I?¨¢rritu, Messi y Nadal

El nacionalismo apesta, ya lo sabemos, pero hay algo conmovedor en la manera en que los espa?oles se enorgullecen de una victoria de Rafa Nadal en Wimbledon en el coraz¨®n mismo de la P¨¦rfida Albi¨®n, o los argentinos se ufanan de Messi o de Maradona, universalmente venerados. Algo que los mexicanos experimentamos el domingo pasado con el triunfo de Gonz¨¢lez I?¨¢rritu en los Oscar en las categor¨ªas de mejor guion, pel¨ªcula y direcci¨®n. El hecho de que el triunfo de El Negro secunde al de Alfonso Cuar¨®n, de hace un a?o, ofrece una ilusoria pero moment¨¢nea sensaci¨®n de revancha. Obtener el m¨¢ximo galard¨®n que ofrece Los ?ngeles, una ciudad que los mexicanos han conquistado desde abajo como jardineros y lavaplatos, tiene algo de reivindicador, pese a todo. A ellos les resta metr¨®poli, a nosotros periferia en el inventario de las ilusiones.

Lo que no provoca nada de ternura es el nacionalismo rampante en la llamada a cuentas que el Gobierno mexicano le hizo al Papa por andar deseando que Argentina no se mexicanice en materia de violencia originada por el narcotr¨¢fico. Hace algunos d¨ªas trascendi¨®, aunque el Vaticano nunca lo confirm¨®, que el papa Francisco hab¨ªa externado a un concejal de su pa¨ªs que ¡°ojal¨¢ estemos a tiempo de evitar la mexicanizaci¨®n. Estuve hablando con algunos obispos mexicanos y la cosa est¨¢ de terror¡±. Y es que, en efecto, la escalada de violencia que experimentan algunas plazas argentinas, degollados y ejecuciones incluidos, se asemeja aunque a¨²n en menor escala a las informaciones que llegan de nuestro pa¨ªs.

¡°La cosa est¨¢ de terror¡± no es un insulto sino una descripci¨®n

Supongo que la canciller¨ªa mexicana simplemente est¨¢ haciendo su trabajo. Una reacci¨®n institucional en autom¨¢tico: no se debe estigmatizar a M¨¦xico ni desconocer los esfuerzos que el pa¨ªs realiza en materia de combate al narcotr¨¢fico, afirm¨® Relaciones Exteriores (el ministerio, dicho sea de paso, m¨¢s rescatable de la actual administraci¨®n). Pero el Gobierno tendr¨ªa que entender que hay momentos en que el pudor llamar¨ªa a quedarse callado: el mundo no olvida la masacre de 43 estudiantes en condiciones a¨²n inexplicables. Por lo dem¨¢s el Papa no habla a partir de un prejuicio sino de sus conversaciones con obispos mexicanos que est¨¢n en la primera l¨ªnea de batalla. ¡°La cosa est¨¢ de terror¡± no es un insulto sino una descripci¨®n. Jorge Mario Bergolio no extrajo sus temores de una vista de la pel¨ªcula Amores Perros, de I?¨¢rritu, sino de ese profundo servicio de inteligencia de la vida cotidiana de nuestros pueblos que es la Iglesia Cat¨®lica.

En los ¨²ltimos dos a?os ocho curas han sido asesinados por los narcos, por motivos vinculados a su actividad pastoral, revela el reporte el riesgo de ser sacerdote en M¨¦xico, preparado por el Centro Cat¨®lico Multimedia. En el mismo lapso se registran 520 amenazas y varios secuestros de prelados, particularmente en el sureste. Las peque?as iglesias tambi¨¦n han sido pasto de la violencia que arrasa las regiones salvajes. El Papa no se est¨¢ inmiscuyendo en temas que no le ata?en; por el contrario est¨¢ hablando de su propia instituci¨®n.

Por lo dem¨¢s, en la defensa del Gobierno mexicano hay mucho de hipocres¨ªa. Recuerdo aquellos a?os en los que nuestros capos eran aprendices de Pablo Escobar y se mencionaba en M¨¦xico el peligro de colombianizaci¨®n. Y cuando el corralito del peso con Fernando de la R¨²a se hablaba en nuestra secretar¨ªa de Hacienda del riesgo de argentinizaci¨®n. As¨ª que no entiendo esta pasi¨®n masiosare de envolverse en la bandera patria a la menor provocaci¨®n aunque la tela con que se fabrique lleve la etiqueta de made in China.

Recuerdo cuando nuestros capos eran aprendices de Escobar y se dec¨ªa en M¨¦xico el peligro de colombianizaci¨®n

Pero m¨¢s all¨¢ de los efluvios nacionalistas en esta defensa patriotera, me preocupa la actitud de fondo. En las ¨²ltimas semanas parecer¨ªa que el Gobierno est¨¢ renunciando a desarrollar estrategias para encontrar soluci¨®n a los problemas y prefiere concentrar sus esfuerzos en el ocultamiento de esos problemas. ¡°Si no hay respuesta a las dificultades estructurales, dejemos de hablar de ellas¡±, parecer¨ªa ser la consigna de estos d¨ªas.

Provoca inquietud este af¨¢n maquillador o silenciador de la realidad. Si se han tomado la molestia de enmendarle la plana al Papa, habida cuenta de la actitud reverente que hasta ahora ha caracterizado al trato de Los Pinos con el Vaticano, preocupa la actitud que podr¨ªan tener ante cr¨ªticos menos connotados. Es decir, medios de comunicaci¨®n, periodistas, miembros de la opini¨®n p¨²blica, redes sociales.

Existe un riesgo evidente cuando el grupo gobernante comienza a asumir que la defensa de la Naci¨®n equivale a la defensa de su gesti¨®n pol¨ªtica. El nacionalismo deja de ser esa sensaci¨®n gozosa y de cohesi¨®n que provoca el triunfo de un coterr¨¢neo y se convierte en fuente para legitimar la intolerancia o el autoritarismo.

@jorgezepedap