Sun¨ªes y chi¨ªes reprueban las ¡°ofensas¡± de ¡®Charlie Hebdo¡¯
Ir¨¢n denuncia el "abuso de la libertad de expresi¨®n en Occidente"
La condena oficial al atentado contra Charlie Hebdo qued¨® reflejada en la presencia en la marcha de Par¨ªs del ministro de Exteriores de Emiratos ?rabes, el jeque Abdullah, ampliamente difundida en los medios locales. Fue la m¨¢s alta representaci¨®n de la pen¨ªnsula Ar¨¢biga. No hay noticias de que enviara a alguien Arabia Saud¨ª, el l¨ªder regional y pa¨ªs al que los analistas acusan de fomentar un islam intransigente. La prensa ha transmitido el mensaje de que, tal como resumi¨® el diario Al Bayan de Dub¨¢i, la manifestaci¨®n se opuso ¡°al terrorismo que no tiene religi¨®n¡±.
Mientras que artistas e intelectuales expresaron su solidaridad con el semanario, los peri¨®dicos (bajo tutela estatal) han dejado claro que el gesto no equival¨ªa a un respaldo sin fisuras a la libertad de expresi¨®n. El pasado mi¨¦rcoles, a la vez que Charlie Hebdo regresaba a los quioscos, el emirat¨ª The National tachaba de ¡°provocaci¨®n deliberada¡± que volviera a caricaturizar a Mahoma en su portada. ¡°La defensa de la libertad de expresi¨®n en todo el mundo fue en apoyo del derecho de la revista a decidir lo que quisiera publicar, no un respaldo a sus rudas vi?etas¡±, explicaba el editorialista en un galimat¨ªas.
Argumentaba que ¡°los pa¨ªses europeos tienen sus propias leyes y l¨ªmites a la libertad de expresi¨®n¡±. El ejemplo que se repite es la legislaci¨®n contra la negaci¨®n del Holocausto. El columnista saud¨ª Abdullah Nasser al Otaibi propon¨ªa desde el peri¨®dico pan¨¢rabe Al Hayat una ley ¡°que criminalice en los pa¨ªses occidentales los asaltos de cualquier clase a las religiones divinas¡±.
Tambi¨¦n hay sectores muy conservadores, pr¨®ximos al salafismo, que han visto en el ataque terrorista una venganza por unas caricaturas que ellos perciben como una ofensa al islam; pero en unas sociedades donde la libertad de expresi¨®n est¨¢ limitada, sus voces se han mantenido en los m¨¢rgenes y circunscrito a las redes sociales y foros.
En Yemen, el pa¨ªs m¨¢s pobre de la pen¨ªnsula Ar¨¢biga y el m¨¢s castigado por el terrorismo de los extremistas sun¨ªes, muchos se duelen de los dobles raseros internacionales. ¡°Mientras el mundo se ha levantado por los muertos de Par¨ªs, las decenas de yemen¨ªes que mueren a diario no importan a nadie¡±, conf¨ªa Jaled. El d¨ªa del ataque contra Charlie Hebdo, un atentado en San¨¢ mat¨® a 38 j¨®venes.
Por otra parte, la Rep¨²blica Isl¨¢mica tambi¨¦n se ha visto atrapada, como sus vecinos ¨¢rabes del otro lado del golfo P¨¦rsico, por la ambivalencia de condenar el atentado sin aceptar la libertad de expresi¨®n plena. La portavoz de Exteriores, Marzieh Afkham, calific¨® de ¡°gesto insultante¡± la portada del ¨²ltimo n¨²mero de Charlie Hebdo. Para Afkham, que el mismo 7 de enero censur¨® el ataque contra la revista y asegur¨® que ¡°todas las acciones terroristas est¨¢n en contra de las instrucciones del islam¡±, la nueva caricatura de Mahoma ¡°ofende los sentimientos de los musulmanes¡±.
Aunque Ir¨¢n sigue la rama chi¨ª, que a diferencia del sunismo acepta la representaci¨®n gr¨¢fica de la figura humana, considera tab¨² la reproducci¨®n del rostro de su profeta, mucho m¨¢s que se lo tome a broma. ¡°El abuso de la libertad de expresi¨®n en Occidente es inaceptable¡±, resumi¨® Afkham. Aprovech¨® para atribuir lo ocurrido a ¡°las pol¨ªticas err¨®neas y de doble rasero para afrontar la violencia y el extremismo¡±, una poco velada alusi¨®n a la amistad de los pa¨ªses occidentales con su rival Arabia Saud¨ª.
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