Los partidos ¨¢rabes se al¨ªan para concurrir a las elecciones israel¨ªes

Los partidos ¨¢rabes de Israel planean concurrir bajo las mismas siglas a las pr¨®ximas elecciones presidenciales, el 17 de marzo, para evitar quedar excluidos de la Knesset (el Congreso de Israel), tras una modificaci¨®n del sistema de votaci¨®n que eleva el porcentaje m¨ªnimo de sufragios necesarios para obtener representaci¨®n de un 2% a un 3,25%. La medida, que sus partidarios defienden para evitar agudizar la polarizaci¨®n en el mapa pol¨ªtico israel¨ª y fortalecer el sustento de los futuros Gobiernos, ha suscitado fuertes cr¨ªticas entre los partidos minoritarios, sobre todo los musulmanes.

El objetivo del proyecto es, seg¨²n su art¨ªfice, el exministro de Finanzas Yair Lapir, reducir la cantidad de peque?os partidos que actualmente ocupan bancas en el Parlamento para evitar las reiteradas fracturas en el ¨¢mbito pol¨ªtico, ya que ning¨²n Gobierno en Israel ha concluido su mandato de cuatro a?os -el actual Ejecutivo de Netanyahu ha durado menos de dos-. La norma obtuvo el apoyo de la derecha, y especialmente, de Avigdor Lieberman, a pesar de que su partido, tambi¨¦n minoritario, corr¨ªa el riesgo de perder todos sus diputados. Sin embargo, los partidos m¨¢s ¨¢rabes creen que se trata de una maniobra para excluirlos del Congreso

La minor¨ªa ¨¢rabe en el pa¨ªs, en su mayor¨ªa musulmanes y cristianos, representa un 20% de los 8,2 millones de israel¨ªes. Casi un 75% vota a partidos que los representan. En la actualidad, la Knesset cuenta con 12 representantes ¨¢rabes entre los 120 diputados del Parlamento. Uno de ellos es miembro de la agrupaci¨®n de izquierda Meretz y otro de la ultra-derechista Israel Nuestra Casa, del canciller Lieberman. Los otros 10 forman parte de la lista judeo-¨¢rabe socialista Hadash, de la nacionalista, burgu¨¦s, y separatista Balad, y de la conservadora e islamista Lista ?rabe Unida.

Tras un largo debate entre los partidos ¨¢rabes, el mayor de todos, Balad, aprob¨® con pesar formar una lista electoral unida de las tres formaciones, aunque no compartan ideales, para asegurarse su ingreso en la Knesset.

El desencuentro entre ellos es tal que Muhammad Barakeh, el representante de Hadash, asegur¨® a sus votantes que la nueva uni¨®n no afectar¨¢ a la participaci¨®n de mujeres y de jud¨ªos en las elecciones. En la reuni¨®n del partido socialista, que tuvo lugar en Nazareth, algunos veteranos socialistas jud¨ªos se mostraron algo perdidos, contemplando el futuro de su militancia pol¨ªtica si se conforma un bloque com¨²n ¨¢rabe.

Por otro lado, la uni¨®n suscita gran entusiasmo entre el p¨²blico ¨¢rabe. Las encuestas muestran que sobre todo los j¨®venes se sienten atra¨ªdos por la idea y se prev¨¦ una participaci¨®n m¨¢s alta de las minor¨ªas. En las ¨²ltimas elecciones del 2013 particip¨® el 55% de las minor¨ªas, comparado con 65% entre los jud¨ªos.

Si se concreta esta uni¨®n de los tres partidos y aumenta el flujo de votantes dentro de tres meses, la pr¨®xima conformaci¨®n de la Knesset podr¨ªa contar con hasta 14 miembros ¨¢rabes, lo que implicar¨ªa una paradoja para Lieberman, quien apoy¨® esta reforma, a pesar de que pon¨ªa en peligro a su propio partido, algo marginal, s¨®lo para alejar del proceso pol¨ªtico a las agrupaciones de esta minor¨ªa en su pa¨ªs.