Recorte de gasto y freno a la inflaci¨®n
Dilma Rousseff cambia de rumbo ante las evidentes dificultades econ¨®micas
En diciembre de 2009, en plena crisis mundial, el entonces ministro de Econom¨ªa de Brasil, Guido Mantega, al comparar los datos del PIB de su pa¨ªs (con un crecimiento del 2%) con el mucho menor de Europa, asegur¨®: "Lo nuestro es un pib?o [un gran PIB]. Lo suyo, un pibinho [un PIB peque?o]". La frase tuvo su ¨¦xito y su recorrido. Pero, con el tiempo, se volvi¨® contra su autor. Porque el crecimiento de Brasil, que asombr¨® hace una d¨¦cada al mundo, se esfum¨®.
Los ¨²ltimos datos, del pasado viernes, lo certifican: la econom¨ªa brasile?a creci¨® un raqu¨ªtico 0,1% en el ¨²ltimo trimestre. Los optimistas se?alan que, al menos, se ha dejado atr¨¢s la recesi¨®n t¨¦cnica de los seis meses anteriores. Los realistas, como S¨¦rgio Vale, economista-jefe de MB Associados, replicaban en O Estado de S?o Paulo: "El pa¨ªs no ha salido a¨²n del fondo del pozo". As¨ª que muchos articulistas, recordando el comentario de Mantega, se refieren ya a la ¨¦poca actual brasile?a como "la era del pibinho".
El presidente Fernando Henrique Cardoso, del Partido Socialdem¨®crata Brasile?o (PSDB), logr¨®, en sus a?os de Gobierno (1995-2003), estabilizar la moneda y acabar con la inflaci¨®n desaforada. Con Luiz In¨¢cio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT), que gobern¨® los ocho a?os posteriores, Brasil despeg¨®, encadenando trimestre de crecimientos del 6% y del 7%. Una nueva clase media, salida hac¨ªa poco de la pobreza gracias a las alzas de salarios y a la bajada del desempleo, se lanz¨® al mercado de consumo dinamizando a¨²n m¨¢s una sociedad que ni la crisis financiera internacional detuvo.
Pero esos tiempos desaparecieron hace un a?o. Dilma Rousseff, del PT, reelegida en octubre por un margen muy estrecho frente a su oponente, A¨¦cio Neves, del PSDB, achac¨® durante la campa?a electoral (dura y disputada) la d¨¦bil marcha de Brasil a la dif¨ªcil coyuntura internacional. Hay quien le recuerda, por el contrario, que en la actualidad EE UU crece y China supera el 7%, devolviendo la pelota al tejado del Gobierno brasile?o y exigi¨¦ndole una mudanza de rumbo.
Y la designaci¨®n, hecha p¨²blica un d¨ªa antes de la divulgaci¨®n del dato del PIB, de Joaquim Levy, economista formado en la ortodoxa y liberal escuela de Chicago, especialista en contener el gasto, apunta en esa direcci¨®n.
Levy manifest¨® poco despu¨¦s de ser designado que el pa¨ªs necesita una cura de ahorro y que ser¨¢n necesarias medidas de ajuste. No precis¨®, eso s¨ª, ni d¨®nde ni cu¨¢ndo. Para ello esperar¨¢ a tomar posesi¨®n del cargo, junto al resto del Gabinete, el pr¨®ximo 1 de enero. Levy a?adi¨® que luchar¨¢ especialmente para contener la inflaci¨®n, que coquetea desde hace meses con la barrera del 6,5% tope infranqueable autoimpuesto por el Gobierno.
La inflaci¨®n alta, la menor subida de los salarios, el estancamiento del mercado del trabajo (aunque el paro se sit¨²a en un 5%) y los altos intereses de los pr¨¦stamos han hecho que el consumo de las familias, ¨¦se que en la etapa de Lula constituy¨® uno de los pilares del despegue, se haya paralizado. Recula, seg¨²n el Instituto Brasileiro de Geografia e Estad¨ªstica (IBGE), un 0,3% con respecto al trimestre anterior, y alcanza cifras que en Brasil no se registraban desde 2003. La industria tampoco avanza. Y el gigantesco agujero de corrupci¨®n descubierto en la mayor empresa p¨²blica del pa¨ªs, la petrolera Petrobras, no ayuda.
Levy deber¨¢ luchar contra todas estas realidades econ¨®micas. Pero tambi¨¦n enfrentar¨¢ otras puramente pol¨ªticas. Durante la campa?a, Rousseff, para diferenciarse de su oponente, hizo ¨¦nfasis en la pol¨ªtica social del PT. De ah¨ª que, ahora que llegan los recortes, haya sectores del PT que no ven con muy buenos ojos al nuevo titular de Econom¨ªa, al que sit¨²an en una l¨ªnea ideol¨®gica distinta. Hay quien asegura (entre otros la candidata a la presidencia Marina Silva), que Levy no gozar¨¢ de autonom¨ªa suficiente para llevar a cabo su labor.
La misma Rousseff, en una reuni¨®n con miembros del PT, en Fortaleza este viernes, apel¨® a la "madurez" de sus correligionarios. Y a?adi¨®: "La coyuntura cambia. El pa¨ªs cambia, las condiciones de la econom¨ªa cambian. Tenemos que adaptarnos a las nuevas demandas y darles respuestas".
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