El flagelo de la corrupci¨®n
Panam¨¢ no se queda atr¨¢s en la corrupci¨®n de su clase pol¨ªtica, tal como se da en otros pa¨ªses latinoamericanos.
Los cambios pol¨ªticos que se prev¨¦n en Espa?a y Grecia no auguran ning¨²n futuro promisorio para esas naciones. Sin embargo, las clases pol¨ªticas dominantes ser¨¢n responsables si esos giros a la izquierda a trav¨¦s de estos movimientos populistas terminan en el desastre total como en Venezuela, tras 16 a?os de gobierno c¨ªvico militar. Ese mal ejemplo venezolano, es parecido al del Brasil y su vecino Argentina, hoy envueltos en esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que hacen tambalear su institucionalidad democr¨¢tica.
Lo que se ve hoy en Europa parece provenir en su ejemplo de la verborrea populista de reg¨ªmenes como el de Ch¨¢vez que, en sus campa?as medi¨¢ticas internacionales, crearon falsas esperanzas y, en el caso de Podemos en Espa?a, hasta financiaron por varios a?os a sus principales l¨ªderes. As¨ª como los altos niveles de corrupci¨®n antes de Ch¨¢vez facilitaron su ascenso al poder, as¨ª mismo esa corrupci¨®n multiplicada al infinito mezclada con carteles de droga, est¨¢ llevando a la inminente ca¨ªda del llamado socialismo del siglo XXI.
Lejos de ser una potencia, pero si llamativa de atenci¨®n por lo de su posici¨®n estrat¨¦gica, la ampliaci¨®n de su Canal y su alto nivel de crecimiento econ¨®mico, Panam¨¢ no se queda atr¨¢s en ese salvaje proceso de corrupci¨®n de las clases pol¨ªticas dominantes que se da en otros pa¨ªses latinoamericanos.
El caldero de la corrupci¨®n del anterior Gobierno se ha ido destapando y todo conduce a un solo lugar: Ricardo Martinelli
El 1 de julio de 2014 ascendi¨® al poder el ingeniero Juan Carlos Varela. Le gan¨® al candidato del partido Cambio Democr¨¢tico, del expresidente Ricardo Martinelli, el favorito hasta el d¨ªa de las elecciones. Exist¨ªan graves rumores de la extensa red de corrupci¨®n que hab¨ªa creado Martinelli dentro de su Gobierno. No se pod¨ªa probar nada y siempre cualquier menci¨®n que se hiciera sobre el tema se aduc¨ªa ¡°persecuci¨®n pol¨ªtica¡±. El clamor de justicia favoreci¨® que Varela nombrase gente muy competente y seria al frente de las instancias fiscalizadoras. Al pensar Martinelli que no era posible que su candidato perdiera, no hubo manera de esconder todos los entuertos que se han ido encontrando, en los que particip¨® directamente el absorbente expresidente y su camarilla.
Despu¨¦s del 1 de julio el caldero de la corrupci¨®n del anterior Gobierno se ha ido destapando. Todos los d¨ªas en alguna entidad se encuentra un esc¨¢ndalo de sobreprecio, robo de recursos p¨²blicos, tr¨¢fico de influencia, en fin, la m¨¢s extensa gama de delitos contra la Administraci¨®n P¨²blica. Lo peor es que todo conduce a un solo lugar: Ricardo Martinelli, el autoritario presidente que gobern¨® Panam¨¢ por cinco a?os, comprando a los diputados que estaban a la venta, manipulando fallos en el ?rgano Judicial, debilitando las entidades de control y generando terror a los que se atrev¨ªan a enfrentarlo. Cuando Martinelli empieza a defenderse de las denuncias que se ventilan decide visitar al arzobispo de Panam¨¢, monse?or Jos¨¦ Domingo Ulloa. Al d¨ªa siguiente el prelado cat¨®lico aparece como una de las personas a quienes los servicios de espionaje del Gobierno espiaban su tel¨¦fono. Parece que la paranoia del exmandatario era tan aguda que necesitaba saber lo que hablaban de ¨¦l, inclusive gente de su propio partido. Por lo de las escuchas telef¨®nicas est¨¢ preso un exdirector de la Polic¨ªa Nacional y dos exdirectores del Consejo Nacional de Seguridad, uno de ellos consuegro de Martinelli.
El primer caso se descubre al confesar el exdirector del Programa de Ayuda Nacional (PAN), Giacomo Tamburelli, hoy con casa por c¨¢rcel, que la venta de 60 millones de d¨®lares de comida deshidratada de Brasil para estudiantes de ¨¢reas remotas, cuyo costo era inferior a 15 millones, hab¨ªa sido ordenada a insistencia de Martinelli. Adem¨¢s de ello, la comida no pudo utilizarse porque mucha estaba vencida y su sabor result¨® desagradable para los estudiantes. Con motivo de este caso, la Corte Suprema de Justicia, el pasado 28 de enero, autoriz¨® la investigaci¨®n penal del expresidente Martinelli, quien sali¨® del pa¨ªs ese mismo d¨ªa destino desconocido.
Otro exdirector del PAN, Rafael Guardia, detenido en la prisi¨®n ¡°La Gran Joya¡± construida en el gobierno de Martinelli, ha sido m¨¢s directo en involucrarlo, al se?alar que de los 4.000 millones gastados en su entidad por lo menos 2.000 fueron pagados como coima al expresidente y su Secretario Privado, Adolfo de Obarrio, hoy requerido por la justicia pero fuera del pa¨ªs. Adem¨¢s, que entre los principales proveedores del PAN estaban los Supermercados 99 de propiedad del expresidente, un total de 42 en todo el pa¨ªs.
El flagelo de la corrupci¨®n mata muchas personas porque les impide recibir la debida atenci¨®n m¨¦dica; atrasa a los pueblos porque impide que los niveles de la educaci¨®n p¨²blica sean parecidos a la educaci¨®n privada. Muchos otros males causan, afectando a los m¨¢s pobres. Se estima que durante el Gobierno de Martinelli se robaron o dilapidaron m¨¢s de cinco mil millones de d¨®lares. En 2009, al asumir al poder, Panam¨¢ ten¨ªa 10.000 millones de deuda externa; duplicada en el quinquenio anterior.
Ojal¨¢ que persistamos en la lucha global contra la corrupci¨®n y logremos que no sean enunciados ¨²nicamente?de buenas pr¨¢cticas e hip¨®critas declaraciones que nunca se concretizan porque para los pol¨ªticos es mejor permitirla solapadamente para que as¨ª puedan perpetuarse en el poder como ha ocurrido en Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina, Nicaragua, y gracias a Dios, no ocurri¨® en Panam¨¢.
Guillermo Cochez es abogado y pol¨ªtico paname?o.
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