Grecia se zambulle en la campa?a electoral en un clima de polarizaci¨®n

La campa?a electoral griega arranca en un ambiente de m¨¢xima polarizaci¨®n en el que el protagonista absoluto es el partido izquierdista Syriza, favorito seg¨²n todas las encuestas para ganar los comicios anticipados del 25 de enero. Tras la disoluci¨®n del Parlamento el martes, la posici¨®n del Gobierno de Atenas, las canciller¨ªas de la UE, Bruselas y el FMI ha sido un¨¢nime: la propuesta rupturista de Syriza amenaza la estabilidad institucional y podr¨ªa poner en peligro la t¨ªmida recuperaci¨®n de la econom¨ªa.

El l¨ªder de la formaci¨®n, Alexis Tsipras, sali¨® al paso de este argumento el mismo lunes en su primer ba?o de multitudes de la campa?a, en un cine de Atenas, pocas horas despu¨¦s de la convocatoria electoral: ¡°Se dir¨¢n muchas mentiras, mentiras terribles sobre Syriza, porque esta va a ser la campa?a del miedo¡±, dijo, en referencia a las declaraciones del primer ministro en funciones, el conservador Andonis Samar¨¢s, sobre la hipot¨¦tica quiebra del pa¨ªs si gana el partido, partidario de revisar los t¨¦rminos de la deuda de Grecia.

¡°Nosotros no jugamos con Grecia¡± ser¨¢ uno de los lemas de la conservadora Nueva Democracia, el partido de Samar¨¢s, en esta campa?a. ¡°Las elecciones se han convocado por el ego¨ªsmo de algunos partidos¡±, dijo este martes antes de reunirse con el presidente, Karolos Papulias, para formalizar el tr¨¢mite de la disoluci¨®n de la C¨¢mara. La referencia era un dardo para Syriza, el arranque de una campa?a en la que no habr¨¢ debates program¨¢ticos ni finuras ideol¨®gicas, sino un espectro rampante, apocal¨ªptico, el de la salida de Grecia del euro. ¡°Lo que est¨¢ en juego en estas elecciones es la permanencia de Grecia en Europa, por eso hemos de votar con responsabilidad¡±, a?adi¨® el primer ministro en funciones. Como en las elecciones de 2012, el mensaje es votar lo correcto, aunque qu¨¦ sea lo correcto y qu¨¦ lo err¨®neo difiera radicalmente seg¨²n los bandos. Para Samar¨¢s, lo correcto est¨¢ en la l¨ªnea de su ¨¦xito econ¨®mico (success story, como lo llaman los griegos), con la consecuci¨®n de super¨¢vit primario, vuelta a los mercados antes del plazo previsto, descenso m¨ªnimo del paro y un crecimiento del 0,7% en el tercer trimestre de este a?o.

En un escenario que en algunos aspectos parece un calco del marem¨¢gnum pol¨ªtico de 2012, el temido y manido Grexit (juego de palabras en ingl¨¦s que significa ¡°salida de Grecia¡± de la eurozona) vuelve hoy por sus fueros, pese a que la posibilidad de contagio en la zona euro sea ahora menor que entonces, al estar la mayor¨ªa de la deuda (el 90%) en manos de Gobiernos de la UE y el FMI. Pero es una posibilidad que algunos no descartan: ¡°No es descabellado decir que Grecia podr¨ªa abandonar el euro, y que ello tendr¨ªa un menor impacto que en 2012, pero no por ello dejar¨ªa de ser peligroso¡±, declaraba ayer un analista citado por la agencia Reuters.

Lo que m¨¢s intranquiliza al bipartito griego, a Bruselas y al FMI es el programa socioecon¨®mico de Syriza. Como principales puntos, propone la quita de parte de la deuda (por ejemplo la contra¨ªda por la recapitalizaci¨®n de los bancos, unos 50.000 millones de euros procedentes del segundo rescate), el pago de la restante s¨®lo si se genera crecimiento y no mediante recortes presupuestarios, un programa urgente de creaci¨®n de empleo, lucha total contra la evasi¨®n fiscal ¡ªun mal end¨¦mico en Grecia¡ª, el aumento del salario m¨ªnimo y la recuperaci¨®n de los convenios colectivos, que se llev¨® por delante la reforma laboral.

En otras palabras, se trata, seg¨²n la formaci¨®n izquierdista ¡ªque ha moderado su discurso en los ¨²ltimos meses; ya no habla, por ejemplo, de salir de la OTAN como en la campa?a de 2012¡ª de revertir la crisis humanitaria que vive el pa¨ªs tras seis a?os de recesi¨®n y cuatro de obediencia a la troika a cambio de los 240.000 millones de euros de los dos rescates. El programa de los 100 primeros d¨ªas de gobierno, denominado Programa de Sal¨®nica, contempla una inyecci¨®n inmediata de 2.000 millones de euros para aliviar las necesidades m¨¢s perentorias de la poblaci¨®n. Y esa es la parte irrenunciable del programa de urgencia; en el resto, el partido se muestra abierto a dialogar con los socios europeos y los acreedores, una delegaci¨®n de los cuales debe volver a Atenas en enero.

Los sondeos confirman d¨ªa a d¨ªa que la diferencia entre Syriza y la conservadora Nueva Democracia (ND), el partido de Samar¨¢s, se estrecha. Ayer era del 3% (28,1% frente al 25,1%), seg¨²n un sondeo de una cadena privada de televisi¨®n. Son unos porcentajes muy parecidos, s¨®lo que en sentido inverso, a los que dej¨® la convocatoria electoral de 2012: ND obtuvo el 29,7% de los votos y Syriza el 26,9%. Pero el resultado final no s¨®lo depender¨¢ del desempe?o de los partidos en la campa?a, ni tampoco del bono de 50 esca?os que la ley reserva al ganador, sino de un complicado sistema proporcional: tambi¨¦n cuentan, aunque no entren en el Parlamento, los partidos que no superen el umbral del 3% de los votos. As¨ª, por ejemplo, si estos re¨²nen el 7% de los sufragios, el ganador debe superar el 37,6% para lograr la mayor¨ªa absoluta (151 esca?os); si los peque?os concentran el 12%, el ganador s¨®lo necesita el 35,6%, cifras ambas inalcanzables seg¨²n las intenciones de voto y la previsible fragmentaci¨®n de la C¨¢mara, con la entrada de nuevos partidos. El reparto de esca?os es adem¨¢s proporcional a las circunscripciones, de distinto valor en esca?os.

El discurso del miedo como programa electoral y el temor de la ciudadan¨ªa a una reca¨ªda en la crisis empujan a muchos a pensar que la diferencia entre los dos partidos podr¨ªa reducirse a¨²n m¨¢s estas cuatro semanas. Otros, como el polit¨®logo Babis Kuyemitros, creen que los mensajes apocal¨ªpticos y las veladas amenazas de Berl¨ªn o Bruselas ¡°pueden darle m¨¢s votos a Syriza. La gente est¨¢ cansada de tanta injerencia extranjera, de que nos traten como menores de edad necesitados de tutela. Somos un pa¨ªs soberano. Aunque el miedo es libre y podr¨ªa fomentar el voto ¨²til: un apoyo con pinzas a ND. No de otra manera se puede explicar lo contradictorio que resulta que un tercio de los electores prefiera una coalici¨®n de Gobierno de ND, y s¨®lo un 23,7% una coalici¨®n liderada por Syriza¡±.