El negocio del juego irrumpe en la pugna presidencial de Argentina
Las sospechas de financiaci¨®n ilegal a los pol¨ªticos marcan la precampa?a electoral


Es medianoche de un jueves en Buenos Aires y en un restaurante un comensal pide una parrillada completa. Trabaja en una de las grandes compa?¨ªas de juegos de azar que han expandido en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas este negocio en Argentina. Confiesa lo que periodistas y pol¨ªticos sospechan o saben: parte de lo recaudado por las tragaperras en casinos, bingos y otras salas de juego escapa al control del Estado y una porci¨®n de ese dinero financia supuestamente campa?as electorales.
Accionistas y ejecutivos de juegos de azar suelen aparecer en la lista de donantes oficiales de pol¨ªticos de casi todos los colores. "Pero tambi¨¦n hay dinero negro que financia a la pol¨ªtica. Los casinos mueven todo en efectivo, les pueden dar plata ya a los pol¨ªticos para organizar ma?ana un acto", asegura el periodista Ram¨®n Indart, que junto con su colega Federico Poore public¨® el libro El poder del juego. El gran negocio de la pol¨ªtica argentina (Aguilar).
El exdiputado Walter Martello, autor del libro No va m¨¢s. Los v¨ªnculos entre el juego y la pol¨ªtica en la provincia de Buenos Aires, opina: "El problema no es cu¨¢nta plata ponen, sino la ¨ªntima relaci¨®n que tienen los actores poderosos del juego con los pol¨ªticos". Empleados de estos grupos acaban en cargos p¨²blicos.?En Argentina, el 85% del juego se reparte a los apostadores; en Espa?a, no m¨¢s del 65%
El peri¨®dico La Naci¨®n cont¨® que los equipos de recaudaci¨®n de fondos de los tres principales candidatos presidenciales para las elecciones de octubre, el kirchnerista moderado Daniel Scioli, el peronista opositor Sergio Massa y el conservador Mauricio Macri, "se acusan de recibir bolsas semanales del juego¡± e ¡°incluso deslizan los nombres de los supuestos valijeros¡±, es decir, los que llevan las maletas con dinero no declarado al fisco. Massa, no obstante, ha sorprendido con una propuesta para estatalizar el juego. "Necesitamos un pa¨ªs con m¨¢s educaci¨®n y menos timba", dijo.
Tambi¨¦n Gabriela Michetti, rival interna de Macri en el partido Propuesta Republicana (Pro), defendi¨® este fin de semana que "hay que poner absoluta restricci¨®n al juego". Candidata a suceder a Macri en la alcald¨ªa de Buenos Aires en las primarias del pr¨®ximo d¨ªa 26, Michetti advirti¨®: "Si no, vamos a tener, por un lado, a los narcotraficantes; por otro, a los empresarios del juego. Cada uno va a tener fortunas impresionantes y el nivel de competencia con el Estado va a ser brutal".
En Argentina, la ley exige que el 85% de lo recaudado en juegos de azar revierta en los premios. El 15% restante se reparte entre las empresas concesionarias de salas de juego y los Estados nacional o provincial, en proporciones que cada distrito establece. En Espa?a el m¨¢ximo que puede repartirse en premios es el 65%, aunque algunas comunidades aut¨®nomas solo permiten el 54%. En Italia y M¨¦xico los apostantes solo pueden llevarse el 75%. "La gran clave del negocio es ese 85%", sospecha Martello, que pertenece al Frente Renovador de Massa.
La C¨¢mara Argentina de Salas de Casinos, Bingos y Anexos se defiende de las acusaciones. "No hay industrias con controles similares a la nuestra. Siempre hay oportunidades de mejoras, pero en la provincia y la ciudad de Buenos Aires se avanz¨® un mont¨®n", afirman fuentes de la patronal, que a?aden que si hubiese fraude o financiaci¨®n ilegal de pol¨ªticos, "habr¨ªa evidencias en la justicia".
Argentina es el cuarto pa¨ªs del mundo en p¨¦rdidas de la poblaci¨®n por apuestas en relaci¨®n con el PIB, solo detr¨¢s de Filipinas, Armenia y Australia, seg¨²n el libro de los periodistas Indart y Poore. Tiene una tragaperras por cada 570 habitantes, frente a una m¨¢quina por cada 1.569 en Chile, 644 en Uruguay y 453 en EE UU. Brasil proh¨ªbe el juego. En Espa?a, la empresa local Codere cuenta con un 58% m¨¢s de m¨¢quinas que en Argentina, pero factura un tercio que aqu¨ª. En M¨¦xico tiene el doble de tragaperras que en territorio argentino, pero sus ventas suponen el 69% de las de aqu¨ª.
El empleado de uno de los grandes grupos del juego en Argentina cuenta en la parrila de Buenos Aires que estas empresas tienen diversos m¨¦todos para hacerse de las apuestas sin control estatal. ¡°Una es declarar que ten¨¦s 200 m¨¢quinas, pero en realidad ten¨¦s 300¡±, cuenta el informante en la parrilla porte?a. El Estado nacional, la ciudad aut¨®noma de Buenos Aires y diversas provincias controlan en l¨ªnea todas las tragaperras, que se han convertido en el negocio principal de hip¨®dromos, casinos y bingos. ¡°?Pero qui¨¦n controla que todas las m¨¢quinas est¨¦n controladas online? Las autoridades est¨¢n arregladas con las empresas para hacer la vista gorda¡±, responde el empleado infiel. ¡°Hay menos m¨¢quinas declaradas que las existentes¡±, coincide el periodista Indart.
Otro m¨¦todo de fraude, seg¨²n el empleado del sector, radica en alterar el sistema inform¨¢tico de las m¨¢quinas. ¡°Desenchufan las m¨¢quinas y las vuelven a enchufar en el medio del d¨ªa y as¨ª alteran su programaci¨®n y terminan entregando menos premios de lo establecido¡±, cuenta Indart.
¡°Cada distrito tiene su arreglo para controlar la recaudaci¨®n¡±, explica Indart. ¡°Algunas provincias se llevan un porcentaje y controlan ¡®online¡¯ las m¨¢quinas. Pero hay otras que solo le piden un canon fijo mensual a las empresas y entonces se desentienden del control. A su vez, en estos casos las empresas hacen una declaraci¨®n jurada de sus ingresos y a partir de eso pagan el impuesto a las ganancias (renta)¡±, alerta el periodista. El canon fijo impide que la recaudaci¨®n se actualice por inflaci¨®n o por el crecimiento de la pasi¨®n de los argentinos por el juego. Indart tampoco conf¨ªa en los controles en l¨ªnea. Sin embargo, un juez desestim¨® a finales de 2014 irregularidades en el monitoreo de las m¨¢quinas del hip¨®dromo de Buenos Aires, entre cuyos accionistas figura un empresario que ya era grande antes del kirchnerismo pero creci¨® mucho m¨¢s en los ¨²ltimos 11 a?os, Crist¨®bal L¨®pez.
En la provincia de Buenos Aires, donde gobierna el kirchnerista Scioli, la que controla es la Universidad Nacional de La Plata y por eso Indart opina que constituye un ¡°oasis¡± dentro del universo de las salas de juego. Pero Martello opina que este distrito no es la excepci¨®n: ¡°La Universidad de La Plata nunca ha encontrado ni una sola irregularidad¡ Scioli convoc¨® a la Universidad de Buenos Aires a hacer el control en conjunto, pero ¨¦sta desisti¨® de hacerlo¡±.
Martello se?ala que hasta la sentencia de 2014 solo conoc¨ªa una pericia que la justicia hac¨ªa hecho a una tragaperras. Hab¨ªa sido por la denuncia de una mujer que gan¨® en 2012 unos 3,7 millones de d¨®lares en un bingo bonarense, que le respondi¨® que se trataba de un error de la m¨¢quina y le ofreci¨® abonarle solo 480 d¨®lares. ¡°La pericia judicial determin¨® que esa m¨¢quina no estaba bajo el control ¡®online¡¯, hab¨ªa sido apagada y le hab¨ªan retirado dinero sin avisarle a Loter¨ªa de la Provincia (ente regulador)¡±, denuncia el dirigente opositor.
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