Utah vuelve al pelot¨®n de fusilamiento para ejecutar a los condenados
El Senado aprueba una ley para salir al paso ante la falta de anestesia que provoca que la inyecci¨®n letal cause una larga agon¨ªa
En la b¨²squeda desesperada ¨Ce imposible- de lograr un m¨¦todo de ejecuci¨®n humano en el que el condenado no tenga una lenta y larga agon¨ªa debido a la falta de anestesia a la hora de aplicar la inyecci¨®n letal, el Estado de Utah pretende el regreso del pelot¨®n de fusilamiento para ejecutar a los presos.
La pol¨¦mica ley fue aprobada por un amplio voto este pasado martes en el Senado aunque en febrero pas¨® el visto bueno de la C¨¢mara de Representantes del Estado por la m¨ªnima. La medida se convertir¨¢ en ley si el Gobernador republicano, Gary Herbert, la firma, algo sobre lo que no se ha pronunciado hasta el momento.
Utah es el ¨²ltimo Estado de la Uni¨®n que ejecut¨® a un condenado a muerte con un pelot¨®n de fusilamiento. En 2010, Ronnie Lee Gardner, 49 a?os, eleg¨ªa de forma voluntaria ser fusilado tras pasar 25 a?os en el corredor de la muerte en lugar de someterse a una inyecci¨®n letal porque lo cre¨ªa ¡°m¨¢s humano¡±. Aunque el Estado decret¨® en 2004 la inyecci¨®n letal como el m¨¦todo a usar para las ejecuciones, los condenados a la pena capital antes de ese a?o pod¨ªan elegir si prefer¨ªan hacerlo as¨ª o ser fusilados.
Utah es uno de los estados con menos presos en el corredor de la muerte, tan solo nueve frente a los 745 de California; los 404 de Florida; o los 276 de Texas
Lo que se consideraba un plan de emergencia ahora va a ser utilizado de forma generalizada si el Gobernador firma la ley que lo autoriza. Utah es uno de los estados con menos presos en el corredor de la muerte, tan solo nueve frente a los 745 de California; los 404 de Florida; o los 276 de Texas, seg¨²n cifras del Centro de Informaci¨®n sobre la Pena de Muerte (DPIC, siglas en ingl¨¦s). Ninguno de los presos en el corredor de la muerte de Utah tiene programada su ejecuci¨®n para antes de 2017.
Solo otras dos personas han sido fusiladas desde que el Tribunal Supremo reinstaur¨® la pena de muerte en 1976 tras un par¨®n de cuatro a?os y todas han sido en Utah: Gary Gilmore en 1977 y John Albert Taylor en 1996. Al contrario de Gardner, Taylor, el ¨²ltimo fusilado antes que ¨¦l, decidi¨® morir de esta forma para avergonzar a las autoridades. En los m¨¢s de 160 a?os de historia de pena de muerte en EE UU, 40 de un total de 49 personas que han sido ejecutadas por un pelot¨®n lo han sido en Utah, seg¨²n el DPIC.
Utah es uno de los estados que buscan nuevas formas de ejecutar a los condenados a muerte despu¨¦s del caso de Oklahoma en el que un reo tard¨® m¨¢s de 40 minutos en morir el a?o pasado y otro en Arizona en el que cost¨® cerca de dos horas acabar con la vida del preso debido a problemas con el sustitutivo que se utiliza en lugar de la anestesia. Arkansas tiene entre sus proposiciones de ley para este curso legislativo permitir el uso de pelotones de fusilamiento. En Wyoming, una propuesta similar fue rechazada. En Oklahoma, los legisladores est¨¢n estudiando la posibilidad de permitir al Estado usar gas nitr¨®geno para ejecutar a los presos. Dos Estados, Florida y Oklahoma tienen suspendidas sus ejecuciones a la espera de que el Tribunal Supremo dictamine si es legal el uso de uno de los componentes de la inyecci¨®n letal.
Al condenado se le ata a una silla con la cabeza cubierta con una capucha y se le cuelga una diana del pecho
En opini¨®n de Ralph Dellapiana, director de Ciudadanos de Utah por Alternativas a la Pena de Muerte, se trata de ¡°un gran paso atr¨¢s¡±. Dellapiana calific¨® al pelot¨®n de fusilamiento como ¡°una reliquia fruto de un pasado m¨¢s b¨¢rbaro¡±. En su opini¨®n, lo que el Capitolio deber¨ªa de estar debatiendo es si ejecutar presos, no c¨®mo hacerlo. Los grupos contrarios a la pena capital estiman que el retorno del pelot¨®n de fusilamiento es un cruel recuerdo de los d¨ªas del salvaje oeste que vivi¨® el Estado en el pasado.
El pelot¨®n de fusilamiento en Utah tiene una macabra puesta en escena. Al condenado se le ata a una silla con la cabeza cubierta con una capucha y se le cuelga una diana del pecho. Cinco agentes del Departamento de Prisiones ejercen de verdugos y los cinco van armados, pero uno de ellos dispara balas de fogueo. La sala de ejecuciones es una habitaci¨®n de seis metros por siete, cuyos cristales son antibalas y opacos, para proteger "f¨ªsica y emocionalmente" a los testigos, seg¨²n informa la oficina de prisiones de Utah.
Los 32 Estados que todav¨ªa aplican la pena de muerte tiene la inyecci¨®n letal como m¨¦todo prioritario, pero muchos prev¨¦n la utilizaci¨®n de un m¨¦todo como segunda opci¨®n, ya sea la silla el¨¦ctrica o la c¨¢mara de gas.
Para el DPIC, con sede en Washington, el pelot¨®n de fusilamiento no garantiza una ejecuci¨®n limpia porque el preso puede moverse o los tiradores pueden fallar y no alcanzar el coraz¨®n, lo que causar¨ªa una muerte lenta, larga y dolorosa. EE UU ha ejecutado a 1.402 personas desde que en 1976 reinstaur¨® la pena de muerte.
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