La violencia del crimen organizado en M¨¦xico cae un 28% en 2014

La violencia y la muerte son quiz¨¢ los fen¨®menos que mejor escenifican la distancia entre la fr¨ªa objetividad de las cifras y el impacto emocional que desatan los hechos. Dos recientes acontecimientos, la desaparici¨®n de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y la matanza de 15 civiles a manos de militares, conmocionaron a M¨¦xico provocando a su vez una ola de indignaci¨®n, dolor y protesta que ha hecho tambalear los cimientos del Gobierno. Las cifras, sin embargo, muestran que en 2014 hubo en M¨¦xico menos homicidios, asesinatos y muertes vinculadas con el crimen organizado que el a?o anterior.

Desde el pico m¨¢ximo de violencia vivido en el pa¨ªs en 2011, consecuencia de la guerra contra el narco del Gobierno de Felipe Calder¨®n, la tendencia ha ido a la baja. En 2014 se registraron 8.004 homicidios relacionados con el crimen organizado, un 28% menos que el a?o anterior. Es la cifra m¨¢s baja desde 2009 y son casi la mitad de las muertes tasadas en 2011,?seg¨²n recoge un estudio anual de Lantia Consultores para la revista Nexos.

¡°La disminuci¨®n es una buena noticia, pero aun as¨ª sigue en un nivel espantoso. El n¨²mero total de homicidios, cerca de 20.000, es similar al de todos los pa¨ªses de la europeos juntos, es un 50% m¨¢s que EE UU y nueve veces la tasa de la OCDE¡±, apunta el especialista en seguridad Alejandro Hope.

El informe, que bucea en las estad¨ªsticas oficiales de homicidios y asesinatos ¡ªFiscal¨ªa, Inegi y el Sistema Nacional de Seguridad P¨²blica¡ª hasta destilar las muertes relacionadas con el crimen organizado, identifica 26 estados que vieron reducida la tasa de estos cr¨ªmenes. Guerrero, donde en septiembre desaparecieron los 43 estudiantes por la acci¨®n concertada del narco y el poder municipal, fue uno de los lugares donde mengu¨® en t¨¦rminos relativos ¡ªde 1.212 a 964¡ª a la vez que parad¨®jicamente se mantuvo como el foco de mayor violencia del pa¨ªs.

El estado de Guerrero es el foco de mayor violencia del pa¨ªs

Guerrero es un ejemplo de la mutaci¨®n que est¨¢ experimentando el crimen organizado en M¨¦xico. Tras la ca¨ªda de los grandes capos y el despliegue de la polic¨ªa federal por sus zonas de influencia tradicionales, nuevas y m¨¢s peque?as organizaciones se han diseminado por el territorio trasladando sus actividades a lugares menos visibles, en la periferia de las grandes ciudades y en zonas rurales, donde llegan incluso a la cooptaci¨®n de las propias instituciones.

Como dibuja el estudio, hasta una docena de grupos criminales ¡ªdesde Los Rojos a Guerreros Unidos, pasando por remanentes de los Beltr¨¢n Leyva y de La Familia Michoacana o el C¨¢rtel de Jalisco-Nueva Generaci¨®n¡ª se disputan el control de rutas de trasiego de droga de la costa del Pac¨ªfico hacia el centro del pa¨ªs. Y la violencia se ha dispersado hacia la periferia de Chilpancingo e Iguala desde Acapulco, que aun as¨ª se mantiene como el municipio con m¨¢s homicidios del pa¨ªs (347).

En Michoac¨¢n, otro de los territorios calientes durante los ¨²ltimos a?os, tambi¨¦n se registr¨® una disminuci¨®n de los casos de violencia: un 13% menos. Nuevo Le¨®n y Zacatecas, con descensos de m¨¢s del 70%, figuran como los dos estados que en 2014 lograron las bajadas de mayor envergadura.

En la casilla de las desapariciones, la otra gran cuenta pendiente en M¨¦xico en materia de violencia, no hay tregua. Las cifras siguen creciendo desde que comenz¨® el recuento oficial en 2007, a?o de inicio de la estrategia militar contra crimen organizado. Las cifras oficiales llegan a 23.605 millones. De enero a octubre de 2014 ¡ª¨²ltimos datos disponibles¡ª se acumularon 5.098 denuncias por desaparici¨®n, culminando as¨ª el peor a?o desde el inicio de la estad¨ªstica.

Entre los lugares donde repunt¨® la actividad criminal destaca Tamaulipas, donde como recoge el informe, coexisten una multiplicidad de organizaciones criminales, en su mayor¨ªa afiliadas a Los Zetas o al C¨¢rtel del Golfo, que compiten por controlar las rutas de tr¨¢fico de drogas y los cruces fronterizos de Matamoros, Nuevo Laredo y Reynosa. Adem¨¢s del alto n¨²mero de ejecuciones (379), el estado sufre alta incidencia de delitos como el secuestro y la extorsi¨®n. "Estas actividades delictivas, junto con el robo de hidrocarburos, se han convertido en fuentes complementarias de ingresos para los grupos criminales que han quedado excluidos del gran negocio del narcotr¨¢fico transnacional", relata el informe.