La fiscal sueca cambia de opini¨®n y pide interrogar a Assange en Londres
La justicia solitica una prueba de ADN para seguir investigando la acusaci¨®n de violaci¨®n
La huida hacia ninguna parte de Julian Assange podr¨ªa por fin tomar alguna direcci¨®n. Desde hace casi tres a?os, el fundador de Wikileaks, el hombre que de h¨¦roe pas¨® a villano tras hacer p¨²blicos m¨¢s de 200.000 cables diplom¨¢ticos que pusieron en evidencia a los Gobiernos de medio planeta, vive en condici¨®n de exiliado pol¨ªtico en la embajada de Ecuador en Londres huyendo de la orden de extradici¨®n que pesa sobre ¨¦l desde 2010 por la supuesta violaci¨®n y abuso sexual de dos mujeres en Suecia. El caso lleva paralizado tres a?os puesto que la fiscal encargada de la investigaci¨®n, Marianne Ny, se hab¨ªa negado hasta ahora a interrogarle en Londres, pero seg¨²n explic¨® ayer ella misma en un comunicado, se le echa el tiempo encima y para evitar que algunas de las acusaciones prescriban ha accedido a interrogarle en la capital brit¨¢nica.
¡°Siempre he sostenido que la calidad de un interrogatorio en Londres ser¨ªa insuficiente y que adem¨¢s Assange tendr¨ªa que acudir a Suecia para el juicio. Ahora el tiempo se acaba y por lo tanto creo que tengo que aceptar una p¨¦rdida de calidad en la investigaci¨®n y arriesgarme a que el encuentro pueda cerrarla ya que no hay otra opci¨®n disponible mientras Assange no se persone en Suecia¡±, explic¨® Ny.
La presi¨®n de la opini¨®n p¨²blica sueca, as¨ª como la de la judicatura de ese pa¨ªs, sin duda tambi¨¦n han hecho mella en la fiscal, seg¨²n se especulaba ayer en la prensa de ese pa¨ªs. Ny est¨¢ obligada a cerrar el caso si no encuentra ¡°motivos razonables¡± para sospechar que Assange es culpable. En agosto de 2015 prescribir¨ªan algunos de los delitos de los que se le acusa. El fundador de Wikileaks, que siempre ha negado todos los cargos, no est¨¢ imputado formalmente de ning¨²n crimen. Sobre ¨¦l s¨ª pesan las denuncias de sus supuestas v¨ªctimas por coacci¨®n, abusos sexuales y violaci¨®n ¡ª¨¦l sostiene que la relaci¨®n sexual fue consentida¡ª pero la ley sueca obliga a los fiscales a interrogar a los sospechosos antes de ser acusados.
Sin embargo, la orden de extradici¨®n para que acudiera a testificar en Suecia fue interpretada por el activista como una excusa para poder ser posteriormente extraditado a EE UU, donde podr¨ªa ser juzgado por delitos de espionaje y traici¨®n por las revelaciones de Wikileaks. Algunas, como las que demostraban el asesinato a sangre fr¨ªa de civiles iraqu¨ªes y afganos por parte de soldados estadounidenses, no sentaron nada bien en Washington, donde crearon m¨¢s de un problema con la opini¨®n p¨²blica.
Aunque el Gobierno estadounidense nunca ha admitido que haya una investigaci¨®n abierta contra Assange, el proceso y condena a 35 a?os de c¨¢rcel contra la soldado Chelsea Manning, que le proporcion¨® los cables de Wikileaks, le bastan para temer que podr¨ªa correr la misma suerte si fuese extraditado a EE UU. De ah¨ª su encierro en un limbo f¨ªsico y legal del que podr¨ªa comenzar a emerger tras el interrogatorio de la fiscal Ny, para el que a¨²n no hay fecha concreta y para el que ya se ha pedido permiso tanto a brit¨¢nicos como ecuatorianos, aunque ambos Gobiernos dejaron claro hace tiempo que acceder¨ªan.
Seg¨²n Per Samuelson, uno de los abogados de Assange, el activista recibi¨® la noticia con una mezcla de alegr¨ªa y enfado puesto que hace cuatro a?os que ¨¦l mismo se ofreci¨® a ser interrogado en Londres y no comprende por qu¨¦ se ha tardado tanto en tomar esa decisi¨®n. ¡°Est¨¢ dispuesto a cooperar. Esto es una gran victoria para ¨¦l¡±, declar¨® en la BBC. La fiscal le pide, entre otras cosas, una muestra de ADN, aunque ¨¦l sostiene que ya se la entreg¨® a los brit¨¢nicos cuando le arrestaron la primera vez en diciembre de 2010 en Londres.
All¨ª comenz¨® su odisea legal. Durante casi dos a?os luch¨® en diferentes tribunales brit¨¢nicos para evitar que el Reino Unido le extraditara a Suecia. Cuando el Tribunal Supremo brit¨¢nico rechaz¨® su petici¨®n, pidi¨® asilo pol¨ªtico en la embajada ecuatoriana, en mayo de 2012. Ecuador no ha firmado acuerdos de extradici¨®n con Suecia o Estados Unidos. Mientras, sus abogados tambi¨¦n han intentado que los suecos revocaran la orden de arresto. El mes pasado jugaron su ¨²ltima carta llevando el caso hasta el Tribunal Supremo sueco, donde esta semana se ha comenzado a discutir el caso.
Pese a su encierro, Assange se ha mantenido muy activo en Internet, participando a menudo en debates v¨ªa Skype sobre la libertad de expresi¨®n y el derecho a la informaci¨®n, sobre todo tras las revelaciones de Edward Snowden, quien destap¨® el espionaje masivo de los Gobiernos brit¨¢nico y estadounidense contra sus propios ciudadanos. El joven analista de la NSA estadounidense que hizo p¨²blica esta preocupante y escandalosa informaci¨®n vive como asilado pol¨ªtico en Mosc¨² por la misma raz¨®n que Assange se refugia en la embajada ecuatoriana: desvelar los oscuros secretos de los Gobiernos m¨¢s poderosos del mundo se paga caro.
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