La cumbre de los abusos y discursos vac¨ªos

Desde su planificaci¨®n, la VII Cumbre de las Am¨¦ricas en Panam¨¢ exhibi¨® un visible menosprecio por la sociedad civil. El Gobierno de Panam¨¢, a lo largo de los d¨ªas previos y durante el evento, demostr¨® que la importancia de la ¡°sociedad civil¡± solo fue cierta en los discursos, no as¨ª en los foros y mesas de trabajo. Las organizaciones presentes en Panam¨¢ no fueron invitadas a la Cumbre en s¨ª, sino a un foro, mal organizado por el Gobierno de Panam¨¢ y boicoteado por el Gobierno cubano.

Los problemas para la sociedad civil comenzaron con el mismo proceso de acreditaci¨®n, el cual result¨® lento, ineficaz y excluyente. El reglamento del mismo establec¨ªa que cada ONG podr¨ªa presentar dos personas para ser acreditadas, y dec¨ªa tambi¨¦n que dichas acreditaciones se anunciar¨ªan un mes antes de la Cumbre. Lejos de ser as¨ª, la selecci¨®n fue discrecional. En muchos casos se acept¨® a solo una persona por organizaci¨®n y las mismas no se anunciaron hasta unos pocos d¨ªas antes del evento, lo cual gener¨® muchas deserciones, dados los altos costos de pasajes. Tal no fue el caso de la ¡°sociedad civil¡± chavista y castrista, quienes por supuesto contaron con el apoyo econ¨®mico de sus Gobiernos.

La mec¨¢nica del Foro de Sociedad Civil consist¨ªa en la estructuraci¨®n de seis mesas en torno a diferentes temas de pol¨ªticas p¨²blicas, en las cuales los miembros de la sociedad civil se reunir¨ªan a debatir y redactar un documento final. Este documento ser¨ªa posteriormente presentado por un vocero a los Presidentes y representantes de cada pa¨ªs, durante el acto de clausura del Foro.

Nada de esto ocurri¨®. Dos de estas mesas de trabajo no pudieron ni siquiera estructurarse dadas las acciones violentas por parte de los grupos que mediante gritos e incluso golpes prohibieron a la sociedad civil venezolana y cubana ¨C y a la de todos los pa¨ªses que buscaban un debate sano- iniciar la discusi¨®n. Todo esto, sumado al p¨¦simo nivel de seguridad, la cual en ning¨²n momento estuvo a la altura de las circunstancias, tuvo como resultado un final anunciado: el boicot de funcionarios castristas-venezolanos y ecuatorianos disfrazados de sociedad civil.

Los miembros de la sociedad civil que quer¨ªan participar de estos debates se vieron obligados a retirarse. Formaron otras dos mesas en las cuales se trabaj¨® durante m¨¢s de ocho horas de forma democr¨¢tica y de las cuales surgieron dos voceros y dos propuestas de trabajo. Sin embargo, al llegar el momento de la reuni¨®n con los Presidentes, el Foro continu¨® su declive. El supuesto di¨¢logo que deb¨ªa darse entre la sociedad civil y los Presidentes termin¨® en un conjunto de sillas vac¨ªas y desconsideraci¨®n de la mayor¨ªa de los Gobiernos, que ni siquiera enviaron a un representante. El ¨²nico presente fue el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos. El Presidente anfitri¨®n Juan Carlos Varela lleg¨® tarde junto con el presidente Barack Obama y se retiraron inmediatamente tras dar sus discursos.

Pero m¨¢s grave a¨²n, fue que los organizadores decidieron arbitrariamente y prohibir que las dos comisiones, que el d¨ªa anterior hab¨ªan tenido que abandonar la sala tras los actos de violencia, presenten sus conclusiones y recomendaciones. Fuera de los Foros, el Gobierno de Panam¨¢ dejo que se le escaparan de las manos de grupos violentos, dej¨¢ndolas operar con la impunidad otorgada por sus pasaportes diplom¨¢ticos y protecci¨®n de los Gobiernos de Cuba y Venezuela. Estos grupos se dedicaron a boicotear las reuniones y perseguir l¨ªderes de sociedad civil apost¨¢ndose en las estradas de los hoteles para amenazar, insultar y golpear.

A nivel de la Cumbre de Presidentes, las reuniones en si no aportaron nada, destac¨¢ndose por interminables discursos con dogmas pseudo ideol¨®gicos, sin contenido pr¨¢ctico alguno. Rafael Correa intent¨® darle una clase de historia a Obama, quien en una intervenci¨®n fuera de guion, lo dej¨® mudo al decirle que ¨¦l prefiere una prensa mala que lo critique, a que no exista prensa. Nicol¨¢s Maduro, por su parte, centr¨® su discurso en seguir tratando de quitar las sanciones en contra de sus funcionarios corruptos y violadores de derechos humanos.

La Cumbre acab¨® sin documento final, sin acuerdos regionales y, peor a¨²n, sin siquiera mencionar el tema de los presos pol¨ªticos y las violaciones a la Carta Democr¨¢tica por parte del Gobierno de Venezuela. Lo que ocurri¨® en Panam¨¢, si bien previsible, fue lamentable y muchos se lo expresamos directamente a la OEA y al mismo Gobierno de Panam¨¢. La desconexi¨®n que existe en Am¨¦rica Latina entre sociedad civil y Gobiernos se hace cada vez m¨¢s grande. La sociedad civil no fue escuchada. Los Presidentes, nos dieron la espalda.

Carlos E. Ponce es director para Am¨¦rica Latina y el Caribe de Freedom House. Twitter @ceponces