mujeres en Isfah¨¢n, el boca a boca asegur¨® que todas ellas conduc¨ªan con el pa?uelo sobre los hombros.
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