La Haya pide aclarar qu¨¦ significa ¡°acceso soberano al mar¡±

La fase preliminar del diferendo mar¨ªtimo que enfrenta a Bolivia y Chile por culpa del acceso soberano al Pac¨ªfico, reclamado por la primera, concluy¨® este viernes ante el Tribunal Internacional de Justicia de la ONU (TIJ). A partir de ahora, los jueces decidir¨¢n si tienen competencia para ver el caso, como afirma La Paz, o bien si la demanda es nula, como defiende Santiago. Estar¨ªa ya resuelta por el Tratado de Paz de 1904. La respuesta del TIJ llegar¨¢ en el curso de 2015, pero la pregunta final formulada por el juez Hidashi Owada puede dar un giro inesperado al litigio. Ha pedido a ambas partes que clarifiquen justamente la expresi¨®n ¡°acceso soberano al mar, dado que no es un concepto aceptado por el Derecho Internacional consuetudinario¡±. Aclarar este punto podr¨ªa despejar la duda de si la salida mar¨ªtima demandada por el Gobierno boliviano a sus vecinos chilenos modificar¨ªa o no el acuerdo de 1904.

¡°Agradecer¨ªa al solicitante y tambi¨¦n al equipo chileno (¡­) que tengan a bien definir el sentido de este t¨¦rmino tal y como ellas lo entienden, y que expliquen el contenido espec¨ªfico del mismo tal y como lo utilizan, para determinar sus posiciones sobre la cuesti¨®n de competencia de la corte¡±, ha a?adido Owada, antiguo presidente de turno de la misma. La respuesta de ambas delegaciones debe ser remitida el pr¨®ximo 13 de mayo a la sede del TIJ, en La Haya.

Tanto Bolivia como Chile aprovecharon el turno de r¨¦plica que cerr¨® la presentaci¨®n oral del caso para reiterar sus argumentos. El Gobierno de Evo Morales considera la cuesti¨®n de su mediterraneidad (falta de litoral) como inherente a su identidad nacional. Sin salida soberana al mar, el pa¨ªs se queda aislado con el consiguiente lastre para su desarrollo. Para el equipo legal que representa a Bolivia, recuperarla es un derecho emanado de las negociaciones frustradas (en 1950, 1970, 1980 y 2000) entabladas con los sucesivos gobiernos chilenos desde la Guerra del Pac¨ªfico (1879-1884). Dado que la situaci¨®n sigue sin resolverse a pesar del Tratado, no hace falta modificarlo. Escapa, asimismo, a las restricciones impuestas por el pacto de Bogot¨¢ (1948) para tratar asuntos resueltos con anterioridad. ¡°Este caso no es una amenaza, sino una oportunidad para mejorar nuestras relaciones amistosas y pac¨ªficas¡±, en palabras del expresidente boliviano Eduardo Rodr¨ªguez Veltz¨¦.

Chile admite el di¨¢logo a trav¨¦s del tiempo y subraya su buena fe. Niega sin embargo compromisos legales y firmes y asegura que la petici¨®n boliviana s¨ª requiere modificar el Tratado de 1904. ¡°Ello minar¨ªa la santidad de estos convenios. Negociar no crea una promesa de contrato. Y Bolivia ha hecho de contorsionista porque el Tratado resulta t¨®xico para ella¡±, seg¨²n el jurista brit¨¢nico Daniel Bethlehem. En consecuencia, el TIJ carecer¨ªa de competencia porque Bolivia ya tiene una salida mar¨ªtima. Concedida por los chilenos, facilita el comercio exterior a unas 7.000 empresas bolivianas a trav¨¦s del puerto de Arica. ¡°Las negociaciones no crean jurisdicci¨®n, y si tocamos el Tratado, ning¨²n pa¨ªs querr¨¢ sellar as¨ª sus litigios¡±, concluy¨® Samuel Wordsworth, otro de los representantes de Chile ante los jueces internacionales.