El Estado Isl¨¢mico extiende sus tent¨¢culos hasta el ?frica negra
El grupo acepta la afiliaci¨®n de Boko Haram en una alianza que prev¨¦ impulsar la captaci¨®n de combatientes en plena guerra contra el yihadismo
Ya lo dec¨ªa el principal ¨®rgano de propaganda del Estado Isl¨¢mico (EI), la revista Dabiq, en su segundo n¨²mero ¡ªy van a por el octavo¡ª: la prioridad de un musulm¨¢n es emigrar al califato; si no puede, debe jurar lealtad al califa Ibrahim. Primero, para mostrar fidelidad, y, segundo, para ¡°llenar los corazones de los infieles de dolorosa agon¨ªa¡±. El l¨ªder de la secta islamista nigeriana Boko Haram, Abubaker Shekau, ha cumplido: opt¨® hace siete d¨ªas por mostrar obediencia y ponerse a las ¨®rdenes del l¨ªder del EI, Abubaker al Bagdadi, esto es, el califa Ibrahim ¡ªnombre de pila del terrorista iraqu¨ª¡ª. Este jueves, el portavoz del grupo yihadista, el sirio Abu Mohamed al Adnani, informaba de que Al Bagdadi aceptaba el bay¡¯ah (juramento de lealtad) de Boko Haram, que gan¨® especial notoriedad con el secuestro el pasado abril de m¨¢s de 200 alumnas que siguen desaparecidas. El noreste de Nigeria, regi¨®n en la que la brutal secta concentra sus fuerzas, pasa as¨ª a formar parte de la lista de provincias ansiadas por Al Bagdadi, y permite al EI relanzar la yihad global, precisamente en plena ofensiva militar contra el terrorismo islamista, tanto en Mesopotamia como en el ?frica occidental.
Se ha abierto, dice Al Adnani en el audio difundido este jueves, ¡°una nueva puerta para que emigres [yihadista] a la tierra del islam y el combate¡±. Es decir, el portavoz sirio, miembro destacado del ¨®rgano de gobierno del califato, dice a los futuros combatientes que si no pueden cumplir con su mandato en Siria e Irak, escenario de una potente campa?a militar en su contra, la regi¨®n al sur del lago Chad tambi¨¦n vale. ¡°El efecto m¨¢s claro¡±, indica el teniente coronel Jes¨²s D¨ªez Alcalde, del Instituto Espa?ol de Estudios Estrat¨¦gicos (IEEE), ¡°es el efecto llamada para yihadistas de la regi¨®n¡±. ¡°No se van a coordinar entre los dos grupos¡±, prosigue el analista, ¡°pero el EI va a pasar a centralizar el mensaje, la propaganda y la extensi¨®n del califato¡±.
Ning¨²n analista consultado imagina que unos y otros empiecen a intercambiar milicianos. La distancia f¨ªsica es un obst¨¢culo: desde el basti¨®n del EI en Mosul (norte de Irak), hasta la localidad de Gwoza, cuartel general de Shekau, hay m¨¢s de 6.300 kil¨®metros. El objetivo es otro. Por un lado, se?ala D¨ªez Alcalde, ¡°el EI pone su pica en Flandes en ?frica, buscando legitimidad y la demostraci¨®n de que no tiene l¨ªmites¡±. Por otro lado, contin¨²a el teniente coronel, ¡°Boko Haram busca una salida¡±, en medio de una ofensiva creciente de tropas de Nigeria, N¨ªger, Chad y Camer¨²n, que por ahora les ¡°est¨¢ dando duro¡±. ¡°Cuanta m¨¢s inestabilidad, mejor para la captaci¨®n de yihadistas¡±, afirma.
Comparte el mismo an¨¢lisis la experta del think tank norteamericano Instituto para el Estudio de la Guerra Harleen Gambhir. ¡°El juramento de lealtad de Boko Haram contribuye a la campa?a de terror y caos que pretende el Estado Isl¨¢mico¡±. Y esta es una de las claves fundamentales para, primero, sobrecoger a la opini¨®n p¨²blica y, segundo, hacerse con la voluntad de los musulmanes radicalizados dispuestos a emigrar. Gambhir alerta, no obstante, de que son muchas las inc¨®gnitas sobre esta alianza. Entre ellas, la analista duda de que Al Bagdadi quiera que su califato, f¨ªsicamente, lleve sus fronteras m¨¢s all¨¢ del norte de Siria e Irak, territorio que puso la semilla de su gran atractivo entre los integristas. Adem¨¢s poco sabemos de Shekau [l¨ªder de Boko Haram].
La m¨ªmesis africana
Desde que el 2 de marzo, el brazo medi¨¢tico de Boko Haram, Al Urwah al Wuthqa Foundation, lanzase un v¨ªdeo en el que milicianos de la secta nigeriana degollaban a dos supuestos esp¨ªas, los centros de an¨¢lisis se pusieron sobre la pista de una alianza a punto de forjarse. Su factura, lejos de la calidad de los montajes del Estado Isl¨¢mico (EI), imitaba no obstante la forma y brutalidad de los v¨ªdeos grabados a los dos lados de la frontera sirio-iraqu¨ª.
Ya antes, el l¨ªder de la secta nigeriana, Abubaker Shekau, hab¨ªa hecho gui?os claros al EI. A finales del pasado mes de agosto, Shekau, como hiciera dos meses antes en Mosul el iraqu¨ª Abubaker al Bagdadi, declaraba su califato en la localidad de Gwoza, en el golpeado Estado de Borno, en el noreste de Nigeria.
Gwoza fue la guinda de un campa?a por la conquista de territorio a punta de Kal¨¢shnikov a imagen y semejanza de lo que hiciera el EI durante 2013 y 2014 en Siria e Irak, una t¨¢ctica muy alejada de los atentados sectarios con los que Boko Haram inici¨® su andadura m¨¢s brutal.
Se sabe que tanto ¨¦l como sus secuaces siguen a pies juntillas el salafismo, una corriente al dictado de la interpretaci¨®n m¨¢s rigorista ¡ªy en este caso, violenta¡ª de la shar¨ªa o ley isl¨¢mica. Tambi¨¦n lo hacen los fieles al califato. Comparten brutalidad, secuestros, decapitaciones... Pero son muchas las diferencias, aunque sobresalen, por encima de todas, las ¨¦tnicas. Las relaciones entre yihadistas ¨¢rabes y africanos, ni cuando Al Qaeda se llevaba la palma de la yihad global ni ahora, han sido fluidas. ¡°No habr¨¢ yihadistas ¨¢rabes en Nigeria, ni nigerianos en las filas del EI¡±, augura el teniente coronel del IEEE.
La hoja de ruta de Al Bagdadi en su expansi¨®n del califato ha sido, adem¨¢s, muy distinta al norte y sur del Sahel. El pasado 10 de noviembre, medios bajo el sello del EI difund¨ªan cinco comunicados en audio con el juramento de lealtad de yihadistas de Libia, Yemen, Arabia Saud¨ª, as¨ª como de los grupos argelino Jund al Khilafah (Soldados del califato) y egipcio Ansar Beit al Maqdis, tambi¨¦n conocido como los Fieles de Jerusal¨¦n. Tres d¨ªas despu¨¦s, Al Bagdadi aceptaba los bay¡¯ah y anunciaba la formaci¨®n de provincias (wilayats) en las cinco regiones. A¨²n m¨¢s, el califa Ibrahim inform¨® de que enviar¨ªa gobernadores para llevar su palabra y acci¨®n. As¨ª ha sido, por ejemplo, en Libia, adonde se ha dirigido el veterano iraqu¨ª Abu Nabil al Anbari para dividir el pa¨ªs entre las provincias Tripolitana (oeste), Cirenaica (este) y Fizan (suroeste).
Dos meses despu¨¦s, el portavoz Al Adnani a?ad¨ªa una nueva provincia ¡ªsuperan la veintena contando las de Siria e Irak¡ª bajo el nombre de Khorasan (Afganist¨¢n y Pakist¨¢n), bajo el mando del grupo Tehrik e Taliban.
Es esa la franja geogr¨¢fica natural ansiada por Al Bagdadi. M¨¢s improvisada, aparentemente, y visceral ha sido la alianza con Boko Haram, el grupo terrorista m¨¢s grande y cruel de ?frica. Un matrimonio de conveniencia que esconde un gran un esfuerzo de propaganda, como se?ala Charlie Winter, experto del centro de an¨¢lisis brit¨¢nico Quilliam Foundation: ¡°Es la clave del ¨¦xito del califato¡±.
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