La Iglesia cat¨®lica intenta frenar la ley del aborto impulsada en Chile

Pocas horas despu¨¦s de que la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, firmara este s¨¢bado su proyecto de ley de aborto, cumpliendo una promesa de campa?a establecida en su programa de Gobierno, la Iglesia cat¨®lica, desde diferentes frentes, ha salido a criticar la iniciativa con la que el Ejecutivo despu¨¦s de 25 a?os pretende despenalizar la interrupci¨®n del embarazos en tres supuestos: riesgo para la vida de la madre, inviabilidad fetal y violaci¨®n. La instituci¨®n defiende su derecho a negarse a practicar abortos en los centros de salud ligados a la Pontificia Universidad Cat¨®lica, que otorgan cobertura a diferentes sectores de la poblaci¨®n, pese a que la iniciativa del Gobierno determina que las instituciones no podr¨¢n negarse a realizar abortos invocando la objeci¨®n de conciencia.

¡°El m¨¦dico podr¨¢ abstenerse de interrumpir el embarazo cuando haya manifestado, en forma escrita y previa, su objeci¨®n de conciencia, pero no podr¨¢ excusarse de realizar la interrupci¨®n cuando la mujer requiera la atenci¨®n inmediata e impostergable y no exista otra persona que pueda realizarla. Igualmente, se establece la obligaci¨®n del prestador de salud de reasignar a otro m¨¦dico cirujano que no haya objetado en conciencia, a la mujer que requiera de la intervenci¨®n¡±, se?ala el proyecto de ley del Gobierno que comenzar¨¢ a ser discutido en marzo en el Congreso, despu¨¦s del receso legislativo de febrero. ¡°Desde luego, se trata de un derecho propio del m¨¦dico que interviene, en cuanto persona natural¡±.

El rector de la Universidad Cat¨®lica, Ignacio S¨¢nchez, se ha opuesto al proyecto del Gobierno y ha anunciado que ¡°si hay m¨¦dicos de la Red UC disponibles para hacer abortos, deber¨¢n ir a trabajar a otros lugares¡±. ¡°En nuestra Red UC Christus no se har¨¢n abortos, nuestros principios y valores no van a cambiar por un determinado proyecto de ley. Esto es definitivo¡±, se?al¨® la m¨¢xima autoridad de la casa de estudios, una de las m¨¢s importantes del pa¨ªs, en una entrevista publicada este domingo por el peri¨®dico La Tercera. En la misma l¨ªnea, el cardenal Ricardo Ezzati defendi¨® la objeci¨®n de conciencia institucional e indic¨®: ¡°No se nos puede obligar a un acto que no aceptamos posible realizar¡±.

La m¨¢xima autoridad de la Iglesia Cat¨®lica en Chile tambi¨¦n se refiri¨® a los parlamentarios cat¨®licos que eventualmente legislen a favor del proyecto de ley de aborto del Gobierno: ¡°Si soy cat¨®lico y apruebo una doctrina contraria a mi fe, eso tiene una gravedad. No digo que sea excomuni¨®n en todos los casos ni autom¨¢ticamente¡±, dijo Ezzati sobre las medidas que la Iglesia podr¨ªa tomar en contra de los legisladores creyentes. Este punto tiene especial relevancia por la situaci¨®n que enfrenta la Democracia Cristiana: aunque son parte del Gobierno y apoyaron el programa de reformas de Bachelet, los asuntos relacionados con los valores complican a los dirigentes de esta colectividad, que ha puesto reparos a la iniciativa y solicitado que las tres causas de despenalizaci¨®n del aborto sean votadas por separado en el Congreso.

El proyecto de ley tiene como centro los derechos de las mujeres y establece que, en cualquiera de las causas, debe existir la expresi¨®n de la voluntad libre de las embarazadas, de manera expresa, previa y escrita ante el m¨¦dico. De ser aprobado por el Congreso, podr¨¢n abortar las chilenas que tengas m¨¢s de 18 a?os, las j¨®venes entre 14 y 18 con la informaci¨®n previa a sus padres y las menores de 14 con la autorizaci¨®n de su representante legal o la aprobaci¨®n previa de un juez de familia.

Chile es el segundo pa¨ªs de la regi¨®n donde se ha producido un importante proceso de secularizaci¨®n, aunque no de forma tan acelerada como en Uruguay, de acuerdo al ¨²ltimo informe del Latinobar¨®metro. Si en 1995 Chile ten¨ªa 74% de cat¨®licos, en 2013 la adhesi¨®n a la Iglesia pierde 17 puntos porcentuales, llegando a 57%. Pese a los n¨²meros, sin embargo, su influencia es innegable y siempre ha sido un factor determinantes a la hora de legislar sobre asuntos como el divorcio, los derechos de los homosexuales y el aborto.