Cadena perpetua para el asesino de Christopher Kyle, ¡®El Francotirador¡¯

¡°Culpable¡± y sentenciado a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional. Esa ser¨¢ la vida que le depara al veterano de guerra Eddie Ray Routh, tras el veredicto de la corte de Stephenville, Texas, anunciado este martes por la noche. Mucho tiempo para recapitular aquel d¨ªa en febrero de 2013, cuando asesin¨® al famoso francotirador estadounidense Christopher Kyle y su amigo Chad Littlefield.

Pocos minutos despu¨¦s de las nueve de la noche, la seguridad en la corte Donald R. Jones Justice Center estaba en m¨¢xima alerta. Han sido nueve largos d¨ªas escuchando a m¨¢s de 30 testigos y reconstruyendo paso a paso lo que ocurri¨® aquella tarde del 2 de febrero de 2013, cuando Routh, Kyle y Littlefield fueron juntos al campo de tiro Rough Creek Lodge.

Routh sali¨® para recibir el veredicto inexpresivo y en silencio, como se ha mantenido durante todas las jornadas en el tribunal. Su historial como veterano de guerra le hizo escapar la pena de muerte, com¨²n en este tipo de casos en Texas.

Pero no pudo eludir la cadena perpetua, alegando problemas mentales serios en el momento del asesinato, derivados del estr¨¦s postraum¨¢tico causado por la guerra, adem¨¢s de los efectos de la marihuana y el alcohol.

¡°Es culpable de asesinato capital¡±, ley¨® el juez de distrito Jason Cashon. ¡°?El veredicto es un¨¢nime?¡±, pregunt¨®. ¡°S¨ª¡±, le confirm¨® cada uno de los 12 jurados.

Con esas palabras Stephenville cerr¨® una historia que fractur¨® a tres familias texanas y captur¨® la atenci¨®n de un pa¨ªs enfrascado en guerras por m¨¢s de una d¨¦cada.

Routh, veterano de la guerra de Irak con solo 27 a?os, pasar¨¢ su vida en el sistema correccional de Texas

Es la respuesta para una naci¨®n que a¨²n no sabe c¨®mo enfrentar los efectos de las cicatrices psicol¨®gicas de un combate donde no hay vencedores.

Es el fin que Hollywood no pudo esperar en la trama de la pel¨ªcula El Francotirador (American Sniper) estrenada este a?o con gran ¨¦xito en Estados Unidos. La pel¨ªcula se bas¨® precisamente en la vida de Kyle, de 39 a?os, venerado en Texas por sus cuatro incursiones en Irak y las m¨¢s de 160 muertes confirmadas que logr¨® en su carrera.

Routh, veterano de la guerra de Irak con solo 27 a?os, pasar¨¢ su vida en el sistema correccional de Texas. Con varios kilos m¨¢s que hace dos a?os y una postura r¨ªgida, es solo una sombra de la persona que se vio en varios v¨ªdeos mostrados durante el juicio, donde hablaba de delirios y locura.

En sus argumentos finales la fiscal Jane Starnes insisti¨® en que el abuso de alcohol y marihuana alimentaron la paranoia de Routh, poniendo la decisi¨®n en sus manos, luego de sus efectos.

¡°?l sab¨ªa que lo que estaba haciendo estaba mal¡±, dijo.

El fiscal de distrito Alan Nash calific¨® a Routh como un adicto y pidi¨® al jurado poner fin al ¡°pozo profundo de excusas para su comportamiento criminal violento".

El abogado R. Shay Isham record¨® al jurado que el veterano de guerra hab¨ªa pasado a comer tacos y recoger a su perro en la camioneta de Kyle, luego de haberlo asesinado, sugiriendo que era una conducta evidente de problemas mentales.

Pero los argumentos de esquizofrenia y psicosis no pudieron salvar a Routh de una vida encarcelado, en uno de los sistemas penitenciarios m¨¢s pol¨¦micos en todo el pa¨ªs, por el trato que da a sus prisioneros. Uno en el que entrar¨¢ con cicatrices profundas de una guerra sin fin, para nunca m¨¢s salir.