Italia ofrece su ¡°m¨¢ximo apoyo¡± a Grecia para negociar con Europa
El BCE se erige como ¨¢rbitro y avisa a Tsipras de que debe pactar antes de marzo
Si no un aliado, Alexis Tsipras s¨ª encontr¨® este martes en Matteo Renzi un decidido mediador con Europa. El primer ministro italiano acogi¨® en Roma de manera entusiasta a su hom¨®logo griego, puso por delante que el triunfo de Syriza ¡°es un mensaje de esperanza y no de miedo¡±, y enseguida aventur¨®: ¡°Estoy fuertemente convencido de que se dan las condiciones para alcanzar un punto de acuerdo entre Atenas y las instituciones europeas¡±. Tsipras, que este mi¨¦rcoles proseguir¨¢ en Par¨ªs su gira europea en busca de consensos, quiso enviar por su parte un mensaje de moderaci¨®n: ¡°Nuestro objetivo es respetar los compromisos y no hacer perder dinero a los contribuyentes europeos¡±.
Si, adem¨¢s de en las palabras, hab¨ªa que fijarse en los gestos de la conferencia de prensa conjunta, Renzi lo dej¨® meridianamente claro: el triunfo de Syriza en Grecia, m¨¢s que un problema o una amenaza, es una gran oportunidad para ¡ªcomo Italia viene pidiendo desde que ¨¦l lleg¨® al gobierno¡ª cambiar las medidas de austeridad por las de crecimiento. Y utiliz¨® la coincidencia generacional ¡ªambos tienen 40 a?os¡ª para demostrar hasta qu¨¦ punto Europa tiene que cambiar de registro: ¡°El triunfo de Tsipras es el mensaje de esperanza de una generaci¨®n entera que est¨¢ sufriendo; unos porque no han encontrado trabajo a¨²n, otros porque lo han perdido y todos en general porque quieren volver a creer en la pol¨ªtica¡±. Alexis Tsipras lo secund¨®: ¡°Nuestra generaci¨®n ha sido el blanco de pol¨ªticas equivocadas, una generaci¨®n entera que ha sufrido y que ha tenido que emigrar para so?ar y vivir con dignidad¡±.
Renzi considera ¡°un mensaje de esperanza¡± el triunfo de la izquierda
No obstante, y pese al ambiente de extrema cordialidad y de dar por sentado que ¨¦l y Tsipras hablan ¡°la misma lengua¡±, Renzi s¨ª quiso subrayar en un par de ocasiones que ¡°las reglas tienen que cumplirse¡±. Hay l¨ªneas rojas que Tsipras no va a poder traspasar pese a sus promesas electorales. Renzi le advirti¨®, en el pasaje m¨¢s alem¨¢n de su discurso, que cada uno de los pa¨ªses en crisis debe llevar adelante las reformas estructurales ya emprendidas en materia de corrupci¨®n, Administraci¨®n p¨²blica o lucha a la evasi¨®n de impuestos. ¡°No porque lo exija Europa¡±, a?adi¨® el italiano, ¡°sino porque es justo¡±. Ante lo cual, el primer ministro griego quiso mostrarse conciliador, pero puntualiz¨®: ¡°Hasta ahora han sido las clases medias y los pobres los que han pagado la crisis. No provocaremos nuevos d¨¦ficits, pero queremos un pa¨ªs m¨¢s justo y para cambiar Grecia necesitamos tiempo¡±. Aunque ni Renzi ni Tsipras quisieron entrar en detalles t¨¦cnicos ¡ªel italiano no respondi¨® a la pregunta de si estar¨ªa dispuesto a apoyar la desaparici¨®n de la troika¡ª, precisamente en el tiempo est¨¢ uno de los puntos importantes de la cuesti¨®n.
El ministro de econom¨ªa griego, Yanis Varoufakis, asegur¨® durante la visita a Roma que Grecia necesita al menos seis meses de margen: ¡°Estamos dispuestos a hacer nuestros deberes en cuanto al d¨¦ficit, pero necesitamos tiempo¡±. En eso y en casi todo est¨¢ en manos del BCE, que ya ha deslizado que las primeras propuestas de Grecia ¡ªesa petici¨®n de tiempo para que sus bancos no tengan problemas, y un canje de deuda ambicioso¡ª no son de su agrado.
Varoufakis reclama tiempo para cumplir con el objetivo de d¨¦ficit
Cada vez es m¨¢s visible que hay dos frentes. Italia y Francia se alinean con Grecia; Alemania y los acreedores han encontrado el apoyo inesperado de Espa?a, Portugal e Irlanda, pa¨ªses perif¨¦ricos y rescatados que tienen miedo del contagio pol¨ªtico, en la l¨ªnea m¨¢s dura, menos favorable a las demandas de Tsipras. La Comisi¨®n funciona como una suerte de mediador y el BCE ejerce como ¨¢rbitro, en principio favorable a los acreedores (Grecia le debe 27.000 millones), e incluso hay ya una fecha que funciona como una especie de fin de partido: el 28 de febrero expira el segundo rescate y Grecia tiene que haber solicitado una extensi¨®n (lo que supondr¨ªa su segunda concesi¨®n, despu¨¦s de haber dicho adi¨®s a la quita) o un tercer rescate suave que deber¨ªa negociarse con rapidez para evitar l¨ªo en los mercados.
La negociaci¨®n acaba de empezar. Y no hay mucho margen: lo m¨¢s probable es que al final los socios concedan una reestructuraci¨®n limitada (mayores plazos y menores intereses) de deuda, que dejar¨¢ m¨ªnimos ahorros a Atenas para que impulse una parte de su programa social. Como concesi¨®n, Bruselas propone romper la troika. Pero las reuniones no han hecho m¨¢s que empezar: Tsipras viaja hoy a Bruselas; Varoufakis, ma?ana a Berl¨ªn. Y habr¨¢ un Eurogrupo la semana pr¨®xima, previo al plato fuerte: una cumbre de l¨ªderes en la que se estrena un Tsipras que tiene presi¨®n en casa (debe cumplir parte de sus promesas) y en Europa (est¨¢ obligado a rebajar el tono) para alcanzar una soluci¨®n de compromiso que evite un accidente serio.
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