China sue?a con Singapur
El modelo de ¨¦xito econ¨®mico y control pol¨ªtico creado por Lee Kuan Yew suscita inter¨¦s en los pa¨ªses de la regi¨®n
El gran legado de Lee Kuan Yew, el ¡°padre de la patria¡± de Singapur fallecido este lunes, es el modelo de naci¨®n que deja. Un modelo de liberalizaci¨®n econ¨®mica y paternalismo de Estado, combinado con un firme control pol¨ªtico, que ha convertido lo que hace 60 a?os era uno de los puntos m¨¢s atrasados del planeta en un mercado financiero global que ocupa el s¨¦ptimo lugar en la clasificaci¨®n de PIB per capita del mundo y donde la corrupci¨®n brilla por su ausencia. Una propuesta que ha encandilado a m¨¢s de un Gobierno en la regi¨®n.
Uno de los pa¨ªses que m¨¢s se ha volcado en elogios al ¡°ministro mentor¡± ¡ªel t¨¦rmino honor¨ªfico que se le concedi¨® tras retirarse en 2011¡ª, ha sido China. Su presidente, Xi Jinping, alab¨® al hombre que persigui¨® a los comunistas en los a?os sesenta como ¡°un viejo amigo del pueblo chino, fundador y pionero de las relaciones entre Singapur y China¡±. Hong Lei, un portavoz del Ministerio de Exteriores, le calific¨® de ¡°estadista y estratega asi¨¢tico con una capacidad de influencia ¨²nica y que supo aunar los valores orientales con una visi¨®n internacional¡±.
Datos clave
- Singapur ocupa un territorio de 697 kil¨®metros cuadrados, con cuatro grandes grupos ¨¦tnicos, de los que el chino es el m¨¢s numeroso (74,2%).
- Lee Kuan Yew se convirti¨® en su primer ministro en 1959. En 1963 se integr¨® en la Federaci¨®n Malasia y dos a?os despu¨¦s se independiz¨®.
- Su producto interior bruto era de 297.900 millones de d¨®lares en 2013, unos 62.400 d¨®lares per capita. El sector servicios representa el 70% del PIB.
- El ¨ªndice de desempleo es de solo el 1,9%.
- La inflaci¨®n alcanz¨® en 2013 el 2,4%.
- El gasto militar equivale al 3,52% del PIB (2012), mientras que el dinero dedicado a sanidad alcanza el 4,6% del PIB (2011).
No es de extra?ar, y no solo porque Lee fuera un firme defensor ante Occidente de la China posmao¨ªsta. O porque sobre Hong Kong declarase que ¡°nunca¡± hab¨ªa ¡°cre¨ªdo que la democracia traiga progreso¡±. El modelo de Singapur coincide exactamente con el futuro que sue?a Pek¨ªn para s¨ª: un pa¨ªs pr¨®spero y estable, regido por un partido ¨²nico. Deng Xiaoping, en los a?os noventa, ya elogi¨® la propuesta de la ciudad-Estado. Entonces inst¨® a ¡°aprender de su experiencia y organizar las cosas incluso mejor¡±.
Fiel a esa m¨¢xima, el Gobierno chino ha enviado a muchas de sus j¨®venes promesas a formarse en los cursos de la Universidad Nacional de Singapur y la Universidad Tecnol¨®gica Nanyang para aprender c¨®mo conjugar el desarrollo econ¨®mico y la buena gesti¨®n con un c¨®digo moral confuciano, sin caer en veleidades multipartidistas.
Claro que esa percepci¨®n del modelo de Lee es una visi¨®n incompleta, y la versi¨®n ¨ªntegra es inaplicable en la China de hoy. Aunque con un importante control de la prensa y el firme control del Partido de Acci¨®n Popular (PAP), s¨ª existe un nivel de libertades pol¨ªticas en Singapur impensable en el gigante asi¨¢tico. El llamado ¡°Estado ni?era¡± puede existir en un pa¨ªs de 5,4 millones de habitantes ¡ªun mill¨®n menos que la Comunidad de Madrid¡ª, pero es intransferible a una naci¨®n de 1.370 millones de personas. Tambi¨¦n es intransferible el alto nivel salarial de sus pol¨ªticos y funcionarios. El Estado de derecho, una de las bases del buen funcionamiento de la otrora colonia brit¨¢nica, se entiende de manera muy diferente en una China donde todo poder est¨¢ supeditado al Partido.
La atracci¨®n de la propuesta singapurense no se ha limitado ¨²nicamente a Pek¨ªn. Otros l¨ªderes han estudiado muy atentamente el modelo de Lee. El jeque Mohamed bin Rashid al Majtum de Dub¨¢i ¡ªotro centro financiero global¡ª ha declarado abiertamente su admiraci¨®n. Malasia trata de mantener el liderazgo de la coalici¨®n del Frente Nacional, en el poder desde 1959, sin perder de vista su prosperidad econ¨®mica. Y Myanmar (Birmania) es otro pa¨ªs que env¨ªa a sus j¨®venes funcionarios a formarse en las universidades singapurenses.
Pek¨ªn env¨ªa a sus j¨®venes promesas a estudiar a la ciudad-Estado
Pero tras la desaparici¨®n de Lee, el interrogante es si el propio Singapur podr¨¢, o querr¨¢, mantener el modelo que estableciera su ¡°ministro mentor¡±. El pa¨ªs que Lee fund¨® sal¨ªa de una absoluta pobreza, con una poblaci¨®n que comenzaba de cero y dispuesta a trocar libertades por prosperidad. Las nuevas generaciones, que no han vivido aquella ¨¦poca, comienzan a demandar menos paternalismo y m¨¢s pluralidad.
Este fen¨®meno hab¨ªa comenzado incluso en vida de Lee. Aunque el PAP sigue sin visos de ceder el poder en las pr¨®ximas elecciones ¡ªprevistas en principio para 2017¡ª, ya en 2011 el Partido de los Trabajadores se hizo con 6 de los 87 esca?os en el Parlamento, algo que hubiera sido impensable hasta entonces.
Seg¨²n apunta Ernest Bower, del Centro de Estudios Estrat¨¦gicos e Internacionales (CSIS) en el blog CogitAsia de esta instituci¨®n, lo probable es que se abran nuevos espacios para ¡°respirar e innovar¡±, en un pa¨ªs m¨¢s ¡°normal¡± donde los l¨ªderes del PAP, incluido el hijo de Lee y actual primer ministro, Lee Hsien Loong, encuentren que ¡°las pol¨ªticas clave se tienen que basar m¨¢s en un consenso nacional y menos en la opini¨®n de un genio¡±.
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