¡°El silencio te hace c¨®mplice en Venezuela¡±

El expresidente peruano Alejandro Toledo (2001-2006) nunca ha ocultado su rechazo al ¡°autoritarismo populista¡± que dec¨ªa ver en el presidente venezolano Hugo Ch¨¢vez y que, afirma, ha heredado su sucesor, Nicol¨¢s Maduro. Es uno de los signatarios de la Declaraci¨®n de Panam¨¢, firmada por 31 exgobernantes preocupados con la situaci¨®n en Venezuela. Hace un a?o, tambi¨¦n firm¨® otra declaraci¨®n sobre Venezuela con los exmandatarios Oscar Arias, Fernando Henrique Cardoso y Ricardo Lagos, a la que se adhiri¨® el Club de Madrid, que cuenta con 96 exdirigentes y ex primeros ministros de todo el mundo.

De gira en Washington para promocionar su ¨²ltimo libro, La sociedad compartida. Una visi¨®n para el futuro global de Am¨¦rica Latina, Toledo convers¨® con EL PA?S sobre la democracia como elemento esencial para el ¨¦xito futuro de la regi¨®n, que analiza en su obra donde, adem¨¢s, muestra su preocupaci¨®n con las acciones de Maduro.

Pregunta. ?Retrocede la democracia en Am¨¦rica Latina?

Respuesta. No generalicemos. Hemos hecho avances importantes en democracia, porque antes ten¨ªamos golpes en casi todas partes y hemos avanzado en aprender a poner nuestra casa en orden econ¨®micamente. Pero hay lunares en Am¨¦rica Latina que me preocupan. Es cierto que ya no existen los golpes militares de botas y galones, pero ha surgido un nuevo estilo de autoritarismo populista que manipula los organismos electorales y, cuando salen elegidos, secuestran las instituciones para la re-re-reelecci¨®n. El caso m¨¢s concreto es Venezuela, pero tambi¨¦n Nicaragua, Bolivia, Ecuador y ahora Argentina. En el caso de Venezuela, desde que asum¨ª el poder, me di cuenta de que el profesor de Hugo Ch¨¢vez era (Alberto) Fujimori, auspiciador de ese secuestro de las instituciones, silenciar a los medios de comunicaci¨®n, violar los derechos humanos, no tener independencia de poderes y querer ser presidente de por vida.

P. ?Por qu¨¦ no se expresan los presidentes en ejercicio con la misma contundencia que los expresidentes sobre Venezuela?

R. Eso es lo que me pregunto. Lamento mucho que los jefes de Estado en ejercicio no tengan el coraje para expresar su condena a un deterioro severo de la democracia en Am¨¦rica Latina. Para hacer tortillas hay que romper huevos. Y cuidado: la historia va a juzgar su silencio como complicidad. Todos cierran los ojos y la boca.

P.??Qu¨¦ m¨¢s prev¨¦ hacer respecto a Venezuela?

R.?Acabamos de tener la cumbre en Panam¨¢. Yo he recibido a las esposas de los opositores venezolanos encarcelados, el alcalde de Caracas Antonio Ledezma y Leopoldo L¨®pez. Ellas me pidieron que me sume al equipo del expresidente espa?ol Felipe Gonz¨¢lez. Lo voy a hacer, ese equipo chico va a liderar y cohesionar a otra gente. En mi caso, lo que estoy pensando es involucrar a las naciones dem¨®cratas del mundo. En la reuni¨®n del Club de Madrid en Minnesota [en octubre], voy a proponer la formaci¨®n de un grupo de 30 expresidentes de Am¨¦rica Latina y de Europa y de otros pa¨ªses para ir a Venezuela y constatar la calidad de la democracia en ese pa¨ªs.

P.?Maduro suele denunciar cualquier cr¨ªtica como injerencia. ?Es injerencia hablar de estos temas?

R.?Para nada. Primero, Am¨¦rica Latina es la patria grande de todos los latinoamericanos. Segundo, la democracia no tiene nacionalidad, como los derechos humanos no tienen color de piel. Valores universales como los derechos humanos, la libertad de expresi¨®n o la independencia de los poderes no pueden esconderse bajo la injerencia. Discrepar no es motivo para ser encarcelado. Democracia significa el cotejo de puntos que pueden ser discrepantes.

P.?La Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) tendr¨¢ dentro de un mes un nuevo secretario general, el uruguayo Luis Almagro. ?Es una nueva oportunidad para que se active en Venezuela?

R.?Personalmente no tengo mucha esperanza, dadas las evidencias que tenemos den la eficacia o fuerza de la OEA, donde no ha pasado nada. Pero hay un factor que puede ayudar al nuevo secretario general: Venezuela no tiene ya tanto petr¨®leo para influenciar a los pa¨ªses del Caribe que tienen en la OEA igual voto, independientemente de su tama?o o peso relativo.