Amenaza existencial
Netanyahu ha hecho una exhibici¨®n pr¨¢ctica de que el poder ya no es lo que era
Nadie ha llegado tan lejos como Benjam¨ªn Netanyahu en la exhibici¨®n pr¨¢ctica de que definitivamente el poder ya no es lo que era. El primer ministro de Israel ha conseguido romper unas cuantas barreras y tab¨²es de la pol¨ªtica israel¨ª, estadounidense e incluso internacional, y demostrar, de paso, que un pol¨ªtico de un pa¨ªs de poco m¨¢s de ocho millones de habitantes como Israel, cuando quiere ganar unas elecciones, puede ser m¨¢s poderoso que el pol¨ªtico m¨¢s poderoso del mundo, como es el presidente de los Estados Unidos.
Netanyahu ha osado tensar la relaci¨®n privilegiada que hay entre Washington y Jerusal¨¦n, fundamentada en un consenso suprapartidista vigente en ambos pa¨ªses, hasta un punto inaudito en la historia bilateral, con el riesgo de producir da?os irreparables. Tambi¨¦n ha desafiado personalmente al presidente Obama, aprovechando la mayor¨ªa republicana en el Congreso, para dirigirse a las dos C¨¢maras con un discurso que impugna las negociaciones que Washington mantiene con Teher¨¢n en el marco del P5+1 (los cinco pa¨ªses con asiento permanente en el Consejo de Seguridad m¨¢s Alemania). Y finalmente, ha interferido en la negociaci¨®n de dicho P5+1, en una exhibici¨®n de osad¨ªa frente a la comunidad internacional, en el momento en que intenta sacar a un pa¨ªs tan importante como Ir¨¢n del aislamiento y la radicalizaci¨®n.
Estas tres cosas y m¨¢s las ha hecho en nombre de la seguridad de Israel, con una dram¨¢tica apelaci¨®n a sus 4.000 a?os de historia, que le permiti¨® remontarse hasta la figura de Haman, el visir del rey persa Asuero, que quiso exterminar a los jud¨ªos. Lo hizo en un discurso espl¨¦ndido, seg¨²n han coincidido incluso quienes han denunciado su car¨¢cter ret¨®rico y meramente electoral. Y ha contribuido a su ¨¦xito el motivo b¨ªblico elegido, coincidiendo con la fiesta del Purim, que precisamente celebra con la lectura del Libro de Esther esa historia de salvaci¨®n gracias a la fe y a la elocuencia de la reina jud¨ªa que defiende a su pueblo del malvado visir ante el rey persa.
Pasadas las elecciones, habr¨¢ que ver en qu¨¦ queda la amenaza existencial. El diario Haaretz ya le ha dicho en su editorial que la amenaza existencial es seguir con la ampliaci¨®n de las colonias en Cisjordania. Y, en cualquier caso, nada neutraliza mejor la amenaza que pueda suponer Ir¨¢n como la incorporaci¨®n del pa¨ªs persa a la comunidad internacional, donde se le necesita para muchas cosas, como enfrentar el peligro mayor e inmediato de quienes rebanan cabezas y hacen hogueras humanas para limpiar Oriente Pr¨®ximo de minor¨ªas religiosas distintas del salafismo.
La osad¨ªa de Netanyahu retuerce la l¨®gica. Decir que el enemigo de mi enemigo es tambi¨¦n mi enemigo es como asegurar que dos m¨¢s dos son cinco. Si Netanyahu considera que Ir¨¢n es una amenaza mayor que el Estado Isl¨¢mico, no tiene m¨¢s que utilizar al Estado Isl¨¢mico para combatir a Ir¨¢n, que es de lo que ya le acusan abusivamente desde distintas capitales isl¨¢micas.
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