EE UU y Cuba progresan con cautela en su nuevo di¨¢logo

Que restablecer relaciones entre Cuba y Estados Unidos no es tarea sencilla es algo de lo que son conscientes desde hace m¨¢s de medio siglo tanto Washington como La Habana, que este viernes celebraron su segunda ronda de conversaciones en la capital norteamericana.

¡°?Sabe c¨®mo hacen el amor los puercoespines?¡±, le pregunt¨® James Donovan a Fidel Castro en 1963, cuando el l¨ªder cubano le expres¨® su inter¨¦s por mejorar las relaciones con Washington al hombre de confianza que el presidente John F. Kennedy envi¨® a La Habana a negociar la liberaci¨®n de los prisioneros de la fracasada invasi¨®n de Bah¨ªa Cochinos dos a?os antes. ¡°Con mucho cuidado¡±, se contest¨® a s¨ª mismo el negociador norteamericano, recuerdan William LeoGrande y Peter Kornbluh en Back Channel to Cuba, el libro sobre los 50 a?os de negociaciones secretas entre Washington y La Habana publicado poco antes de que Cuba y Estados Unidos anunciaran la normalizaci¨®n de relaciones, el 17 de diciembre.

Desde ese d¨ªa, las negociaciones bilaterales han dejado de ser secretas. Lo que no ha cambiado es la complejidad de las mismas, tal como demuestra esta segunda vuelta en Washington, despu¨¦s de un primer encuentro en La Habana el mes pasado.

¡°Productiva, alentadora, positiva¡± son algunos de los calificativos que usaron las jefas de las negociaciones, la cubana Josefina Vidal y la estadounidense Roberta Jacobson, para definir las m¨¢s de seis horas de di¨¢logo ¡°a veces desafiante, pero honesto¡± mantenidas a puerta cerrada en el Departamento de Estado en Washington. Ello pese a que siguen persistiendo, como ya lo dijeron en La Habana en enero, ¡°serios desacuerdos¡± en m¨¢s de un tema de las negociaciones.

Con todo ambas coincidieron -y eso no es poco trat¨¢ndose de dos pa¨ªses marcados por d¨¦cadas de desconfianza- en seguir conversando con un objetivo claro y definido: restablecer las relaciones diplom¨¢ticas y reabrir sendas embajadas.

?Cu¨¢ndo? Pronto, coinciden las dos partes. ?En cuesti¨®n de semanas, antes de la Cumbre de las Am¨¦ricas en Panam¨¢ donde los presidentes Ra¨²l Castro y Barack Obama se sentar¨¢n en la misma mesa?

¡°Podemos lograrlo a tiempo para la Cumbre; visto el tipo de cooperaci¨®n de hoy, me siento optimista. La Cumbre es una buena oportunidad si logramos hacer las cosas a tiempo¡±, dijo Jacobson, la m¨¢xima responsable para Am¨¦rica Latina del Departamento de Estado, en rueda de prensa tras las conversaciones.

¡°Confiamos en que nuestros dos pa¨ªses puedan establecer relaciones civilizadas de convivencia y ser capaces de respetar nuestras diferencias para que como vecinos podamos identificar ¨¢reas de inter¨¦s mutuo¡±, acot¨® Vidal en declaraciones a la prensa que dio por separado.

Pero ninguna de las partes quiso aventurarse a marcarse un plazo l¨ªmite para este objetivo. Los detalles a negociar son a¨²n demasiados, y el tiempo -poco m¨¢s de un mes antes de la cita hemisf¨¦rica trienal, el 10 y 11 de abril en el pa¨ªs centroamericano- escaso.

Por lo pronto, ambas delegaciones anunciaron que en las pr¨®ximas semanas viajar¨¢n delegaciones estadounidenses a La Habana a mantener conversaciones ¡°t¨¦cnicas¡± en temas como seguridad a¨¦rea, prevenci¨®n de fraude migratorio, ¨¢reas marinas protegidas o para explicar las medidas decretadas por el Gobierno de Barack Obama desde diciembre que alivian numerosos aspectos del embargo a la isla.

Un di¨¢logo que tambi¨¦n se extender¨¢ a otras ¨¢reas nuevas, como en materia de Internet y telecomunicaciones.

Y, tambi¨¦n, en derechos humanos. Este di¨¢logo es para EE UU el ¡°m¨¢s dif¨ªcil pero tambi¨¦n m¨¢s importante¡± de los pendientes, se?al¨® Jacobson. Cuba tambi¨¦n ha dicho que quiere conversar, pero desde su propia ¡°concepci¨®n¡± y sobre ¡°bases de reciprocidad¡±. El encuentro tendr¨¢ lugar ¡°a finales de marzo¡±, adelant¨® Jacobson. Seg¨²n hab¨ªa avanzado el Departamento de Estado esta semana, el encargado de dirigir esas conversaciones ser¨¢ el secretario de Estado adjunto para Democracia, Derechos Humanos y Laborales, Tom Malinowski.

Cuba tambi¨¦n tiene sus propias prioridades. Para La Habana es crucial salir de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo en la que figura desde 1982 y, tambi¨¦n, resolver la situaci¨®n bancaria de su Secci¨®n de Intereses, que lleva m¨¢s de un a?o sin encontrar un banco dispuesto a gestionar sus cuentas.

Pero lo que hab¨ªa sonado en v¨ªsperas de la cita de hoy casi como una condici¨®n previa antes de reabrir embajadas, fue rebajado tras el encuentro a una ¡°prioridad en el proceso¡±, en palabras de Vidal.

¡°Para Cuba es una cuesti¨®n de justicia¡± salir de esa lista, subray¨® la directora general de Estados Unidos de la Canciller¨ªa de la isla. ¡°Desde un punto de vista moral, ¨¦tico, es muy importante abordar este asunto, de modo que cuando restablezcamos las relaciones estemos dando inicio a una verdadera nueva etapa sobre bases distintas, s¨®lidas, que de verdad representen un cambio cualitativo en el tipo de relaci¨®n que en estos d¨ªas estamos discutiendo¡±.

El Gobierno de Obama asegura que est¨¢ en ello, pero ha dejado claro que se trata de un proceso ¡°separado¡± que trata de acelerar, pero que llevar¨¢ el tiempo que se requiera.

¡°Esto no es una negociaci¨®n. Es una evaluaci¨®n que se realiza bajo una serie de requerimientos muy estrictos que dicta el Congreso y que debe -y as¨ª se est¨¢ haciendo- realizarse de forma separada¡±, dijo este mismo viernes el secretario de Estado, John Kerry.

En esta evaluaci¨®n, que empez¨® el mismo d¨ªa en que Obama anunci¨® el cambio de pol¨ªtica hacia Cuba, se tiene que estudiar si en los ¨²ltimos seis meses el pa¨ªs en cuesti¨®n no ha realizado ninguna tarea de apoyo a grupos o actos de terrorismo internacional. Una vez llegada a una conclusi¨®n, el presidente debe notificarlo al Congreso. A partir de ah¨ª, deben pasar otros 45 d¨ªas antes de que el pa¨ªs salga, efectivamente, de la lista negra que, m¨¢s all¨¢ de prestigios y orgullos da?ados, implica una serie de sanciones graves, incluido el veto a acceder a pr¨¦stamos de instituciones financieras como el Banco Mundial. ¡°La evaluaci¨®n debe hacerse bien, y no se va a hacer nada respecto hasta la lista hasta que la evaluaci¨®n se haya completado¡±, zanj¨® Kerry.