La responsabilidad moral de Putin
El Kremlin es responsable del clima de agresividad hacia pol¨ªticos de corte occidental como Nemtsov
Una figura de oposici¨®n destacada es asesinada en Rusia y el Kremlin se mira al espejo para ver si su sangre ha salpicado al l¨ªder del Estado y ha mancillado su ¨ªndice de popularidad. As¨ª fue en 2006 cuando acribillaron a la periodista Anna Politk¨®vskaia y as¨ª ha sucedido de nuevo tras el atentado que ha segado la vida de Bor¨ªs Nemtsov. Ambos se opon¨ªan con vehemencia a la guerra, en el caso de Politk¨®vskaya, en Chechenia, y en el de Nemtsov, primero en el C¨¢ucaso y ahora en Ucrania.
Las teor¨ªas de la conspiraci¨®n, de distinto nivel de complejidad, son parte de la cultura pol¨ªtica rusa y, en ese contexto, hay base para afirmar que el Kremlin est¨¢ detr¨¢s de la muerte de Nemtsov, que criticaba al presidente Vlad¨ªmir Putin y se dispon¨ªa a revelar datos sobre la ayuda militar de Mosc¨² a la guerra en Ucrania. En este contexto, tambi¨¦n cabe decir que Putin era el menos interesado en que su oponente cayera abatido junto al Kremlin. Tras la muerte de Politk¨®vskaya, los amantes de la conspiraci¨®n se dividieron, siguiendo esa l¨®gica, en dos grupos: para unos, Putin era el menos interesado en que Politk¨®vskaya fuera acribillada justamente el d¨ªa de su cumplea?os, el 7 de octubre; y para otros, la fecha hab¨ªa sido elegida adrede por quienes quer¨ªan ofrecerle un regalo-sacrificio.
Conspiraciones al margen, la cuesti¨®n clave es si se dan hoy en Rusia las condiciones institucionales y pol¨ªticas para descubrir la verdad o si las pistas del terror se extraviar¨¢n de nuevo en expedientes y archivos. Lo que s¨ª es posible afirmar ya es que el Kremlin, como m¨ªnimo, tiene responsabilidad moral y pol¨ªtica por el clima reinante en Rusia de agresividad hacia Occidente y hacia los pol¨ªticos de corte occidental, como era Nemtsov. Este clima es aventado por las televisiones estatales, con su vitri¨®lica propaganda que presenta a Occidente como el portador de todas las lacras y que siembra el odio en las mentes ofuscadas, es un caldo de cultivo que propicia la violencia y muertes como la de Nemtsov. Si esto contin¨²a, no hay que descartar la aparici¨®n de formas locales de violencia a la usanza del Estado Isl¨¢mico.
Las autoridades rusas tratan de unir a sus ciudadanos en nombre de una idea del Estado que parece arcaica en Occidente. El Kremlin adopta actitudes de defensa y ataque, pero no sabe conectar con la sociedad entendida como un conjunto de ciudadanos individuales portadores de derechos.
Cuando Politk¨®vskaya fue asesinada, Putin tuvo que v¨¦rselas en Alemania con manifestantes que le trataban de ¡°asesino¡±. A preguntas de los periodistas, el l¨ªder reconoci¨® que Politk¨®vskaya era ¡°muy cr¨ªtica¡±, pero calific¨® de ¡°insignificante su grado de influencia¡± sobre la pol¨ªtica de Rusia. La muerte de Politk¨®vskaya, dijo, ¡°resulta m¨¢s perjudicial para las autoridades que criticaba¡± que ¡°todas sus publicaciones¡±.
En el caso de Nemtsov, el secretario de prensa de Putin, Dmitri Peskov, afirm¨® que el ¡°monstruoso crimen tiene todos los s¨ªntomas de haber sido encargado y se parece bastante a una gran provocaci¨®n¡±. Preguntado si el caso pod¨ªa incidir en el ¨ªndice de popularidad de Putin, Peskov dijo que ¡°con todos los respetos por la memoria de Bor¨ªs Nemtsov¡±, ¨¦ste no supon¨ªa ¡°ninguna amenaza¡± para el presidente. ¡°Si comparamos el nivel de popularidad, los ¨ªndices de Putin y del Gobierno en su conjunto, Bor¨ªs Nemtsov estar¨ªa s¨®lo un poco m¨¢s arriba que un ciudadano medio¡±, dijo.
Ante el aluvi¨®n de mentiras generado por la pol¨ªtica oficial, las promesas oficiales de impulsar una investigaci¨®n seria son recibidas con escepticismo por quienes desear¨ªan que el Kremlin deje de cultivar las bajas pasiones de la sociedad.
Entre los l¨ªderes de la oposici¨®n, Nemtsov fue tal vez el m¨¢s atrevido y el m¨¢s capaz de despertar simpat¨ªa, pese a sus fallos o justamente por ellos, pues nada de lo humano le era ajeno. Curtido en la agitada d¨¦cada de los noventa, el pol¨ªtico liberal colaboraba con el carism¨¢tico Alex¨¦i Navalni y otras figuras como el exjefe de Gobierno, Mija¨ªl Kasi¨¢nov, o el exvicejefe de la Duma, Vlad¨ªmir Rizhkov. Sin embargo, la oposici¨®n a Putin es d¨¦bil, en parte porque el Kremlin la ahoga, al recortarle las libertades y derechos, pero tambi¨¦n porque los liberales no han sabido encauzar los sentimientos positivos de la sociedad, hoy eclipsados por la frustraci¨®n, el recelo y la venganza.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.