El matrimonio igualitario conquista el conservador sur de Estados Unidos
El Tribunal Supremo impide a Alabama prohibir los enlaces entre personas del mismo sexo
En pleno debate sobre la legalizaci¨®n del matrimonio homosexual en Estados Unidos, el reverendo Phil Snider se dirigi¨® hace tres a?os a su congregaci¨®n en Misuri con un discurso a favor de la discriminaci¨®n sexual. A los pocos minutos de comenzar, se detuvo. ¡°Lo siento, creo que he tomado prestados los argumentos del siglo equivocado¡±. Snider hab¨ªa convencido a la audiencia de que la discriminaci¨®n era justificable cambiando los t¨¦rminos ¡°integraci¨®n racial¡± por ¡°derechos de los homosexuales¡± en un discurso que ya hab¨ªa sido empleado para defender la segregaci¨®n contra las minor¨ªas raciales en el sur.
Su intervenci¨®n se convirti¨® en uno de los v¨ªdeos virales del momento. Snider hab¨ªa demostrado que los argumentos que fallaron en la defensa de la segregaci¨®n, tambi¨¦n son insuficientes para negar la igualdad a los homosexuales. Ahora, como hace medio siglo, la regi¨®n que m¨¢s tiempo oprimi¨® a las minor¨ªas raciales, ha sido la ¨²ltima en sumarse a esta batalla por los derechos civiles, la de los homosexuales.
Decenas de parejas del mismo sexo aguardaban el lunes pasado en juzgados de Alabama para contraer matrimonio. Quer¨ªan ser las primeras, del primer estado del Deep South en acceder a un derecho que ya reconoce la mayor parte del pa¨ªs. No falt¨® tensi¨®n. Un juez de Alabama, Roy Moore, hab¨ªa dictaminado la noche anterior que no se firmar¨ªa ning¨²n acta de matrimonio hasta que se pronunciara el Tribunal Supremo en Washington. Apenas unas horas despu¨¦s, el Supremo neg¨® la petici¨®n de Moore y declar¨® que Alabama no tiene competencias para prohibir el matrimonio igualitario.
La generaci¨®n del milenio, la m¨¢s diversa de las ¨²ltimas d¨¦cadas, muestra un respaldo sin precedentes a los derechos de la comunidad LGBT
Hasta ahora, la comunidad homosexual de Alabama hab¨ªa visto c¨®mo los avances conquistados en el resto del pa¨ªs no cruzaban sus fronteras. El l¨ªmite estaba hasta ahora en el sur, pero el cambio ha llegado con la decisi¨®n de los jueces del Supremo.
La oleada de cambio que en apenas dos a?os ha barrido la opini¨®n p¨²blica estadounidense empieza as¨ª a conquistar el sur. La regi¨®n m¨¢s conservadora del pa¨ªs es la que menos respalda las uniones entre personas del mismo sexo, apenas un 41%, frente a un 61% que lo apoya en la costa Este, seg¨²n datos recientes del Centro Pew. Siete de cada 10 estadounidenses viven en uno de los 37 estados donde el matrimonio homosexual est¨¢ legalizado. Otra mayor¨ªa, un 72%, considera que el matrimonio entre personas del mismo sexo es ya inevitable, seg¨²n datos del Centro Pew.
Pero bajo la piel conservadora de Alabama, Georgia y Louisiana se adivinan profundas transformaciones culturales y demogr¨¢ficas que han situado a los ciudadanos a favor del matrimonio igualitario. A pesar de mantenerse en la retaguardia de uno de los cambios sociales m¨¢s importantes de las ¨²ltimas d¨¦cadas, el ritmo s¨ª ha sido el mismo que en el resto del pa¨ªs y en la misma direcci¨®n. Desde 2003, el apoyo en el sur ha pasado de un 25% a un 44%, similar al salto de 21 puntos que dio la costa Este (del 40% al 61%) en el mismo per¨ªodo.
Alabama debe acatar ahora la decisi¨®n del Supremo. Pero esto no quiere decir que el alto tribunal haya reconocido el derecho a casarse de los homosexuales; en junio tendr¨¢ que pronunciarse sobre ello y su decisi¨®n afectar¨¢ a todo el pa¨ªs.
¡°Las autoridades pueden permitir la vigencia de esas uniones o quedar como est¨²pidos orgullosos por intentar arrancar a maridos y esposas de sus parejas¡±, dec¨ªa este lunes la revista The Atlantic. ¡°Nadie se gan¨® a los estadounidenses partiendo en dos sus certificados de matrimonio¡±.
Ni siquiera a los del sur. El juez Moore ha ignorado la nueva demograf¨ªa y el cambio de ideas en la regi¨®n, destino en los ¨²ltimos 20 a?os de una oleada de trabajadores, especialmente de minor¨ªas raciales, que regresan del norte. Les caracteriza, seg¨²n escribe el dem¨®grafo William Frey en su radiograf¨ªa de la explosi¨®n demogr¨¢fica que est¨¢ definiendo a los nuevos EE UU, tanto su edad como su ¡°capital humano¡±. En los setenta y ochenta, los afroamericanos regresaban solo un poco mejor econ¨®micamente que sus nuevos vecinos. Ahora, seg¨²n Frey, ¡°son j¨®venes y con un nivel educativo muy alto¡±.
La generaci¨®n del milenio, la m¨¢s diversa de las ¨²ltimas d¨¦cadas, muestra un respaldo sin precedentes a los derechos de la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales). Seg¨²n datos del Public Region Research Institute, un 69% de los j¨®venes entre 18 y 33 a?os defiende el matrimonio homosexual, frente a un 37% de los mayores de 68 a?os, los baby boomers que han liderado la opini¨®n p¨²blica hasta hace apenas una d¨¦cada.
El sur ya no est¨¢ aislado y se acaba de sumar a los cambios de una sociedad que hace apenas cinco a?os no se imaginaba que en 2015 podr¨ªa estar a las puertas de legalizar el matrimonio homosexual.
Un juez de Alabama reta al Supremo
La estrategia del juez Roy Moore para detener los matrimonios entre personas del mismo sexo en Alabama es habitual: los magistrados pueden pedir al Tribunal Supremo que bloquee la ejecuci¨®n de una ley hasta que la corte decida si ¨¦sta se ajusta a la Constituci¨®n o no. En este caso, el Supremo estudiar¨¢ en abril cuatro casos que pueden resolver la pregunta clave en la pen¨²ltima batalla por los derechos civiles del pa¨ªs: ?tienen los estadounidenses el derecho a casarse con una persona del mismo sexo?
Dos de los nueve jueces del Tribunal Supremo manifestaron esta semana su rechazo a la decisi¨®n de no bloquear los matrimonios entre personas del mismo sexo en Alabama hasta que la corte resuelva esta pregunta. Los conservadores Clarence Thomas y Antonin Scalia, en una sentencia redactada por el primero, alertaron de que la decisi¨®n de la corte "puede ser interpretada como una se?al de que el Tribunal ya ha respondido la pregunta", en referencia a los casos que estudiar¨¢ en abril.
El Supremo declar¨® en 2013 que la ley federal que defin¨ªa el matrimonio como la uni¨®n entre un hombre y una mujer, as¨ª como la ley de California que prohibi¨® las uniones de parejas del mismo sexo, violaban la Constituci¨®n al discriminar en contra de los homosexuales. Esos dos casos, considerados como el avance m¨¢s importante en materia de igualdad de derechos de la comunidad LGBT, no resolvieron sin embargo la cuesti¨®n de si existe el derecho al matrimonio a nivel federal. Para Thomas, una mayor¨ªa de jueces del Supremo han adelantado la respuesta.
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