La esposa del expresidente mexicano Calder¨®n arranca su carrera al poder

La inestabilidad pol¨ªtica que zarandea M¨¦xico cobra cada d¨ªa m¨¢s fuerza. En un escenario donde el presidente Enrique Pe?a Nieto (PRI) atraviesa sus horas m¨¢s bajas y la izquierda se desgarra desde hace meses entre el PRD y Morena, le ha llegado el turno a la derecha de saltar al cuadril¨¢tero. En un paso tan esperado como explosivo para su formaci¨®n, Margarita Zavala, de 47 a?os, esposa del expresidente Felipe Calder¨®n (2006-2012), ha anunciado su intenci¨®n de disputar en el segundo semestre del a?o la presidencia del Partido de Acci¨®n Nacional (PAN), la fuerza que en 2000 acab¨® con 70 a?os de hegemon¨ªa del PRI y dio dos presidentes a la Rep¨²blica.

La decisi¨®n supone un desaf¨ªo a la actual direcci¨®n, controlada desde la sombra por Gustavo Madero, el pol¨ªtico que en mayo pasado desbarat¨® en unas concurridas primarias la resistencia calderonista y gan¨® la presidencia del partido con un 57% de los votos. Desde entonces, la purga interna ha proseguido inexorablemente hasta llegar esta semana a la confecci¨®n de listas para las elecciones parciales del 7 de junio (C¨¢mara de Diputados, ayuntamientos y nueve gobernadores).

Zavala, respaldada por la excandidata presidencial Josefina V¨¢zquez, pugn¨® por figurar en el grupo de diputados federales elegidos por la v¨ªa del cupo proporcional. Pero la direcci¨®n, a la que los calderonistas reprochan su pol¨ªtica de pactos con el PRI, le dio un portazo p¨²blico y la excluy¨®. Veinticuatro horas despu¨¦s de la humillaci¨®n, Zavala dispuso el zafarrancho de combate y proclam¨® que luchar¨¢ por la presidencia del partido. Un objetivo lejano y dif¨ªcil dada la fuerza que posee Madero, pero que puede materializarse si el PAN se estrella en las elecciones y estalla una crisis en la formaci¨®n. Ser¨ªa entonces una puerta abierta a un paso mayor: la candidatura presidencial.

El arrastre electoral de Zavala, que en los ¨²ltimos meses ha tallado su imagen p¨²blica con apariciones en revistas ligeras, es desconocido

El arrastre electoral de Zavala, que en los ¨²ltimos meses ha tallado su imagen p¨²blica con apariciones en revistas, es desconocido. Su presencia en la pol¨ªtica es anterior a su matrimonio con Calder¨®n. Y ya hab¨ªa lidiado como diputada federal cuando pas¨® a ser primera dama. Incluso sus adversarios la consideran una pol¨ªtica seria. Pero la sombra de su marido es larga y dolorosa. No s¨®lo levanta ampollas en el sector m¨¢s proclive al juego de alianzas con el PRI, encarnado en Madero y que dio su apoyo al plan de reforma del presidente Enrique Pe?a Nieto, sino que fuera, entre la ciudadan¨ªa, es recordada por la furibunda guerra que libr¨® contra el crimen organizado y que acab¨® con m¨¢s de 70.000 muertos y un reguero de acusaciones de malos tratos y torturas. ¡°Zavala intenta crear su propia figura, pero ella es puro Calder¨®n. Y eso el PAN ya no lo quiere¡±, se?ala el analista Rub¨¦n Aguilar Valenzuela.

En su anuncio, Zavala tom¨® distancia de este pasado, al que no hizo referencia, y en un tono tranquilo enarbol¨® la bandera de la lucha contra la corrupci¨®n, una lacra que esta legislatura ha afectado con especial dureza al PAN. Su discurso, le¨ªdo, adopt¨® un aire regeneracionista, con continuos gui?os al des¨¢nimo que cunde en el pa¨ªs.

¡°M¨¦xico no puede esperar: los ciudadanos enfrentan una gran incertidumbre sobre los temas que m¨¢s les preocupan, la clase pol¨ªtica est¨¢ siendo fuertemente cuestionada y los partidos pol¨ªticos est¨¢n en una profunda crisis de credibilidad, con uno de los niveles de desconfianza en la pol¨ªtica m¨¢s altos de la historia¡±, afirm¨®.

Esta entrada en el campo de batalla, despu¨¦s de meses de titubeos, hace presagiar un a?o agitado en el PAN

En su alocuci¨®n no olvid¨® apuntar contra sus enemigos internos. Ante ellos puso las cartas boca arriba: ¡°Ahora lo que prevalecen son los intereses de grupo por encima de la ciudadan¨ªa, la exclusi¨®n en vez de la integraci¨®n, la divisi¨®n en vez de la unidad, la cerraz¨®n y no la apertura. Se trata de un problema de identidad y de rumbo, y debe corregirse de ra¨ªz¡±.

Esta entrada en el campo de batalla, despu¨¦s de meses de titubeos, hace presagiar un a?o agitado en el PAN. Aunque Zavala insisti¨® en que apoyar¨¢ a todos los candidatos en las elecciones de junio, su enfrentamiento de partida con la direcci¨®n avivar¨¢ el fuego de la discordia en un momento en que las expectativas del voto de la formaci¨®n hegem¨®nica de la derecha son ralas y vienen precedidas de un historial declinante. Desde la victoria de Vicente Fox en 2000 , con el 42,5% de los votos, el respaldo ciudadano ha descendido hasta quedar en un 35, 8% con Calder¨®n y en un 25% en las pasadas presidenciales, cuando el PAN cay¨® a un lacerante tercer puesto.