El Supremo de EE UU estudia el derecho al matrimonio igualitario
El caso que estudia el Tribunal puede legalizar el matrimonio igualitario en todo el pa¨ªs
El Tribunal Supremo de Estados Unidos estudia este martes un caso que puede poner el broche final a uno de los movimientos por los derechos civiles de las ¨²ltimas d¨¦cadas: el derecho al matrimonio igualitario. Doce parejas homosexuales han pedido a la m¨¢xima autoridad judicial que reconozca el derecho a casarse para todos los ciudadanos y en todos los Estados. Si la mayor¨ªa de los jueces dan la raz¨®n a los demandantes, EE UU puede establecer el derecho a la igualdad de gais y lesbianas a nivel federal.
?Qu¨¦ deben decidir los jueces?
Los nueve magistrados estudian cuatro casos que han planteado dos preguntas similares. La primera es si la Decimocuarta Enmienda de la Constituci¨®n requiere a los Estados que otorguen licencias de matrimonio a parejas del mismo sexo, es decir, si los homosexuales tienen derecho a casarse. La segunda es si esta misma Enmienda, que proh¨ªbe a los estados negar la misma protecci¨®n a todos los ciudadanos, les obliga tambi¨¦n a reconocer aquellos matrimonios contra¨ªdos en estados o pa¨ªses que s¨ª est¨¢ legalizado.
?C¨®mo lleg¨® el caso al Supremo?
Las leyes de los estados de Ohio, Michigan, Kentucky y Tennessee defienden que el matrimonio es la uni¨®n entre un hombre y una mujer. Los demandantes argumentan que al serles negados tanto su derecho a casarse como a ser tratados en condiciones de igualdad, con acceso a los mismos beneficios que una pareja hetersexual, los Estados est¨¢n violando su derecho a la igualdad. Hasta ahora todas las instancias judiciales les han dado la raz¨®n, pero la ¨²ltima Corte de Apelaciones respald¨® la vigencia de las leyes argumentando que son los Estados quienes tienen competencia para definir las leyes de matrimonio y no el Gobierno federal. Ahora deber¨¢ ser el Supremo quien aclare la constitucionalidad de las normativas.
?Qui¨¦nes son los demandantes?
Son doce parejas que denunciaron la negativa de estos estados a concederles una licencia matrimonial por ser homosexuales. En uno de los casos, un hombre de Ohio se querell¨® contra el estado por no dar validez a su matrimonio con su pareja, ya fallecida, neg¨¢ndole por tanto su herencia. En otro, una pareja de lesbianas considera que el Estado perjudica los derechos de sus cuatro hijos adoptados -cada una adopt¨® a dos de ellos- ya que, al carecer de validez su matrimonio, en el caso de fallecer una de ellas la otra no tendr¨ªa la custodia de los menores.
?Qu¨¦ factores considerar¨¢ el Tribunal?
Para saber si los estados implicados en este caso han violado el derecho a la igualdad de los demandantes, el Tribunal puede aplicar tres niveles distintos de ¡°escrutinio¡±. En el nivel m¨¢s alto y el m¨¢s dif¨ªcil de demostrar, los jueces deben determinar si un Estado ha discriminado contra una persona por cuesti¨®n de raza, por ejemplo, para satisfacer el inter¨¦s general. El nivel intermedio, los jueces estudian si una persona ha sido discriminada por una cuesti¨®n de g¨¦nero para satisfacer el inter¨¦s del gobierno. En este caso la ley estatal puede ser rechazada si el individuo ha sido discriminado en base a estereotipos, prejuicios o por una raz¨®n que solo satisface el inter¨¦s del estado, pero no del pa¨ªs. El nivel inferior es el reservado para casos en los que la discriminaci¨®n se basa en razones de odio.
Los demandantes aseguran? que el derecho al matrimonio se puede ampliar como en la sentencia de 1967 en el caso Loving vs. Virginia, cuando reconoci¨® el derecho a casarse a parejas interraciales
La novedad en este caso es que los jueces todav¨ªa no han determinado que nivel de escrutinio debe aplicarse en demandas de discriminaci¨®n por orientaci¨®n sexual. S¨®lo ha habido dos casos anteriores, en 1996 y 2013, y en ambos los jueces dictaron sentencia sin especificar c¨®mo deben justificar los estados cualquier ley que viole el derecho a la igualdad de un ciudadano por ser homosexual. Si los jueces deciden que se debe aplicar el nivel m¨¢s alto de control para casos de discriminaci¨®n por orientaci¨®n sexual, la sentencia afectar¨ªa a leyes m¨¢s all¨¢ de las del matrimonio.
Argumentos a favor
Los demandantes aseguran que el derecho al matrimonio est¨¢ protegido por la Constituci¨®n desde el siglo XIX y que la Corte lo respald¨® como ¡°derecho fundamental¡± en 1978. Aseguran adem¨¢s que ese derecho se puede ampliar a nuevas parejas como en la sentencia de 1967 en el caso Loving vs. Virginia, cuando el Supremo reconoci¨® el derecho a casarse a parejas interraciales. De no incluir a las parejas homosexuales, aseguran, los Estados discriminan contra ellos por su orientaci¨®n sexual. La exclusi¨®n, afirman, ¡°niega a los homosexuales la dignidad que proviene del matrimonio as¨ª como la red de protecci¨®n y responsabilidades mutuas que se conceden a las parejas casadas y sus familiares¡±.
El Gobierno federal se ha personado en el caso del lado de los demandantes junto a otras 71 instituciones, 167 miembros de la C¨¢mara de Representantes, 44 senadores y 226 alcaldes de todo el pa¨ªs. La Administraci¨®n Obama pide a los jueces que apliquen el nivel m¨¢s alto de escrutinio sobre las leyes que proh¨ªben el matrimonio igualitario. Alegan adem¨¢s que los demandantes cumplen con los requisitos legales que demuestran que no disfrutan de la misma protecci¨®n porque hay una trayectoria de discriminaci¨®n contra ellos, su orientaci¨®n sexual no les impide participar en sociedad, forma parte de su identidad y tienen un poder pol¨ªtico limitado para defender sus demandas.
Argumentos en contra
Los estados piden al Tribunal que les devuelva su potestad para determinar qu¨¦ es el matrimonio y qui¨¦n tiene derecho a casarse. El Supremo declar¨® inconstitucional la definici¨®n federal de matrimonio como la uni¨®n entre un hombre y una mujer y, desde entonces, varios Estados exigen que sean sus legislaturas y no el Gobierno federal quien lo regule. Afirman, adem¨¢s, que su definici¨®n no est¨¢ basada en la discriminaci¨®n sino en la defensa de una idea tradicional y que el caso debe resolverse creando el derecho a casarse para las personas del mismo sexo, pero en una instituci¨®n separada de la del matrimonio.
La Corte ha recibido declaraciones escritas de 70 organismos que respaldan las prohibiciones impuestas por los estados. Entre ellas se encuentran Family Research Council, que alega que el matrimonio igualitario destruir¨¢ la instituci¨®n del matrimonio como se conoce hasta ahora, o el excandidato presidencial Mike Huckabee, que defiende que el ¡°estilo de vida¡± homosexual es una amenaza para la salud p¨²blica.
?Por qu¨¦ esta sentencia puede ir m¨¢s lejos que la de 2013?
En 2013 el Tribunal Supremo estableci¨® que el Gobierno federal no puede discriminar contra parejas homosexuales que hayan contra¨ªdo matrimonio en Estados o pa¨ªses donde ya est¨¦ legalizado, declarando inconstitucional la definici¨®n de matrimonio como la uni¨®n entre un hombre y una mujer. Sin embargo, la sentencia no dijo que exista un derecho a casarse para las personas del mismo sexo ni que los estados est¨¦n obligados a conceder ni reconocer estas uniones.
Esa es la pregunta que debe responder ahora el Supremo. Si da la raz¨®n a los demandantes, puede legalizar el matrimonio igualitario en todo el pa¨ªs. Si se la da a los estados, abrir¨ªa un proceso complejo en el que cada gobierno estatal pueda regularizar el matrimonio a su manera, sin que pueda prevalecer una sola norma federal.
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