¡°No acordaremos nada que rebaje los est¨¢ndares europeos¡±
"Queremos acabar con la discriminaci¨®n de empresas de la UE en EE UU", dice el negociador del Tratado de Libre Comercio con Washington
Poco despu¨¦s de iniciarse las conversaciones sobre la Asociaci¨®n Transatl¨¢ntica para el Comercio y la Inversi¨®n ¡ªconocido por sus siglas en ingl¨¦s, TTIP¡ª, el representante de los intereses europeos, Ignacio Garc¨ªa-Bercero (Madrid, 1958), reconoci¨® que no ser¨ªa un proceso f¨¢cil. La Uni¨®n Europea y Estados Unidos, dos econom¨ªas que representan m¨¢s de la mitad del PIB mundial, llevan a?o y medio negociando este acuerdo de libre comercio. Tras la toma de posesi¨®n de la nueva Comisi¨®n, Garc¨ªa-Bercero atiende a EL PA?S por tel¨¦fono desde Bruselas. Prefiere no adelantar la fecha en la que el acuerdo podr¨ªa estar listo, pero indica que el objetivo es lograr el m¨¢ximo de progresos posibles en 2015 y 2016.
?Qu¨¦ avances concretos se han registrado en la negociaci¨®n?
Ya hemos concluido una primera fase, en la que ambas partes han expuesto sus objetivos. Se est¨¢n discutiendo m¨¢s de 20 asuntos. En todos hemos avanzado. Lo m¨¢s dif¨ªcil es lo que tenemos a¨²n por delante: reconciliar posiciones y llegar a un acuerdo ambicioso y equilibrado. A¨²n queda bastante por hacer. Se trata, por ejemplo, de revisar la duplicaci¨®n innecesaria en temas reglamentarios. La octava ronda se celebrar¨¢ en febrero en Bruselas, pero antes habr¨¢ una reuni¨®n [la pr¨®xima semana] para asegurar que el nivel pol¨ªtico est¨¢ implicado.
?Habr¨¢ cambios con esta Comisi¨®n? El presidente Juncker y la comisaria de Comercio, Cecilia Malmstr?m, han discrepado sobre el mecanismo de resoluci¨®n de conflictos entre inversores y Estados.
No, ambos han dicho que ning¨²n tribunal de arbitraje puede interferir con los procesos de jurisdicci¨®n nacional. El mandato de negociaci¨®n que los Estados miembros entregaron a la Comisi¨®n deja claro que la inclusi¨®n o no de este instrumento en el acuerdo solo puede decidirse en una fase m¨¢s avanzada de la negociaci¨®n.
EE UU no est¨¢ dispuesto a prescindir de este mecanismo. ?Cu¨¢l es la postura de la UE?
Que se incluya o no en el acuerdo depende de que se cumplan ciertas condiciones.
?Cu¨¢les?
Es esencial que los procedimientos en materia de arbitraje sean transparentes y en conformidad con los m¨¢s altos est¨¢ndares de los Estados miembros. Cuando se habla de que se pretende establecer jurisdicciones secretas, esto se debe desgraciadamente a algunos de los m¨¢s de 1.000 acuerdos bilaterales de protecci¨®n de la inversi¨®n en los Estados miembros, que incluyen mecanismos de arbitraje. Pero en todos los acuerdos que ha negociado hasta ahora la UE ¡ªcon Canad¨¢ y Singapur¡ª se prev¨¦ la transparencia de los procedimientos arbitrales. Y en el acuerdo con Canad¨¢ los est¨¢ndares est¨¢n definidos de forma muy precisa para evitar que medidas legislativas perfectamente leg¨ªtimas sean cuestionadas. De cualquier forma, lo que la Comisi¨®n y la UE realmente propondr¨¢n sobre este instrumento es una cuesti¨®n que est¨¢ a¨²n abierta porque lanzamos una consulta p¨²blica debido a lo sensible del tema. Antes de final de a?o haremos un informe que se discutir¨¢ con los Estados miembros y el Parlamento Europeo. Despu¨¦s diremos cu¨¢les son para nosotros las condiciones aplicables en esta materia.
Una de las cr¨ªticas al acuerdo es la falta de transparencia. Malmstr?m ha anunciado que los 751 diputados podr¨¢n acceder a todos los documentos de la negociaci¨®n, y que se har¨¢n p¨²blicas las propuestas formales. ?A partir de cu¨¢ndo se producir¨¢n ambas cosas?
Nos hemos esforzado por asegurar un m¨¢ximo de transparencia. Ahora en todos los temas de la negociaci¨®n la propuesta de la UE ser¨¢ p¨²blica. Por supuesto, ciertos asuntos tienen que continuar siendo confidenciales porque debe haber un espacio para que ambas partes vean c¨®mo reconciliar sus posiciones. No puedo dar una fecha, pero se producir¨¢ en un espacio de tiempo corto. Y tambi¨¦n estamos discutiendo con la Euroc¨¢mara c¨®mo definir las modalidades para que los textos que tienen que seguir siendo confidenciales sean en cualquier caso accesibles para todos los eurodiputados.
?Se conseguir¨¢ as¨ª reducir la oposici¨®n de ciertos sectores sociales al acuerdo?
El hecho de que haya un gran debate sobre pol¨ªtica europea es una se?al de que existe una democracia activa. No solo la Comisi¨®n, sino tambi¨¦n los Estados miembros tienen que estar implicados en un debate p¨²blico para dejar claro qu¨¦ estamos negociando y qu¨¦ no. El texto del acuerdo ser¨¢ p¨²blico mucho antes de que los Estados miembros y el Parlamento Europeo tengan que pronunciarse sobre ¨¦l. Es cierto que los acuerdos comerciales son muy t¨¦cnicos y reconozco que hay que hacer un esfuerzo continuo de pedagog¨ªa.
Otra de las preocupaciones de los europeos es que se puedan rebajar los est¨¢ndares de protecci¨®n.
No habr¨¢ nada en esta negociaci¨®n que implique una rebaja de los est¨¢ndares de protecci¨®n en Europa, ya sea en materia de calidad, de protecci¨®n del consumidor, de protecci¨®n del medio ambiente, de privacidad o cualquiera de los valores que se encuentran reflejados en la legislaci¨®n europea. La garant¨ªa principal es que cualquier pacto negociado por la Comisi¨®n tendr¨¢ tambi¨¦n que ser acordado por todos los Estados miembros y ser ratificado por el Parlamento Europeo. La Comisi¨®n no va a negociar nada que implique una reducci¨®n del nivel de protecci¨®n. Si acaso incluyese algo, no ser¨ªa jam¨¢s aceptable para la Euroc¨¢mara.
Para la UE es fundamental que en EE UU se apruebe cuanto antes la Autoridad de Promoci¨®n Comercial [autorizaci¨®n por la cual el Congreso puede aprobar o rechazar un acuerdo comercial, pero no incluir enmiendas]. ?Est¨¢ retrasando las negociaciones?
Hasta ahora el hecho de que no la tengamos no ha sido un problema. Ahora bien, no se puede entrar en la fase decisiva de la negociaci¨®n, cuando uno tiene que tomar las decisiones en los temas dif¨ªciles, sin saber que su contraparte tiene la plena autoridad para llegar a acuerdos definitivos. Nos parecen positivas las se?ales que estamos recibiendo que indican que se le va a dar prioridad pol¨ªtica. Es importante para la UE: quiz¨¢s uno de los factores que determine el progreso en esta negociaci¨®n es que el Congreso de EE UU la otorgue cuanto antes.
?Ser¨¢ la UE m¨¢s permisiva en cuanto a los transg¨¦nicos?
No vamos a negociar ning¨²n cambio en la legislaci¨®n europea sobre transg¨¦nicos. EE UU tampoco nos lo est¨¢ pidiendo. Donde han mostrado preocupaci¨®n es en los casos en los que nuestra legislaci¨®n no est¨¢ siendo aplicada de forma eficaz por los retrasos en los procedimientos de aprobaci¨®n.
?Qu¨¦ posibilidad hay de que se liberalicen servicios p¨²blicos?
La posici¨®n de la UE es clar¨ªsima: no negociamos al respecto.
?Y los contratos p¨²blicos?
Uno de los objetivos de la UE es que las empresas europeas sean tratadas en EE UU de la misma manera en que las empresas americanas son tratadas en Europa. Aqu¨ª los procesos de licitaci¨®n se hacen sobre una base transparente y no se discrimina a las empresas americanas. En EE UU existe una legislaci¨®n ¡ªBuy American Act¡ª que establece que una empresa debe estar establecida en EE UU y asegurar que un cierto porcentaje del valor del contrato, en algunos casos hasta el 100%, es americano para poder participar en un procedimiento de licitaci¨®n. Esta legislaci¨®n discriminatoria es uno de los problemas importantes de la negociaci¨®n.
?Qu¨¦ ocurrir¨¢ con los servicios financieros?
Es uno de los puntos complicados. Para la UE ser¨ªa parad¨®jico que un sector en el cual la cooperaci¨®n es tan importante se excluyera del TTIP. No se trata de cambiar los niveles de protecci¨®n, sino de asegurarse de que los reguladores de ambas partes cooperen de buena fe y que examinen la posibilidad de establecer reconocimientos mutuos de equivalencias en el sector financiero, dejando muy claro que al final depende de la decisi¨®n de cada regulador. Este es nuestro objetivo, pero de momento la posici¨®n americana contin¨²a siendo bastante reticente.
Hay estudios econ¨®micos que apuntan que las previsiones de crecimiento de la Comisi¨®n Europea tras la firma del acuerdo ¡ª119.000 millones de euros en beneficios y 400.000 puestos de trabajo¡ª son demasiado optimistas.
Hay much¨ªsimos estudios econ¨®micos. Y no todos arrojan la misma cifra. El que present¨® la Comisi¨®n antes del lanzamiento de la negociaci¨®n hablaba de que este pacto supondr¨ªa un aumento anual en el producto interior bruto de la UE de en torno al 0,5% a partir de los diez a?os de su aplicaci¨®n. Parece una cifra realista. Eso no quiere decir que no vaya a tener efectos inmediatos; por ejemplo, si conseguimos que los aranceles americanos, en su gran mayor¨ªa, se eliminen desde el primer d¨ªa. Y lo mismo ocurre con el tema reglamentario. Pero en vez de concentrarse tanto en las grandes cifras, hay que ver cu¨¢les son los temas en los que las condiciones para que las empresas europeas, sobre todo las peque?as y medianas empresas, exporten al mercado americano van a verse favorecidas con este acuerdo. Se abrir¨¢n posibilidades para empresas que ahora ni se plantean exportar a EE UU.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.