La frontera de la muerte

Con una indiferencia generalizada, bajo nuestros ojos, se produce uno de los grandes desastres de la historia de la inmigraci¨®n en el Mediterr¨¢neo. Decenas, centenas, pronto millares de pobres infelices en busca de una vida mejor mueren todos los d¨ªas buscando franquear el mar, creyendo beneficiarse de la indulgencia de la primavera y al precio de las peores vejaciones, humillaciones y agresiones. Se comercializa el tr¨¢fico de personas en las aguas entre Libia y T¨²nez bajo la f¨¦rula despiadada de las mafias de contrabandistas, de polic¨ªas c¨®mplices, de soldados granujas y de las bandas asesinas de yihadistas, reunidos y aliados en la manipulaci¨®n criminal de la desesperaci¨®n de los inmigrantes.

Unas 10.000 personas socorridas en cinco d¨ªas en las costas italianas, 18.000 desde enero, m¨¢s de 900 muertas desde entonces al a?adir las 400 que se sospecha que se han ahogado estos tres ¨²ltimos d¨ªas, y nuevas v¨ªctimas previstas.

Los Gobiernos est¨¢n desbordados, se generaliza la criminalizaci¨®n de la inmigraci¨®n clandestina; todo transcurre como si las autoridades europeas hubieran decidido dejar hacer, inspiradas por esa filosof¨ªa seg¨²n la cual, despu¨¦s de todo, aquel que se arriesga a cruzar ilegalmente la frontera merece la suerte que le espera. Exist¨ªa Mare Nostrum, un programa m¨ªnimo de salvamento en el Mediterr¨¢neo iniciado y financiado por Italia; se ha abandonado porque la Uni¨®n Europea no ha querido ayudar al Gobierno italiano, que no pod¨ªa asumirlo todo solo. Peor, ha sido reemplazado por una misi¨®n Trit¨®n, que es una iniciativa europea estrictamente policial destinada a vigilar las costas y sin ning¨²n programa de acogida y menos a¨²n de ayuda a los solicitantes de asilo. ?Policial! ?Ah¨ª conducen las l¨¢grimas de los dirigentes europeos!

Europa arroja c¨ªnicamente la toalla ante esta demanda que viene del hambre y la miseria. ?Y ni?os, mujeres y hombres seguir¨¢n muriendo! La opini¨®n p¨²blica europea est¨¢ anestesiada por el paro, por el ¡°s¨¢lvese quien pueda¡± resultado de la crisis, y los Gobiernos se callan o bien dejan que crezca el odio dirigido por los movimientos de extrema derecha hacia los inmigrantes. Los partidos pol¨ªticos de izquierda, tradicionalmente solidarios con las v¨ªctimas de la desigualdad en el mundo, murmuran algunas palabras con indignaci¨®n. Pero la verdad es que han capitulado desde hace tiempo en este tema humano por excelencia que es la inmigraci¨®n. Sus proyectos, como los de sus adversarios de derecha, dan la espalda dram¨¢ticamente a lo que deber¨ªa ser una aut¨¦ntica pol¨ªtica de gesti¨®n de la inmigraci¨®n en el Mediterr¨¢neo.

En todas partes triunfa el ego¨ªsmo, y estos crucificados del agua no tendr¨¢n m¨¢s sepultura que un giro de cabeza indiferente. Y todos sabemos que este horror seguir¨¢. ?Qu¨¦ derrota de la humanidad en el hombre!