Obama tiende una mano a Silicon Valley tras el espionaje masivo
Directivos de las grandes compa?¨ªas tecnol¨®gicas plantan al presidente de EE UU

Hace cuatro a?os, en su primera visita a la cuna de la innovaci¨®n, Silicon Valley, Barack Obama estuvo arropado por los mism¨ªsimos Steve Jobs y Mark Zuckerberg. Ayer, el escenario fue muy diferente. S¨®lo Tim Cook, sucesor de Jobs y actual consejero delegado de Apple, atendi¨® a la llamada de Obama, estrella invitada del congreso de ciberseguridad celebrado en la Universidad de Stanford, el centro privado m¨¢s prestigioso de la Costa Oeste y de donde salieron algunas de las mentes m¨¢s brillantes de Internet. Pero ni el creador de Facebook, ni los de Google, Yahoo o Twitter estuvieron presentes. Con estas ausencias, los l¨ªderes tecnol¨®gicos manifestaban su distancia con respecto a una Administraci¨®n tras el esc¨¢ndalo de la Agencia Nacional de Seguridad y las revelaciones del exagente Edward Snowden que aumentaron las tensiones entre las empresas y el Gobierno. A ello se suman los crecientes ataques inform¨¢ticos a empresas estadounidenses, que han puesto de manifiesto el dif¨ªcil equilibrio entre la seguridad y la privacidad, y la reforma migratoria, uno de los ¨¢mbitos legislativos que el sector tecnol¨®gico segu¨ªa con m¨¢s inter¨¦s en Washington, que ha sabido a poco.
Tras una broma sobre su dependencia del ya caduco tel¨¦fono Blackberry, el rector de Stanford, John Hennessy, present¨® a Obama. ¡°Estoy siempre conectado, como vosotros, j¨®venes. Pero no a cualquier precio¡±, arranc¨® el l¨ªder dem¨®crata para presentar un decreto que mejorar¨¢ el flujo de informaci¨®n entre las empresas tecnol¨®gicas y el Gobierno con el fin de evitar amenazas cibern¨¦ticas.
Este anuncio, del que a¨²n se desconocen los detalles, llega poco despu¨¦s de los ataques a compa?¨ªas como Sony, que la Casa Blanca atribuy¨® a Corea del Norte y que supuestamente habr¨ªa sido en represalia por la pel¨ªcula The Interview, la comedia que se burla del l¨ªder norcoreano, Kim Jong-un. Pero tambi¨¦n est¨¢ pensado contra el robo masivo de contrase?as de bancos, supermercados como Target o aseguradoras que esta semana vieron c¨®mo se revelaban los datos de hasta 80 millones de clientes. ¡°Tenemos que liderar la econom¨ªa digital en todo el mundo. Los negocios online son un invento nuestro, pero no se pueden ver amenazados por descoordinaci¨®n. Tenemos que trabajar juntos como nunca antes. Las mismas tecnolog¨ªas que nos sirven para hacer el bien, pueden hacer mucho da?o¡±, asegur¨® el presidente. ¡°Solo hay una manera de defendernos, trabajar en equipo empresas y gobiernos¡±, subray¨® Obama, sin quitar importancia al nivel de estos ataques, a los que compar¨® con el terrorismo tradicional. ¡°No es una cuesti¨®n de dem¨®cratas o republicanos, de progresistas o conservadores, sino de Estado. Todos estamos en Internet¡±, remarc¨®.
Decreto para compartir informaci¨®n
Un flujo constante de ida y vuelta. As¨ª es como la Casa Blanca entiende que debe ser la comunicaci¨®n entre el sector privado y el p¨²blico para evitar los ciberataques. El presidente de EE UU, Barack Obama, firm¨® ayer un decreto para alentar una mayor colaboraci¨®n. Con ello, esquiva que se vote en el Congreso y gana tiempo a la espera de que se apruebe una ley m¨¢s amplia. La orden ejecutiva busca promover el desarrollo de plataformas de intercambio de informaci¨®n ¡ªllamadas ISAO, por sus siglas en ingl¨¦s¡ª entre el Gobierno y las compa?¨ªas tecnol¨®gicas.
No se concret¨® c¨®mo funcionar¨¢n estas plataformas, pero se avanz¨® que pueden ser organizaciones sin ¨¢nimo de lucro, asociaciones o compa?¨ªas individuales. De estos nuevos centros se espera que sean capaces de detectar puntos d¨¦biles, sin saltarse los compromisos de privacidad que requieren los consumidores, as¨ª como la libertad de expresi¨®n. El primer paso consistir¨¢ en la creaci¨®n, por parte del Departamento de Seguridad Nacional, de unos est¨¢ndares para env¨ªos voluntarios de informaci¨®n de manera constante. ¡°Esto har¨¢ la colaboraci¨®n m¨¢s segura, r¨¢pida y f¨¢cil. Y garantizar¨¢ una mayor coordinaci¨®n en el seno del sector privado para responder a amenazas cibern¨¦ticas¡±, argumenta la Casa Blanca. A cambio, las empresas tendr¨¢n m¨¢s acceso a informaci¨®n clasificada de la Administraci¨®n sobre amenazas de ciberseguridad.
Las prioridades del decreto se resumen en cinco puntos: proteger las infraestructuras del pa¨ªs, as¨ª como sus sistemas de informaci¨®n de ciberataques; mejorar la capacidad para identificar y avisar de posibles delitos digitales; buscar aliados m¨¢s all¨¢ de EE UU que garanticen la privacidad en Internet; fortalecer las redes federales de modo que se tengan claros los objetivos de ataques; y, por ¨²ltimo, trabajadores cualificados capaces de crear sistemas de verificaci¨®n.
A pesar del escepticismo de estas empresas punteras, Obama mostr¨® c¨®mo cuando se ven en apuros recurren a ellos: ¡°Incluso la ciudadan¨ªa nos pide que en casos como el de Sony, actuemos¡±. Antes de despedirse, brome¨® en un pupitre de dimensiones muy reducidas al que renunci¨® a sentarse para firmar el decreto.
A falta de saber c¨®mo reaccionar¨¢n las empresas, sus asesores minimizaron las ausencias y se centraron en los planes de la Casa Blanca. Lisa Monaco, asesora de seguridad nacional y lucha antiterrorista, alert¨® contra el creciente n¨²mero de ciberataques y contra unos da?os que son, en sus palabras, ¡°cada vez m¨¢s masivos¡±. ¡°Compartir informaci¨®n es prioritario, si no, no tendremos clara la amenaza a la que nos enfrentamos ni la forma de atajarla. Con colaboraci¨®n podremos saber las herramientas que necesitamos para ello. Nuestras vidas dependen cada vez m¨¢s de Internet¡±, dijo. Cook, un hombre de negocios que creci¨® a la sombra de Steve Jobs, fue ajeno al ambiente hostil: ¡°En Apple hacemos productos que cambian la vida de las personas. Pensamos que el pa¨ªs que ha hecho posible nuestro ¨¦xito es la tierra de las oportunidades para todos. Por eso cada vez hacemos m¨¢s aparatos y componentes en EE UU. Pensamos que debemos dejar un mundo mejor que el que encontramos¡±. El directivo se bas¨® en la idea de que dar seguridad a sus clientes es una prioridad para apoyar la iniciativa de Obama: ¡°Nuestro hardware y software est¨¢ cifrado. Nuestro modelo de negocio no se basa en vender vuestros datos personales, sino en vender productos a cambio de dinero. No damos ninguna informaci¨®n de nuestra navegaci¨®n¡±. Eso s¨ª, el ejecutivo no perdi¨® ocasi¨®n para promocionar su sistema de pago con el m¨®vil como ejemplo de forma innovadora de pago.
Cook jug¨® a visionario por un momento. ¡°Imagino con deseo el d¨ªa en que desaparezca la cartera, en que tengamos informaci¨®n digital de nuestro pasaporte, identidad, pagos y salud siempre con nosotros y de dif¨ªcil acceso para los criminales¡±, fantase¨®.
Durante la jornada se desgranaron los que ser¨¢n los ejes del futuro de Internet, desde la detecci¨®n temprana de errores a la necesidad de superar las actuales contrase?as, demasiado vulnerables. La apuesta pasa por un pasaporte biom¨¦trico o patrones basados en im¨¢genes que caduquen y se renueven con cada sesi¨®n.
De este centro salieron los cerebros que montaron Google, Larry Page y Sergei Brin, tambi¨¦n los que hace dos d¨¦cadas, crearon Yahoo!, Jerry Yang y David Filo. Mucho antes, Bill Hewlett y David Packard, en los 40, sentaron las bases para los ordenadores como hoy se conocen. El caldo de la innovaci¨®n se cuece en Stanford. Durante toda la jornada se remarc¨® una idea, que se repita nunca m¨¢s esta situaci¨®n, esta separaci¨®n entre seguridad nacional y empresas privadas. Monaco insisti¨® en la necesidad de atajar esta anomal¨ªa, al menos en el futuro: ¡°No es un tema solo de grandes corporaciones, sino de todo, grandes y peque?os. Pero sobre todo, quiero que los alumnos de este centro, a los que se les pide que cambien el mundo, piensen en ayudar a su pa¨ªs, que trabajen con nosotros¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.