El fin del sexenio

No es s¨®lo que M¨¦xico se ha deslizado dando tumbos de un esc¨¢ndalo a otro en los ¨²ltimos meses; se convierte en un problema de gobernabilidad porque todos los golpes remiten al presidente Enrique Pe?a Nieto. Las facturas acumuladas a las puertas de Los Pinos han terminado por agotar el capital pol¨ªtico del que hasta hace poco m¨¢s de un a?o era para la prensa extranjera el salvador de M¨¦xico. El ambiente en el pa¨ªs comienza a parecerse al que se experimenta en el quinto a?o de gobierno de un sexenio, es decir, cuando se asume que ya no puede esperarse nada de la gesti¨®n actual porque esta ha agotado sus recursos pol¨ªticos y todas las expectativas est¨¢n puestas en la siguiente. Una percepci¨®n alarmante si consideramos que Pe?a Nieto ha cubierto menos del 40% de su per¨ªodo y le restan a¨²n casi cuatro a?os al frente del pa¨ªs. Con el agravante de que ni siquiera hay el alivio esperanzador que supondr¨ªa un relevo inminente.

Hay facturas que inevitablemente golpean al presidente, como las casas millonarias encontradas a miembros de su c¨ªrculo inmediato

Hay facturas que inevitablemente golpean al presidente, como las casas millonarias encontradas a miembros de su c¨ªrculo inmediato, o los excesos de sus familiares en las giras internacionales. Pero hay otras que simplemente remiten al p¨¦simo manejo de su entorno. La desaparici¨®n de los 43 estudiantes de Iguala es una tragedia imputable a la violencia cr¨®nica que vive el pa¨ªs desde hace a?os, pero el torpe manejo de la oficina presidencial termin¨® convirti¨¦ndola en una crisis de gobierno. De haber sido otra la estrategia, el mandatario podr¨ªa haber convertido el desafortunado esc¨¢ndalo en una oportunidad para ponerse al frente de una cruzada en contra de la violencia y la impunidad. En lugar de eso, reaccion¨® tarde, subestim¨® su importancia y recurri¨® a la opacidad para intentar dejar atr¨¢s el incidente. En suma, termin¨® convirti¨¦ndose en el destinatario de la indignaci¨®n y la frustraci¨®n.

El despido por parte de MVS de Carmen Aristegui constituye otra abolladura en la lastimada carcasa presidencial. "Periodista despedida tras un reportaje sobre la Primera Dama", inform¨® The New York Times, al tenor de los diarios m¨¢s destacados del mundo. Desconozco las relaciones vigentes entre Los Pinos y MVS (el actual jefe de prensa y vocero de Pe?a Nieto fue director jur¨ªdico de esa empresa durante varios a?os), pero queda claro que alguien no hizo su trabajo o lo hizo mal. La abolladura internacional es poca comparada con el golpe autoritario que la opini¨®n p¨²blica nacional le atribuye a la administraci¨®n priista. Si no hubo consultas entre MVS y Los Pinos es una omisi¨®n grave. Y si la hubo es un desacierto may¨²sculo. Por m¨¢s que la empresa pretexte un asunto contractual, constituye un asunto de Estado despedir ostentosamente a quien acaba de publicar un esc¨¢ndalo que averg¨¹enza al jefe de Estado. Tan sencillo como eso.

El despido por parte de MVS de Carmen Aristegui constituye otra abolladura en la lastimada carcasa presidencial

Las consecuencias de este brutal desgaste de la figura presidencial podr¨ªan no ser calamitosas a ojos de algunos priistas. El mexicano no es un sistema parlamentario capaz de poner fin anticipado al per¨ªodo para el que un funcionario fue elegido. Es decir, Pe?a Nieto terminar¨¢ su gesti¨®n el 30 de noviembre del 2018. Y por otro lado, no habiendo una fuerza pol¨ªtica de oposici¨®n capaz de capitalizar el desgaste del PRI, las posiciones del grupo en el poder no est¨¢n en riesgo en las elecciones de este verano, que redefinir¨¢n la composici¨®n en el Congreso.

No hay pues una amenaza a las posiciones de Pe?a Nieto en el poder. Nadie se lo va a quitar. Lo que si hay es una disminuci¨®n brutal de la magnitud de ese poder y lo que puede hacer con ¨¦l. Sin capacidad de liderazgo y baj¨ªsimos niveles de aprobaci¨®n, su gobierno est¨¢ condenado a atrincherarse en los pr¨®ximos a?os. A leer las 21 p¨¢ginas del Hola dedicadas a la visita del mandatario a Inglaterra y a dejar de leer todo lo dem¨¢s. Los empresarios seguir¨¢n aplaudi¨¦ndolo en los eventos p¨²blicos, pero ninguno arriesgar¨¢ nada a favor de sus iniciativas, salvo los beneficiados por sus cuestionadas asignaciones de obras. La inversi¨®n extranjera seguir¨¢ mirando al pa¨ªs como una tierra de violencia y corrupci¨®n, y con muy poca confianza a las garant¨ªas del gobierno. Los ciudadanos profundizar¨¢n la desconfianza que les merece la clase pol¨ªtica. Los radicales encontrar¨¢n razones para radicalizarse. Y muchos de nosotros tendremos que preguntarnos si para efecto pr¨¢cticos el sexenio ya termin¨®. ?C¨®mo hicimos para que el mexican moment durara menos que los 15 minutos de gloria de los que habla Andy Warhol?

Twitter: @jorgezepedap