Bachelet sale a buscar confianza
Chile hace frente a la crisis pol¨ªtica desatada por los esc¨¢ndalos relacionados con el financiamiento ilegal de campa?as
El estallido reciente del volc¨¢n Calbuco, uno de los muchos que pueblan Chile, llev¨® al ensayista Oscar Contardo a escribir en su cuenta en Twitter: "Convengamos que fundar un pa¨ªs en una cornisa de tierra endeble con vista hacia la nada no era la idea m¨¢s pr¨¢ctica". La cornisa, por estos d¨ªas, es m¨¢s que una referencia geol¨®gica. Recoge la sensaci¨®n de crisis de confianza desatada como producto de los esc¨¢ndalos relacionados con el financiamiento ilegal de campa?as pol¨ªticas. A ello hay que sumar el caso Caval, negocio inmobiliario que involucra al hijo de la presidenta Bachelet y que tambi¨¦n est¨¢ siendo investigado.
Aunque el d¨¦ficit de confianza no es algo nuevo en Chile, s¨ª lo es el grado de preocupaci¨®n que concita. Medido en par¨¢metros OCDE, s¨®lo 13,4% de los chilenos declara que se puede confiar en los dem¨¢s frente a un promedio de 54,3%. Es por ello que, aunque a los extranjeros les resulte llamativo, se entiende la proliferaci¨®n de notar¨ªas en las que anualmente se realizan cerca de diez millones de consultas y tr¨¢mites privados. Ante la carencia, se ha tendido a buscar refugios. Primero, en una fortaleza institucional que hoy est¨¢ horadada. A ello ha contribuido, no s¨®lo el progresivo descr¨¦dito del Congreso y los partidos, sino porque los casos de corrupci¨®n han salido a la luz gracias a denuncias de empleados despechados y no por controles internos.
En segundo lugar, en la propia Bachelet. Emergi¨® como ministra, con una biograf¨ªa atada a la historia reciente de Chile y una empat¨ªa extraordinaria, durante un gobierno de Ricardo Lagos impactado por el debate sobre el malestar producido por la modernidad liberal, los coletazos de la crisis asi¨¢tica, las denuncias de pedofilia que afectaron a figuras relevantes de la sociedad chilena y al caso MOP-GATE, que termin¨® con uno de sus ministros procesados. La tentaci¨®n a refugiarse en algo se mantiene, pero ahora en la transparencia. Convertida en el nuevo mantra, se corre el riesgo de olvidar aquella frase de Tony Judt seg¨²n la cual "cuanto m¨¢s igualitaria es una sociedad, m¨¢s confianza hay en ella"
Tres encuestas consecutivas coinciden en que el apoyo a la mandataria se ha reducido a poco m¨¢s del 30%, el m¨¢s bajo de sus dos mandatos. La ca¨ªda de sus atributos personales como cercan¨ªa y confianza es severa. Su impacto la ha llevado a cambiar su gabinete. Algunos lo interpretan como el refuerzo de la orientaci¨®n de izquierda por el nombramiento de un segundo ministro comunista. Pero tambi¨¦n supone un duro golpe a la promesa de recambio generacional simbolizada en el ex Ministro del Interior y colaborador m¨¢s cercano, Rodrigo Pe?ailillo. La decisi¨®n se suma a los anuncios que hiciera en d¨ªas pasados para promover la probidad y la transparencia como fruto del trabajo de una comisi¨®n anticorrupci¨®n. Se trata de un intento, no solamente por recuperar la iniciativa pol¨ªtica antes del pr¨®ximo 21 de mayo, fecha en que rendir¨¢ su segunda cuenta ante la naci¨®n, sino por relegitimar la pol¨ªtica.
Es por ello que anticip¨® que el pr¨®ximo mes de septiembre se dar¨¢ inicio al proceso constituyente, consistente con su promesa program¨¢tica de una nueva constituci¨®n. Informes como el de Auditor¨ªa de la Democracia del PNUD, en 2014, mostr¨® el aumento de los cuestionamientos a la legitimidad de origen de las reglas del juego que rigen el juego pol¨ªtico. Los debates sobre el mecanismo, donde los partidarios de una asamblea constituyente se han logrado articular en una bancada parlamentaria, no contribuyen a ver la existencia de desaf¨ªos mayores. En el reciente Informe de Desarrollo Humano del PNUD titulado "Los tiempos de la politizaci¨®n", un 67% de la poblaci¨®n quiere cambios profundos a la carta fundamental. Adem¨¢s, a un 72% el cambio le parece bastante o muy importante.
Sin embargo, los consultados son ambivalentes. Aunque declaran su deseo de participar en los cambios, ello no se corresponde luego con los niveles efectivos de participaci¨®n. Para m¨¢s complejidades, si bien dicho informe declara que Chile asiste a un momento de "politizaci¨®n", entendiendo por tal una demanda social por debatir la redefinici¨®n de los l¨ªmites de lo posible, la pol¨ªtica en su expresi¨®n institucional experimenta un vaciamiento. Proliferan los poderes aut¨®nomos como forma de minimizar la interferencia pol¨ªtica, pero ello supone que crecientes ¨¢reas de la vida social van quedando excluidas del control democr¨¢tico. Se observa una tendencia a la judicializaci¨®n de los conflictos, sobre todo en materia medioambiental y de salud.
Por otra parte, los acuerdos como sustrato de una pol¨ªtica democr¨¢tica que compromete cesiones mutuas han sido demonizados como tratativas cupulares por sectores que se encuentran, tanto de la coalici¨®n gobernante como en los medios de comunicaci¨®n. Sin duda, los nuevos titulares de Hacienda y de Interior llegan para contradecir esta visi¨®n.
Mar¨ªa de los ?ngeles Fern¨¢ndez-Ramil es analista pol¨ªtica . Twitter @Mangeles_HM
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