Sarkozy revalida su avance electoral con otra victoria
Los socialistas sufren una dura derrota en los comicios departamentales
La sociedad francesa se derechiza a gran velocidad y pone fin al tradicional bipartidismo. La UMP, el partido de Nicolas Sarkozy, y sus aliados centristas revalidaron este domingo su triunfo en la segunda vuelta de las elecciones departamentales al conseguir el 45,2% de los votos, seg¨²n los datos oficiales con el 99% de las circunscripciones escrutadas. El gubernamental Partido Socialista, y la izquierda en general, es el gran derrotado en estos comicios, con el 31,9% de sufragios ¡ªpierde la mitad de sus Gobiernos departamentales¡ª, mientras el ultraderechista Frente Nacional se consolida con el 22,3% de apoyos como una formaci¨®n capaz de estar en primera l¨ªnea en todas las elecciones del pa¨ªs.
El triunfo del centroderecha se ha visto amplificado porque la izquierda, dividida en diferentes candidaturas, pidi¨® a sus simpatizantes que apoyaran a los conservadores en las circunscripciones donde estos han mantenido duelos con el FN (en 532 de las 2.054 circunscripciones) para frenar el avance de la ultraderecha. Sarkozy, por contra, solicit¨® a los suyos la abstenci¨®n en duelos entre la izquierda y la ultraderecha (284 circunscripciones), una actitud que el primer ministro, Manuel Valls, calific¨® de ¡°falta moral y pol¨ªtica¡±.
Para Sarkozy, los resultados indican que ¡°la alternancia est¨¢ en marcha y nada la detendr¨¢¡± frente al ¡°fracaso¡± de un PS que representa ¡°el socialismo m¨¢s arcaico de Europa¡±. Valls achac¨® su ca¨ªda a que la izquierda se ha presentado ¡°demasiado dispersa¡± (el PS en solitario solo logr¨® el 16% de los votos), pero tambi¨¦n al ¡°paro, los impuestos y la carest¨ªa de la vida¡±. Para Le Pen, sus resultados son ¡°hist¨®ricos, excepcionales¡±.
La abstenci¨®n en estas elecciones se ha aproximado al 50%
La trascendencia de estas elecciones, con una abstenci¨®n del 50%, no radicaba tanto en el reparto del centenar de departamentos, con escasas competencias, sino en conocer la actual distribuci¨®n de fuerzas: la suma de derecha y ultraderecha se sit¨²a a enorme distancia de la izquierda, que en 2012 dominaba todo, desde el El¨ªseo hasta los Ayuntamientos, pasando por el Parlamento y las regiones.
Desde entonces, la UMP arrebat¨® la mayor¨ªa del poder municipal a los socialistas en marzo de 2014. Tres meses despu¨¦s, el FN fue el partido m¨¢s votado en las europeas, seguido por la UMP. Ahora, los socialistas sufren su tercera derrota consecutiva. Pierden la mitad de los 61 departamentos que gobiernan, que son los que pasan al centroderecha (controlar¨¢ de 68 a 70), entre ellos algunos feudos tan simb¨®licos de la izquierda como Corr¨¨ze, que presidi¨® Fran?ois Hollande entre 2008 y 2012, o Essonne, la cuna electoral de Valls.
Pese al ¨¦xito en votos, el FN fracasa en su intento de acceder al poder. No gobernar¨¢ ning¨²n departamento. Hubiera necesitado la mayor¨ªa absoluta porque ninguna fuerza le hubiera apoyado al elegir presidentes. Pero contar¨¢ con un centenar de consejeros departamentales. Tenia solo uno. Su inquietante avance es indudable. El tripartidismo se ha instalado en Francia.
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