El copiloto Lubitz fue tratado hace a?os por ¡°tendencias suicidas¡±
Los psiquiatras no detectaron agresividad contra terceros desde que obtuvo su licencia
Andreas Lubitz, el sospechoso de haber estrellado el pasado martes un Airbus A320 en los Alpes y haber acabado con la vida de 149 personas, hab¨ªa recibido tratamiento por ¡°tendencias suicidas¡±, seg¨²n revel¨® el lunes la Fiscal¨ªa de D¨¹sseldorf. ¡°Varios a?os antes de obtener su licencia, el copiloto hab¨ªa estado bajo tratamiento psiqui¨¢trico durante un largo periodo de tiempo con evidentes tendencias suicidas¡±, asegur¨® el fiscal Ralf Herrenbr¨¹ck a trav¨¦s de un comunicado.
Lubitz obtuvo su licencia para volar en 2013. Tras unos meses como auxiliar de vuelo, comenz¨® a trabajar como copiloto de Germanwings en septiembre del mismo a?o. Pero las tentaciones de acabar con su vida a las que se refiere el fiscal son anteriores. Desde que logr¨® su permiso, los m¨¦dicos que visit¨® no detectaron ¡°ni tendencias suicidas ni agresividad contra terceras personas¡±, asegur¨® en D¨¹sseldorf Christoph Kumpa, el portavoz que ley¨® la breve nota, de apenas cuatro p¨¢rrafos. Tampoco vio ese peligro para s¨ª mismo y para los dem¨¢s el psiquiatra que le firm¨® una baja que iba del 16 al 29 de marzo, es decir, que inclu¨ªa el d¨ªa del siniestro. Los investigadores encontraron esa baja hecha pedazos en el piso de Lubitz.
El dato cronol¨®gico es importante porque a?ade algo de luz a la forma en la que Lubitz pas¨® todos los filtros para subirse a la cabina de un avi¨®n. Estos d¨ªas en Alemania se ha debatido sobre la responsabilidad de un m¨¦dico de saltarse la confidencialidad si detecta un peligro, sobre todo en casos como el de los pilotos, de los que dependen las vidas de otras personas. Pero seg¨²n la explicaci¨®n que da el fiscal, el problema no fue que el psiquiatra no avisara a las autoridades o a la aerol¨ªnea para respetar la privacidad de Lubitz, sino que no detect¨® el riesgo de suicidio ni de violencia contra los dem¨¢s. Las dudas se dirigen ahora hacia los filtros que ponen las compa?¨ªas a¨¦reas a la hora de contratar a su tripulaci¨®n, y a las pruebas psicol¨®gicas a las que les someten una vez que ya trabajan en la empresa.
Fuentes de Lufthansa consultadas por este peri¨®dico tras conocer el escrito de la Fiscal¨ªa insisten en que la compa?¨ªa nunca supo nada sobre el estado de salud del copiloto que acababan de contratar. ¡°No tenemos acceso a las actas m¨¦dicas. Es una informaci¨®n secreta¡±, explican. Estos ex¨¢menes m¨¦dicos los realiza el llamado Aeromedical Center. Pese a ser propiedad de Lufthansa, los m¨¦dicos de este organismo no proporcionan a la aerol¨ªnea los resultados de sus pruebas, sino que tan solo dan un certificado de idoneidad o de no idoneidad. La ¨²ltima vez que Lubitz se someti¨® a estas pruebas m¨¦dicas ¡ªque son anuales¡ª fue en 2014, seg¨²n confirma la compa?¨ªa. La siguiente le tocaba entre junio y julio de este a?o; y el joven copiloto tem¨ªa no superarla.
¡°Lufthansa es una de las aerol¨ªneas con unos requisitos m¨¢s duros para entrar a trabajar, tanto f¨ªsicos como psicol¨®gicos. Pero este caso deber¨ªa hacernos reflexionar a todos para ver c¨®mo se pueden mejorar los controles¡±, a?aden en la compa?¨ªa alemana. Una vez contratados, los pilotos de Lufthansa se someten a controles f¨ªsicos regulares, pero los tests psicol¨®gicos para estudiar la personalidad del candidato solo se hacen antes de entrar a trabajar. Es evidente que en el caso de Lubitz fallaron. El presidente de Lufthansa, Carsten Spohr, dijo la semana pasada que, seg¨²n la informaci¨®n de la aerol¨ªnea, el copiloto era ¡°100% apto para el vuelo, sin ning¨²n tipo de peculiaridad o limitaci¨®n¡±.
La Fiscal¨ªa de D¨¹sseldorf asegura adem¨¢s que no ha encontrado ninguna prueba de que Lubitz padeciera una enfermedad f¨ªsica, en lo que parece una referencia a los problemas de visi¨®n ¡ªdesprendimiento de retina, seg¨²n publicaba la edici¨®n dominical del tabloide Bild¡ª de los que se ha hablado en estos d¨ªas. Al no haber rastro de dolencia f¨ªsica, estas dificultades podr¨ªan ser de origen psicosom¨¢tico.
Los investigadores no han dado con un documento en el que el copiloto anunciara sus intenciones o una carta de despedida; y los interrogatorios en su entorno familiar, personal y laboral tampoco han arrojado ¡°indicios consistentes que ayuden a explicar los posibles motivos¡± de sus actos. Mientras la Fiscal¨ªa informa, un centenar de polic¨ªas de D¨¹sseldorf participan en la comisi¨®n especial Alpes, que analiza los documentos incautados en las viviendas de Lubitz, entrevista a sus conocidos y recoge muestras de ADN en las viviendas de las v¨ªctimas mortales con el fin de identificar los cad¨¢veres.
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