Las utop¨ªas del mariscal Al Sisi
Egipto anuncia la construcci¨®n de una r¨¦plica del Faro de Alejandr¨ªa Se trata del ¨²ltimo de una serie de fara¨®nicos proyectos de improbable realizaci¨®n
De las siete maravillas de la antig¨¹edad, Egipto pose¨ªa dos. Aunque solo una sigue en pie: las pir¨¢mides de Giza. La otra, el legendario Faro de Alejandr¨ªa, fue destruido por sucesivos terremotos entre los siglos X y XIV. El Gobierno egipcio busca ahora resucitar el c¨¦lebre faro, que durante varios siglos fue el edificio m¨¢s alto del mundo, construyendo una r¨¦plica lo m¨¢s exacta posible. La obra se suma a una larga lista de ambiciosos proyectos planeados por el r¨¦gimen del general Abdelfat¨¢ al Sisi, si bien la viabilidad de algunos suscita recelos.
El antiguo faro fue edificado durante el siglo III a.C ¡ªbajo el reinado ptolemaico¡ª, en un pulcro m¨¢rmol blanco. Se calcula que rozaba los 140 metros de altura. M¨¢s all¨¢ de la voluntad de construir la r¨¦plica en el emplazamiento original, los detalles del proyecto no est¨¢n nada claros. ¡°A¨²n no hay fecha prevista para el inicio de las obras o para su final. Tampoco se ha calculado de forma precisa su coste, que sufragar¨¢ de forma ¨ªntegra una compa?¨ªa china¡±, explica Mustaf¨¢ Roshdy, responsable en Alejandr¨ªa del Ministerio de Antig¨¹edades, el encargado de ejecutar el proyecto, seg¨²n revela el diario Youm7. Roshdy no pudo dar el nombre de la empresa china en cuesti¨®n; tampoco los ¡°servicios¡± que contendr¨¢ el rascacielos.
El anuncio de proyectos espectaculares como este se sucede a un ritmo vertiginoso en el Egipto de Al Sisi: la creaci¨®n de un mill¨®n de acres de nuevas explotaciones agr¨ªcolas; un tren de alta velocidad entre El Cairo y Luxor; un mill¨®n de viviendas de protecci¨®n social; una m¨¢quina que cura el sida, etc. El problema es que muchas de estas obras no parecen contar con un estudio de viabilidad riguroso, tampoco con un plan de financiaci¨®n concreto. De ah¨ª las dudas sobre si acabar¨¢n existiendo solo en la imaginaci¨®n de un funcionario y en las hojas de los peri¨®dicos oficialistas el d¨ªa de su presentaci¨®n oficial.
Quiz¨¢ el mejor ejemplo sea la ambici¨®n fara¨®nica de construir una nueva capital en mitad del desierto con todo tipo de lujosas atracciones, como un parque m¨¢s amplio que el Central Park de Nueva York, con un coste aproximado de 45.000 millones de d¨®lares. Una locura para un pa¨ªs con una renta per c¨¢pita de 3.700 d¨®lares (3.250 euros) y un d¨¦ficit p¨²blico del 13% del PIB. De hecho, tras la presentaci¨®n, Al Sisi reconoci¨® al diario Al Ahram que el Estado no tiene fondos suficientes para sufragarlo.
¡°Estos proyectos no parecen contar con un estudio previo, o al menos, no se ha divulgado su contenido¡±, dice Amr Adly, economista del think tank Carnegie Center. ¡°La l¨®gica del Gobierno parece ser intentar atraer el m¨¢ximo de inversiones del Golfo P¨¦rsico como sea, y uno de los sectores tradicionales m¨¢s boyantes ha sido el de la construcci¨®n¡±, a?ade Amr, que no descarta que la especulaci¨®n con el precio del suelo pueda ser una de las razones detr¨¢s de esta pol¨ªtica de anuncios de proyectos mastod¨®nticos.
Otra posibilidad es que su finalidad sea simplemente colocar noticias positivas vinculadas a la econom¨ªa egipcia en los medios nacionales e internacionales; sea para crear un estado de opini¨®n positivo sobre la marcha del pa¨ªs o para desviar la atenci¨®n de otros asuntos como la violaci¨®n de las libertades individuales. As¨ª, los medios de comunicaci¨®n se han hecho eco de la firma reciente por parte del Ejecutivo egipcio de un acuerdo de colaboraci¨®n nuclear con Rusia y otro en materia de infraestructuras ferroviarias con Espa?a con la intenci¨®n de construir una central nuclear y un tren de alta velocidad.
Existe una destacable excepci¨®n: la construcci¨®n de una ramificaci¨®n del Canal de Suez. Se anunci¨® el pasado julio, y las obras est¨¢n avanzando. A diferencia de los ejemplos anteriores, en este caso s¨ª hab¨ªa un calendario preciso y un sistema de financiaci¨®n concreto: la emisi¨®n de bonos del Estado con un tipo de inter¨¦s del 12%.
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