La venganza del petr¨®leo
Cuando el primer lord del Almirantazgo ingl¨¦s, John Fisher, decidi¨® sustituir el combustible del poder¨ªo brit¨¢nico ¡ªal cambiar el del carb¨®n por el petr¨®leo en su flota¡ª, configur¨® el mundo en el que vivimos. El petr¨®leo se ha vengado de muchas maneras por haberse convertido en el factor determinante del siglo XX y, por lo que se ve, de lo que llevamos del XXI. Los pa¨ªses que tuvieron mala suerte lo descubrieron pronto.
Am¨¦rica Latina tiene un d¨¦ficit end¨¦mico e hist¨®rico de instituciones. Nos hemos pasado toda la vida explicando lo que quer¨ªamos hacer para a continuaci¨®n nunca hacerlo. Por ejemplo, Venezuela era un pa¨ªs normal hasta que tuvo la desgracia de que aparecieran en su subsuelo las mayores reservas de petr¨®leo del mundo. M¨¦xico era un pa¨ªs pobre, desangrado, con problemas, pero ten¨ªa un futuro basado en su dignidad y en la extensi¨®n territorial que no le hab¨ªan robado en la invasi¨®n de Estados Unidos ¡ªguerra entre 1846 y 1848¡ª cuando descubri¨® que pose¨ªa oro negro.
?En qu¨¦ momento en M¨¦xico se torci¨® la historia y dej¨® de ser un pa¨ªs de desarrollo normal? ?Acaso no fue cuando el expresidente L¨®pez Portillo proclam¨® aquello de ¡°administraremos la abundancia¡±?
Este combustible ha alimentado los atentados del 11-S y el ¡®Charlie Hebdo¡¯
El petr¨®leo ha servido tambi¨¦n para aplazar una y otra vez, por la irresponsabilidad pol¨ªtica colectiva de la Am¨¦rica que habla espa?ol, el problema de la obligaci¨®n fiscal.
Actualmente, los Estados pesan poco, los dictadores mucho y los grupos de presi¨®n, a¨²n m¨¢s.
Un sistema fiscal estable como el que se impone cuando uno no tiene petr¨®leo o incluso cuando lo tiene como en los casos de Noruega y en cierto sentido ¡ªaunque no es comparable¡ª Brasil, donde el Estado es fuerte, no hay problema. Pero si se descubre petr¨®leo en un pa¨ªs d¨¦bil se transforma en la gran cobertura para que se hagan muchas barbaridades y se permita que la miseria y la desigualdad cabalguen y naveguen por los oc¨¦anos del l¨ªquido negro que hace sumamente ricos a unos pocos, pero miserables a otros muchos.
El petr¨®leo es un arma estrat¨¦gica desde 1900. Ahora, vuelve a serlo, pero a la inversa. La primera vez que se demostr¨® la eficacia del petr¨®leo como sumo hacedor del mundo moderno fue a lomos de los barcos japoneses cuando en Port Arthur en 1905 acabaron con el sue?o de la armada imperial rusa. Y eso naturalmente fue una operaci¨®n hecha con, por y para la grandeza del gobierno de su majestad brit¨¢nica.
Si se descubre en un pa¨ªs d¨¦bil, es la cobertura para hacer barbaridades
La religi¨®n, presente desde siempre en las guerras entre ¨¢rabes y cristianos, tambi¨¦n ha impregnado las relaciones de Occidente con los pa¨ªses ¨¢rabes productores de crudo. Las Torres Gemelas, los degollamientos del Estado Isl¨¢mico y el atentado en Par¨ªs contra la revista Charlie Hebdo son parte de una misma historia, alimentada por el petr¨®leo. Ahora, para Am¨¦rica, para toda Am¨¦rica, bien por acci¨®n (M¨¦xico, Argentina, Brasil), bien por reacci¨®n, debilitamiento o fortalecimiento de los grandes intereses estrat¨¦gicos (chinos y rusos), este combustible vuelve a ser un factor determinante para configurar el mapa del nuevo mundo.
Ganador: Estados Unidos de Am¨¦rica porque su pol¨ªtica ha sido salvaje. El origen de la crisis financiera est¨¢ en los estadounidenses que, adem¨¢s, han degollado ¡ªsin ninguna piedad¡ª a su clase media. La Gran Rep¨²blica del Norte ha roto el modelo que ven¨ªa arrastr¨¢ndose desde el final de la Segunda Guerra Mundial, un cierto Welfare State. Ahora el ¨¦xito y la competencia estadounidenses est¨¢n basados en la pol¨ªtica tan agresiva e inteligente que ha hecho con la energ¨ªa (sus costos energ¨¦ticos) y tambi¨¦n en una reconversi¨®n de la rob¨®tica y en un tratamiento de las masas laborales completamente in¨¦dito en el sentido de que se parece m¨¢s a mediados del siglo XVIII que a la primera d¨¦cada del siglo XXI.
Asimismo, Estados Unidos no tiene como les pasa por ejemplo a Argentina, Brasil y a Ecuador, que negociar con sus ind¨ªgenas (porque casi no existen en su territorio), lo cual le da una gran ventaja pues son precisamente ellos los propietarios de grandes extensiones de tierra que en ocasiones es donde se encuentran los yacimientos de minerales estrat¨¦gicos y el propio petr¨®leo.
El petr¨®leo no s¨®lo se venga, sino que se ha convertido en la gran marea ¡ªjunto con el cambio clim¨¢tico¡ª que esculpe el mundo del futuro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.