Venezuela da otro paso m¨¢s hacia la ¡®cubanizaci¨®n¡¯ de su econom¨ªa

Mientras Cuba comienza a dar muestras concretas de avanzar hacia un sistema menos restrictivo en lo pol¨ªtico y econ¨®mico, Venezuela hereda la huella del castrismo y replica su modelo. El gobierno de Caracas implementar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas el Sistema Integrado de Acceso a los Medicamentos (Siamed), con el objetivo de regular la venta de las medicinas recetadas para las enfermedades cr¨®nicas.

Esta decisi¨®n se suma a medidas similares implementadas para vender alimentos b¨¢sicos en los supermercados p¨²blicos y privados, donde la mayor¨ªa de los clientes debe colocar su huella dactilar para comprar productos regulados en cantidades limitadas, o acudir determinados d¨ªas de la semana a abastecerse de estos seg¨²n el n¨²mero final de su documento de identidad. Ha sido la manera de administrar la escasez y el desabastecimiento que caracteriza a la econom¨ªa local, que tiene la inflaci¨®n m¨¢s alta del mundo.

El ministro de Salud, Henry Ventura, ha justificado la medida con el argumento del alto consumo per capita de medicamentos y por la dificultad de conseguirlos. ¡°Eso hay que cambiarlo¡±, asegur¨® el viernes a trav¨¦s de su cuenta de Twitter. Los pacientes deber¨¢n inscribirse en la farmacia de su preferencia con el documento expedido por su m¨¦dico tratante. El gobierno asegura que el Siamed notificar¨¢ mediante un mensaje de texto la llegada del medicamento a la farmacia para que entonces puedan adquirirlo.

La prolongada escasez, la marca de f¨¢brica del r¨¦gimen de Nicol¨¢s Maduro, ha provocado un cambio de comportamiento de los consumidores. Muchos venezolanos est¨¢n haciendo negocios revendiendo los art¨ªculos subsidiados por el Gobierno a precios que al menos duplican lo que invirtieron. Otros, con mayor poder adquisitivo, est¨¢n acaparando medicinas y art¨ªculos de primera necesidad para evitar salir en procesi¨®n a buscarlos por todas las ciudades venezolanas.

El anuncio tom¨® por sorpresa a los representantes de los laboratorios, las droguer¨ªas y las farmacias. A¨²n no se sabe c¨®mo funcionar¨¢ el sistema y desde ya se anticipa que su entrada en vigencia aumentar¨¢ la escasez de medicamentos. Los clientes, mientras, no saben si podr¨¢n inscribirse en varias farmacias, o si solo podr¨¢n anotarse en una sola y esperar por la llegada de su medicina. Lo ¨²nico claro para las fuentes del sector es que esa medida no resolver¨¢ el problema de fondo: la falta de insumos m¨¦dicos no es un asunto de distribuci¨®n, sino de manufactura. El gobierno debe a los laboratorios unos 4.000 millones de d¨®lares, lo que impide que estos importen materia prima para fabricarlos.

La mayor¨ªa de los clientes debe colocar su huella dactilar para comprar productos regulados en cantidades limitadas

En una entrevista con la cadena radial venezolana Uni¨®n Radio, el presidente de la Federaci¨®n Farmac¨¦utica Venezolana, Freddy Ceballos, asegur¨® que este nuevo sistema no ataca el problema de fondo: el Gobierno no est¨¢ asignando divisas a la empresa privada para producir. ¡°?Qu¨¦ van a distribuir a los pacientes que se van a inscribir si no hay medicamentos?¡±, se pregunt¨®. ¡°Si todo estuviese normal en el pa¨ªs, no necesitar¨ªamos este sistema¡±, agreg¨®.

La firma venezolana Ecoanal¨ªtica calcula que el Gobierno adeuda unos 23.500 millones de d¨®lares a la empresa privada (se incluyen no solo divisas para importaciones, sino dividendos, renta y servicios que fueron aprobados pero no cancelados). Esta cantidad supera con creces el nivel de las reservas internacionales, que este viernes baj¨® a 19.339 millones de d¨®lares, el marcador m¨¢s bajo desde octubre de 2003. La prensa local se ha hecho eco del reclamo de los representantes de las compa?¨ªas productoras de bienes, quienes claman por un mecanismo m¨¢s expedito para poder adquirir los d¨®lares necesarios para trabajar. Pero el Gobierno no tiene dinero para pagarles. Debido a la ca¨ªda del precio del petr¨®leo los ingresos del Estado, que siempre ha fracasado tratando de diversificar su econom¨ªa, han ca¨ªdo hasta 50%.

En Venezuela rige un estricto control cambiario desde 2003. Si en un principio la medida buscaba evitar la fuga de capitales, hoy los altos cargos del Gobierno justifican su existencia con razones pol¨ªticas.