Un trayecto de 18 horas en tren para celebrar el A?o Nuevo chino
Tong, dise?ador gr¨¢fico de 28 a?os, se reunir¨¢ con su familia en los pr¨®ximos d¨ªas
Un chirrido constante recorre estos d¨ªas la estaci¨®n central de tren de Pek¨ªn. Es el chirrido de centenares de maletas rodando al un¨ªsono, mientras sus due?os tratan de localizar su and¨¦n, su tren, su vag¨®n. Familias enteras, cargadas de bultos, se preguntan a gritos si lo tienen todo bien sujeto antes de pasar los tornos. Grupos de trabajadores inmigrantes de abrigos gastados y rostro curtido tratan de que sus enormes sacos de vituallas atraviesen los arcos de seguridad. Parejas de novios nerviosos se toman fotos ante la fachada de arquitectura mao¨ªsta antes de empezar el viaje que supondr¨¢ la presentaci¨®n oficial a la familia.
Son algunas de las escenas diarias del mayor ¨¦xodo anual del mundo: el regreso de los trabajadores chinos a sus hogares familiares para celebrar la llegada del A?o Nuevo lunar el d¨ªa 19. Durante estas festividades se completar¨¢n 2.800 millones de desplazamientos, un 3,4% m¨¢s que el a?o pasado, seg¨²n el Ministerio de Transporte. Aunque muchos trayectos de este gran ¨¦xodo se cubrir¨¢n en avi¨®n, autom¨®vil privado o autob¨²s, la gran mayor¨ªa de los desplazamientos se har¨¢n en tren, el medio de transporte con la relaci¨®n rapidez/precio m¨¢s razonable. Solo por la estaci¨®n de Pek¨ªn pasan estos d¨ªas medio mill¨®n de viajeros diarios.
Estas son algunas de las historias de estos viajeros:
Wu Jixian, de 31 a?os, ha tenido que recorrer medio mundo para estar en casa para A?o Nuevo. Vive en Las Palmas de Gran Canaria, donde trabaja de cocinero en un restaurante chino. Hac¨ªa siete a?os que no volv¨ªa a casa. Lleg¨® a Pek¨ªn en avi¨®n y desde all¨ª iba a enlazar por tren con Mongolia interior, donde le esperan sus padres. El viaje en tren le llevar¨¢ cerca de 20 horas para un trayecto de cerca de 1.800 kil¨®metros, pero para ahorrar ha optado por un asiento duro ¡ªel de clase m¨¢s barata¡ª, por el que ha pagado cerca de 200 yuanes (28 euros). Como est¨¢ soltero, su padre le ha organizado varias citas con posibles candidatas a novias durante el mes que pasar¨¢ con la familia. ¡°No tengo muchas esperanzas de que me salga alguna novia, la verdad. Aunque si la encuentro, me la traigo conmigo de vuelta a Las Palmas¡±, se r¨ªe.
Han Husan, trabajador itinerante de 38 a?os. Va por cualquier ciudad donde pueda encontrar empleo, como obrero de la construcci¨®n o lo que buenamente caiga. Han es originario de Huaying, un pueblo de la provincia de Jiangsu, al norte de Shangh¨¢i y a unos mil kil¨®metros de Pek¨ªn. Su familia ¡ªtiene mujer y tres hijos de entre diez y trece a?os¡ª cultiva all¨ª unos terrenos. Cuando es necesario, o cuando escasea el trabajo en otros lugares, ¨¦l regresa a casa para echar una mano, ¡°cuatro o cinco veces al a?o¡±. Ahora vuelve para pasar el A?o Nuevo chino, en un asiento duro durante un trayecto de siete u ocho horas. Ha pagado algo m¨¢s de 200 yuanes, un porcentaje sustancial de los 3.000 yuanes (428 euros) mensuales que calcula ganar como promedio en su trabajo en las ciudades, y que es ¡°m¨¢s, desde luego, de lo que se saca del campo¡±. Viaja cargado de maletas llenas a m¨¢s no poder: ¡°Lo primero que me van a decir mis chicos es, ?qu¨¦ me has tra¨ªdo?¡±
Tong, dise?ador gr¨¢fico de 28 a?os. Viaja hacia Jilin, a 1.078 kil¨®metros al noreste de Pek¨ªn, aunque su trayecto durar¨¢ 18 horas, mucho m¨¢s de lo normal. Tiene que recoger primero a su esposa en otra ciudad y de ah¨ª continuar el viaje. Cobra 20.000 yuanes (2.854 euros) al mes, un sueldo considerablemente por encima de la media en China. Hubiera querido viajar en avi¨®n, pero ya no encontr¨® vuelos disponibles. Incluso para el trayecto en tren solo ha conseguido un billete sin derecho a asiento, por 198 yuanes (28,25). Ha optado por tom¨¢rselo con filosof¨ªa y comprar una peque?a silla plegable con la esperanza de poder usarla en alg¨²n pasillo del tren durante el viaje.
Zhang Wuju y Zhang Ruosi: de 31 y tres a?os, respectivamente. Son originarios de Anhui, en el centro-este de China. Wuju tiene un peque?o comercio de ultramarinos en Pek¨ªn, que abandona para regresar a su aldea ancestral un par de veces al a?o, un trayecto en tren que les llevar¨¢ 11 horas y en el que recorrer¨¢n casi 1.100 kil¨®metros. Esta vez, como viaja junto a su esposa y la peque?a Ruosi, han decidido comprar billetes en coche-cama. Es un peque?o lujo que les supondr¨¢ unos mil yuanes (unos 130 euros) en total, un buen porcentaje de los ingresos de la tienda, que les deja unos 4.000 yuanes de renta al mes. ¡°Es un precio aceptable¡±, asegura Zhang, ¡°vamos a estar diez d¨ªas en casa¡±.
Gong Zhuling es auxiliar administrativa de 28 a?os. Viaja con un enorme ramo de flores, un regalo para su madre, que cumplir¨¢ a?os estos d¨ªas. Gong espera que el ramo aguante sin estropearse las ocho horas y 990 kil¨®metros de viaje en asiento blando hasta su ciudad, Changchun, en la provincia de Jilin (noreste). El billete le ha costado 256 yuanes, casi el 10% de su sueldo, pero es la ¨²nica vez al a?o que va a ver a sus padres. En la cena de A?o Nuevo se reunir¨¢ toda la familia, 15 personas en total. Son cristianos, as¨ª que el d¨ªa siguiente lo pasar¨¢n en la iglesia.
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