¡°Aqu¨ª est¨¢ todo colapsado¡±
Una cooperante describe la "devastada" Katmand¨² desde su casa en la regi¨®n nepal¨ª
![J. Jim¨¦nez G¨¢lvez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fe1fe47bb-fbcf-41d9-8602-c7522ae705ee.jpg?auth=539b72e066731e3093d75ad47e0353d9c24168bc6de1a15cfcabbf3a0d5189d6&width=100&height=100&smart=true)
![Dos mujeres, este domingo, ante un edficio destruido en la regi¨®n de Katmand¨².](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/7TOLI65NUKMWUV7VX3B5OLSRCM.jpg?auth=00aa719e32a3dde8d37bf31304d93d4cedd21d226a93dd849fe8f1a12a8255fc&width=414)
Cuando sinti¨® el primer temblor, "peque?o y de unos pocos segundos", Silvia Casavilica pens¨® que todo hab¨ªa acabado ah¨ª. "No le di m¨¢s importancia porque ces¨® muy r¨¢pidamente", apostilla esta peruana de 36 a?os, que ya vivi¨® en 2007 el se¨ªsmo que asol¨® su pa¨ªs y que se encontraba este s¨¢bado en su apartamento del barrio de Lalitpur (Katmand¨²), en una cuarta planta, cuando comenz¨® el terremoto que ha dejado en Nepal m¨¢s de 2.000 muertos. Pero esa sacudida a la que se refiere esta cooperante de la ONG Plan International era s¨®lo el pr¨®logo. "Porque, de inmediato empez¨® una vibraci¨®n muy fuerte. Y yo sent¨ªa que iba a salir volando por el balc¨®n", relata al otro lado del tel¨¦fono desde su propia casa, a la que ha vuelto para poder tener acceso a internet y tel¨¦fono, tras pasar la noche en la oficina de su organizaci¨®n. "Est¨¢ en un edificio m¨¢s seguro", apostilla.
Casavilica relata que, cuando el terremoto golpeaba su hogar, se "abraz¨®" a una columna porque no pod¨ªa mantenerse en pie. Las cosas sal¨ªan disparadas de los estantes. Los objetos le golpeaban en las piernas, donde los moratones ya han aparecido un d¨ªa despu¨¦s. "El se¨ªsmo fue largu¨ªsimo. Nunca paraba", rememora la peruana, encargada de la recogida y gesti¨®n de fondos de la ONG en Nepal. Tras el temblor, la cooperante sali¨® con sus vecinas fuera del edificio. Los cristales de las ventanas hab¨ªan estallado. Y recorrieron, entonces, las avenidas de una ciudad devastada: "Aqu¨ª, las personas han amanecido en las calles porque est¨¢n asustados. No quieren volver a sus casas. No deja de haber r¨¦plicas".
Muchos edificios se han venido abajo, sobre todo en el extrarradio, donde se encuentran los barrios m¨¢s pobres. "Y de los que quedan en pie, muchos tienen grietas. Aqu¨ª, en resumen, todo ha colapsado", remacha la latinoamericana, que ya logr¨® contactar con su familia, residente en Lima. "Esta noche creo que dormir¨¦ en mi apartamento. El due?o de mi edificio no se ha quedado, y las autoridades han dicho que durante la noche habr¨¢ r¨¦plicas. Pero, de momento, pienso que aqu¨ª estoy segura", afirma Casavilica, que pas¨®, a lo largo de su carrera, por otros pa¨ªses conflictivos: como Yemen y Uganda. Y que no piensa dejar ahora Nepal: "Mi madre me dice que vuelva. Pero este es mi trabajo. No puedo irme cuando m¨¢s me necesitan".
"Trabajamos para que no se congelen"
Los integrantes de la ONG Plan International se han desplegado ya por Nepal. "Hemos enviado dos camiones con ayuda desde nuestra oficina en Birgunj, en la frontera con la India. Nuestros compa?eros tambi¨¦n est¨¢n comprando tiendas de campa?a para quienes duermen fuera de las casas", relata Tanya Barron, director general de la ONG, que cuenta que la destrucci¨®n se hace "m¨¢s y m¨¢s visible cuanto m¨¢s nos acercamos a Katmand¨²". "Las noches en la zona monta?osa son fr¨ªas y las personas no est¨¢n preparadas para dormir a la intemperie, especialmente con los beb¨¦s y los ni?os muy peque?os", apostilla la cooperante, que se dirige hacia la capital del pa¨ªs y que insiste en que los primeros trabajos se centran "en que la gente no se congele".
Mattias Bryneson, director del Plan de Nepal de la ONG, describe un pa¨ªs devastado: "Hay edificios colapsados, escuelas seriamente da?adas y muchas carreteras bloqueadas en las zonas rurales debido a los deslizamientos de tierra", afirma el cooperante, que recalca que est¨¢ empezando a llover en muchas ¨¢reas, lo que dificulta las labores de atenci¨®n.
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