El laborista Herzog, el l¨ªder que resucit¨® al centroizquierda israel¨ª
El candidato a primer ministro, heredero de una influyente dinast¨ªa pol¨ªtica, supera ya en los sondeos a Netanyahu
Se parece m¨¢s a un astuto letrado jud¨ªo de Nueva York que a un temerario comandante israel¨ª. Al contrario que sus predecesores en el Partido Laborista Isaac Rabin y Ehud Barak, que llegaron al poder despu¨¦s de haber sido jefes del Estado Mayor, Isaac Herzog, de 54 a?os, s¨®lo se ha dedicado a la abogac¨ªa y a la pol¨ªtica, donde ha mostrado hasta ahora un perfil relativamente bajo.
Asumi¨® a finales de 2013 la jefatura del principal partido del centroizquierda, que se encontraba en horas bajas tras dos derrotas consecutivas ante el Likud de Benjam¨ªn Netanyahu. Ha esperado con discreci¨®n a que el primer ministro conservador convocara elecciones adelantadas. Hace apenas tres meses todo apuntaba a que Netanyahu volver¨ªa a ganar los comicios, que se celebran el mi¨¦rcoles que viene, para convertirse en el jefe de Gobierno que m¨¢s tiempo ha ejercido el poder desde la fundaci¨®n del Estado de Israel.
Pocos cre¨ªan que ¡°Bougie¡±, el apodo familiar de Herzog, estuviera en condiciones de desafiar al veterano ¡°Bibi¡± Netanyahu. Pero el l¨ªder laborista sorprendi¨® a los analistas pol¨ªticos al aliarse con la exministra centrista Tzipi Livni. Ambos parecen complementarse y han forjado una estrecha cooperaci¨®n en la llamada Uni¨®n Sionista. Incluso se han comprometido a turnarse al frente de la jefatura del Gobierno tras dos a?os de mandato. ¡°Prefiero perder con Tzipi antes que ganar en solitario¡±, ha declarado el cabeza de lista del centroizquierda para expresar su absoluta confianza en su socia de coalici¨®n electoral.
El empate t¨¦cnico entre el Likud y la Uni¨®n Sionista que han reflejado los sondeos en las ¨²ltimas semanas parec¨ªa abocar a otra reedici¨®n de un Gabinete encabezado por Netanyahu ¨Ccon sus actuales asociados o incluso en una gran coalici¨®n entre las dos principales fuerzas--, pero Herzog ha vuelto a dar la sorpresa al adelantar a su principal rival por 24 esca?os (de los 120 de la C¨¢mara) frente a 21. Hasta el 17 a¨²n queda partido por jugar.
Sorprendi¨® a los analistas pol¨ªticos al aliarse con la exministra centrista Tzipi Livni
¡°Los israel¨ªes se van dar cuenta de que la nuestra es una candidatura de ¨¦xito¡±, ha explicado Herzog en un alarde de autoconfianza en varias entrevistas. Herzog, que esgrime su ¡°inteligencia emocional¡± frente a la mano dura de un rival al que considerad desgastado por la permanencia el poder. Juega con la ventaja de que la mayor¨ªa de los electores ven las actuales elecciones como un refer¨¦ndum sobre los anteriores seis a?os de mandato como primer ministro de Netanyahu (nueve si se incluye la legislatura de 1996 a 1999).
Hijo de un general que lleg¨® a ser presidente de Israel, nieto del primer gran rabino askenazi del pa¨ªs, sobrino de legendario Abba Eban (ministro de Exteriores durante la Guerra de los Seis D¨ªas de 1967)¡ Herzog pertenece a una influyente dinast¨ªa pol¨ªtica israel¨ª.
Tras desempe?ar el cargo de jefe del gabinete interno del primer ministro Ehud Barak, ocup¨® carteras tradicionales del laborismo, como Vivienda o Asuntos Sociales. Partidario de la soluci¨®n de los ¡°dos Estados¡± para poner fin al conflicto palestino, prefiere dar pasos graduales, como el establecimiento de fronteras aceptadas por ambas partes antes de firmar un acuerdo definitivo.
El mercadeo de los pactos poselectorales a¨²n parece favorecer a Netanyahu. Pero Herzog ya ha recibi¨® un gui?o de apoyo de Ayre Dery, l¨ªder del partido religioso Shas, mayoritario entre los jud¨ªos ortodoxos sefard¨ªes, despu¨¦s de que los ¨¢rabes israel¨ªes le hayan anticipado su respaldo.
El escritor Ari Shavit lo resume en su art¨ªculo en ¡°Haaretz¡± como una especie de conjunci¨®n planetaria que puede dar alas al centroizquierda de Herzog: ¡°La izquierda se ha movilizado esta vez. La derecha parece confusa y dividida. Los medios de comunicaci¨®n airean esc¨¢ndalos del Gobierno. El Ombudsman critica los gastos suntuarios de la familia del primer ministro y denuncia la carest¨ªa de la vivienda¡ parece un asalto a la Bastilla de Netanyahu por todos los flancos¡±.
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